¿Piensas que han muerto mis versos robados?
Ladrón de sensaciones inexpertas
fui yo, cual pedigüeño en tantas puertas,
que al fin mis sueños fueron arrestados.

Sufrí en un calabozo de extasiados
rigores de esperanzas siempre inciertas,
firmé con mis latidos mil reyertas,
pacté con policías y soldados.

Logré obtener amor condicional,
la estrofa de mi buen comportamiento
sirvió: con mi condena hubo descuento.

Con suerte seré adaptado social,
mas siempre en mi historial un expediente:
contigo fui de versos delincuente.