Es fantastico compartir tu vida con alguien; pero es algo que no se debe forzar. Quien te quiere llega a ti, y se queda; de lo contrario significa que no te convenia. Date la oportunidad de amarte a ti mismo y aceptarte como eres. Cuando superes eso, veras que comienzas a notar que todo tiene un tono diferente.

A veces nos ponemos a buscar incansablemente razones para vivir. Deseamos encontrar desesperadamente un amor, una ilucion, o algo que nos llene de esperanza, fe y deseos de seguir adelante...y nos entristecemos si eso nunca llega y terminamos sintiendonos vacios y grices.

Y es que el ser humano no se conforma con nada.

Buscamos el amor de nuestra vida librando batallas imposibles, persiguiendo a veces lo que sabemos no nos pertenece, sonhamos con el dia en que podamos tener a esa persona especial en nuestros brazos, y entonces ser feliz. Todo eso llega un dia y ese dia ya no somos felices porque la realidad no nos llena como nos llena un suenho o una fantasia.

Buscamos el amor perfecto como se busca a Dios.
El dia que mas desesperados estamos vamos a una iglesia y rezamos incansablemente por la iluminacion. Nos ponemos la mano en el Corazon y hasta lloramos, para que asi El sepa que debe escucharnos; pero que frustracion cuando no se parte el cielo en dos y no sale un rayo, poderoso y enceguecedor, de luz que pare un senhor grande y Viejo, vestido de seda blanca, que nos toque el hombro para decirnos que estamos bendecidos…

Con el amor pasa igual. Idealizamos sentimientos que hemos aprendido en los libros, y que existen unicamente en la mente de un poeta…hasta que aprendemos que nada es color de rosa y la busqueda incansable termina en desepcion; pues a veces es mejor quedarnos solos que saber que por todo lo que hemos luchado ha sido totalmente en vano.