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Y el resaltaba como un lunar en el rostro mas hermoso, y recordaba las fiestas a las que empezo a salir de noche, las pocas veces que se habia aventurado fuera del barrio, como ir a un quinceanero en Miraflores o San Isidro, o no los habian dejado entrar del todo, o les miraban mal, de reojo.
Y recordo una vez en la que lograron colarse en un quinceanero, “pituco” en San Isidro, el hermano del “rompewater” trabajaba de seguridad en la puerta esa noche. Habian muchas chicas lindas del Sophianum, lejanas e intocables. El tenia unos tragos encima y estaba alegre, habia sonreido a varias chcias y ninguna le habia devuelto el mas minimo gesto de simpatia. El reggae sonaba e invitaba a bailar,sensual en el verano limeno. E invito a bailar una chica un poco mas alta que el, preciosa con el pelo azabache y adorables pequitas alrededor de su nariz respingda. Se notaba que ell queria bailar, se moria de ganas, junto al grupo de sus amigos, que eran guapas tambien, se movia cadenciosamente al ritmo de una cancion de UB40, que sonaba muchisimo en la radio ese verano.
Y como tambien el se moria de ganas de bailar, se le acerco con su sonrisa mas cortes y simpatico y de la manera mas cortes la invito a bailar. Ella pudo haberle dicho…”no gracias”, o al menos un seco y cortante “no”. pero no necesitaba mirarlo de esa manera, como se mira a una cucaracha voladora en el salon mas elegante, y no tenia porque decirle: “Agghh!!” con cara de asco. Y sus amigas al reirse de el no ayudaron tampoco.
Y a veces pensaba que su angel podia ser como una de ellas, lejana y distante, demasiado Linda para sacar a bailar, pero dentro de el, pensaba, o major dicho, sabia que ella era distinta.
Y le daba mucha rabia a veces, en este pais que es nuestro, donde la mayoria tenemos la piel cobriza, y en la television encontrabas el mundo de ellos, al que el no podia acceder, porque el no podia ir al restaurant tal, o comprar ropa en esa tienda, o sus padres no tenian esa camioneta cuatro por cuatro para ir a la playa, ni podia usar el jabon tal a menudo, ni viajar de vacaciones al Caribe o a Europa.
Y ese era un mundo tan distinto, en su mundo “Los Cholos” cantaban de cosas que el sentia y eran suyas, y eran mucho como el pais que el conocia y que sabia eran la mayoria.
Y la rabia cedio un poco, porque comenzo a pensar en ella y sintio nostalgia de las cosas que habian hecho juntos, y todas las cosas que ahora se le ocurrian y le hubiera querido contar a solas, alla en su malecon, lejos de todos.
Y en esa irrealidad se fue perdiendo y la pena comenzo a llenarlo, pena que incentivo el hecho de no poder estar donde se suponia, en el medio del pogo, cantando a garganta partida las canciones-lema de los cholos, sus hermanos…Y se sintio solo, pobre, minuscule, mal vestido, sucio, cholo e indio, marron, borracho, no tenia ni un centavo, tenia hambre y en el colegio le hiba mal. Y se fue hundiendo en su Rincon, con las gente de la Feria del Hogar pasando a su costado como en una satira de su vida y de si mismo.
Y entendio cabalmente en su soledad minuscule, el juego complejo de no pertenecer, que era a su vez un camino elegido por el mismo pero al mismo tiempo no lo era, porque habia cosas de esa sociedad que el simplemente no podia ser, y otras que su situacion economica, su edad, su status, su raza no lo dejaban ser…Y el Soperito estaba a punto de irse a pique.
Y entonces les vio llegar, bordeando el inmenso ovalo del auditorio de la Feria del Hogar, jadeantes y corriendo como alma que lleva el Diablo, los Cholos y Eutanasia. Al mismo tiempo, vio el porton por el que habia sido expulsado abrirse de un empujon formidable, y vio a una estampida de gente salir como vomitada con violencia. Eran los chicos de Magdalena, junto con el grueso de los subtes del concierto, que atropellaban como una horda de salvajes, como una barra de futbol. Desarrapados, caricaturescos, hicieron sonreir a Soperito, y le recordaron esos comics de “Asterix el galo”, cuando los galos irrumpian reventando las puertas del campamento romano, incontenibles!.
Y cuando vieron a sus bandas, Eutanasia y los Cholos llegar corriendo del otro lado, un vitor unanime de solidaridad estallo, y ya caldeados los animos, los policies y guardias de seguridad que corrian tras las bandas expulsadas se encontraron con la horma de sus zapatos.
Fue una sola carga, una sola ola arremetiendo con fuerza ciega, policies y agentes de seguridad rodaron por el piso, la ola los habia revolcado integros, apenas pudieron tenerse en pie se batieron en retirada.
