Nazco, entre lloros y sonrisas
con una luna nueva según mi mirada,
una realidad en mi carne jamás vivida
y una bella presencia que me observaba.

En mi primera bocanada de aire manchado de mentiras
inhalé un fuerte olor a soledad
pero al expulsar todo ese dolor de mi vida
sentí que no estaba solo en ese lugar.

Cada segundo que pasaba
era como un fuerte pinchazo en mi alma;
sentía que una dura presencia
cada día me acechaba.

Traté de girarme para verla
y solo encontré nada,
pero cuando volví a girar la cabeza...
...allí estaba...

Era joven, bella, perfecta...
lucía como el sol de cada día,
y cada noche me acostaba
junto a su dulce y suave melodía.

Una vez me dejó libre
para que escogiera lo que deseaba,
y lloré como un recién nacido
perdido en una noche olvidada.

"Necesito quedarme a tu lado,
poder quererte como a nadie quise,
tu calor supera mis fuerzas
y tu frío hiela mis raíces."

Mi alma y tus sonidos danzan juntos en las estrellas;
están buscando la felicidad en cada una de ellas.
Por eso te pido que me acompañes en mi larga travesía
hasta que me convierta en cadáver y entierre mi poesía.



*Javier Santalices*