El Castigo

“Por qué con tus encantamientos
infernales, me has arrancado la tran-
quilidad de mi primera vida”
Julio Cortázar ( Rayuela)

Entraste por la ventana de mis delirios,
un dios trágico vaticinó mi desventura.
No lo oí.
Estaba sediento de tu voz,
me bastó un sorbo de tus latidos para embriagarme
con tu fulgor, tatuado en mi memoria en donde
te deslizas en constante frenesí.
Soy emboscado por tu partida.

Bajé al hades para bailar,
una danza salvaje.
Descubro a los que no existen;
los que hallo cierran sus fanales.
¿El fuego se burla de mi?
Miré hacia atrás.
Te perdí

Entraste, vehemente por el tejido de mi garganta.
Un dios abatido anunció mi fin.
No lo oí.
Estaba inquieto por el polen emergente.
Pues la intriga de tus senos vulneró mis sentidos.
Estás en mi cuarto velando sueños rotos.
Allí desfilas en la urbanidad de mis deseos.
Amor evanescente...Soy víctima de tu ausencia.