Y el “rompewater”, que tal hijo de puta!, se habia quedado con una gorra de policia, se la habia puesto al reves, descamisado y musculoso, borracho, con los ojos infrarrojos de la furia y el alcohol, comenzo a amenazar al grupo nutrido de policia anti-motines que habia llegado en ese momento, cascos y escudos, anunciaron su presencia, haciendo sonar sus fieras porras contra sus escudos, y del otro lado, por la otra esquina, llego otro grupo nutrido, como para cortarles la retirada.
Y se hallaron entre dos fuegos, tal vez eran mas que los policies o tal vez no, pero la rabia era generalizada, el sentimiento era no dejarse atrapar, no ceder, nadie ahi queria ir a la carcel, pero tampoco se podia tolerar que esos huevones, fascistas de mierda, se salieran con la suya, y ahi hiba a correr golpe y de lo lindo .
La tristeza que lo parecia querer absorver se habia desvanecido del Soperito, y ahora euforico junto a sus amigos esperaba el devenir de los acontecimientos. Y el “rompewater” era un general, y fustigando a los policies, abrio los brazos poderosos y comenzo a cantar una cancion de “Narcosis” que ya se habia hecho un himno.
-Sucio policiiia! Sucio policiiia! Sucio policiiia verde!…-
Y todos comenzaron a cantar al unisono, la voz por alto parlante de la Policia Nacional del Peru, les intimaba a retirarse pacificamente.
-Si huevon!, pacificamente! Si nos han cortado las salidas!.
El murmullo general era – por la derecha, por la derecha!.._ por ahi el grupo de policias se veia menos nutrido y cabia la esperanza de abrir una brecha y escapar.
Al frente de ellos,habia una verma con un jardin en el medio, pero habia una reja en el medio, del otro lado de las verjas, los curiosos se agolpaban a ver que pasaba en el auditorio, viendo atemorizados lo que esos andrajosos protagonizaban con la policia. Y el Soperito no pudo creerlo, vio primero una cabeza rubia de pelo largo, un cuerpo delagado y fragil y los ojos, esos ojos…
-Era su angel, era ella!!
Y en medio de la adrenalina del momento, y antes de que pudieran tomar una decision de hacia que lado forzar una via de escape, ella lo reconocio y se miraron a los ojos…pero esta vez el no los rehuio, no tuvo miedo, el peligro inminente se lo impidio…
Y los policias cargaron hacia ellos aprovechando la duda y el desconcierto, todos cogieron lo que pudieron, piedras, ladrillos de la verma sacados a puntapies, correas, botellas, en fin. Y el soperito no podia quitar los ojos de ella, y ella lo miraba a el y todo como viendo una pelicula, y sintio un coraje que nunca sintio antes, y decidio permanecer y resistir.
Y el grito fue general, y dos olas los arremetieron, y gente rodo por el piso, el soperito guerreaba como un endemoniado, delagado, demente, se liaba a punetazos con dos policias armadas de varas, no podian doblegarlo.
Y la voz del rompewater se also en medio del fragor de la batalla.
-A la reja, a la reja!!.
El Soperito voto de una patada certera la maza del policia que lo hiba a herir de Nuevo y salto como un gato salvaje sobre la reja, agil, a la cabeza de todos, atras suyo sus amigos trepaban tambien y otros seguian su ejemplo, los curiosos que miraban todo desde la otra reja huyeron despavoridos para no ser pisoteados por los chicos en su huida…Solo una persona quedo ahi, pegada a la reja, hecha una estattua, inmovil, perfecta, delgada y rubia, incredible y celestial, como una vision divina.
Frente a sus ojos, el salto la reja por encima de ella, sudoroso, intoxicado de adrenalina, golpeado y oliendo a alcohol.
Y paro junto a ella, y ella lo miro como si ya se hubieran conocido de antes.
Y ella le pregunto, como te llamas?
Y el le dijo
-Me llamo Ernesto, y tu?…
-Me llamo Heather, Heather Anderson,..
De lejos un chiquillo blanquinoso y bien vestido la llamaba a gritos. – Heatheer! Heather!
Por encima de sus cabezas, un infierno y sus demonios saltaban en su huida por encima de la reja en la que se apoyaban, la policia los seguia, la feria del hogar era un desbarajuste total.
La mano recia del Rompewater lo alzo y se lo llevo de la reja sin mas ceremonias.
-jeder? Te veo mas tarde!…
El Soperito volaba arrastrado en una huida alocada, a lo lejos, el mundo habia perdido todos sentido, la policia, la carcel, los golpes, todo…una cabecita rubia que se hiba haciendo mas lejana lo miraba alejarse, y eso era suficiente, suficente para querer vivir.

Texto agregado el 24-04-2009, y leído por 122 visitantes. (1 voto)


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