... después de ambular, por pasajes y bares de mala clase, me detuve a pensar sobre la misión, entre a hospedarme al primer burdel que estaba al paso, de nombre inconcluso por lo sucio del letrero, al parecer nunca tuvo limpieza y que decir de la fachada, ( ya me imaginaba como sería los dormitorios).
-¡halo, halo, quien atiende?!
-¡halooooo, quien atiende?!
-¡diga que quiere! (con voz juez enojado), dijo un Hombre que al parecer la naturaleza le había hecho una mala jugada, (arrastraba un Pie como si estuviera engrillado, su ojo derecho, fijo, como si nunca durmieras, su brazo en posición de ataque, daba la sensación de estar al frente de la mitad de una mantis religiosa, saliendo detrás de una cortina mal oliente, que al parecer era la que separaba la recepción de la cocina
-¡una pieza! Le dije, mirando con curiosidad aquel desafortunado Ser.
-¡mínimo 3 días sin derecho a nada solo al baño comunitario, la ducha está mala, la televisión no funciona,! Y son 2.8.Tt, mirándome, fijamente a una distancia digna de un no-vidente, y su aliento... merecedor a un animal muerto por días.- (Pagué la ridícula cifra para un lugar como este).
Ya, en mi cuarto, algunos bichos rastreros, daban el aviso prontamente que la noche iba hacer larga, la habitación era simple, una cama mal terminada, una mesita acompañada por una silla sin respaldo los percheros eran cinco clavos oxidados que algún cliente quiso dejar colgadas sus pertenencias alejadas de los ratones, una tenue luz cruzaba de pared a pared desde la pequeña ventana, la cual pedía a grito que la limpiasen.
La tarde era tranquila, me quedé acostado fumándome un cigarro, pensando sobre el plan, escribí con mucho detalle los pasos a seguir, tracé el trayecto, calculé con mucha precisión, el escenario estaba listo, el plan era muy simple a primera vista, pero complejo ya que al destruirlo y recuperar la Petrificación debía llegar a tiempo al lugar indicado. Sin darme cuenta el sol se apagó, la noche gritó su locura, la vela hacia su últimas lumbres de agonía, un escalofrío recorrió mi cuerpo al recordar con exactitud, mi último encuentro con el Tercer Trillizo, en algún tiempo que no alcanzo entender, me demostró que la ira es posible sin siquiera tener rabia, la ira es más que eso, lo cual no pude controlar, solo la lanza del espíritu, que atravesó mi corazón pudo intervenir en mí. ( solo la herida en mi pecho, me indica que no debo perder la Fuerza).
-halooo!!, Está usted hay?,,, Señor?, (se escuchó la voz del recepcionista, pero esta vez muy calida)
-diga.... que quiere!?, Le respondí, aspirando lo ultimó de mi cigarrillo.
-Le traigo un poco de café caliente, ya que al parecer no fui muy cordial con el Señor
No faltaba más, le abrí la puerta y entró sentándose en la cama, en su mano buena, traía de latón caliente de café, insoportablemente para cualquiera, menos para él.
-Se lo dejaré en la Mesa,,, Señor,
-¡gracias, deje terminar lo último de mi trabajo, para conversar!
-¿Qué está realizando el Señoooor?
-¡nada de importancia!
-¿Tal vez,,,, yo le puedo ayudar,,, Señoooor?
-¡Gracias, pero ya estoy terminando!
-¿! al Señor, se le enfriará el Café!
-¡Gracias, aún está muy caliente,! (¡como permití entrar a este Viejo mal oliente a mi cuarto, me esta colmando de impaciencia, no puedo terminar!).
-¡el Señor, está confundido?!
-¡NO, lo único que quiero es terminar y ¡YA, déjese de decirme Señor!!
-¡pero si el Señooor, no me a dicho su nombre!
estuve a punto de decírselo, pero por un segundo pude ver en su ojo el Tercer Trillizo, me levante de la silla apoyando mi espalda en la pared, mi piel estaba sudando calor extra, mi corazón estaba a punto de una taquicardia. El viejo se levantó de la cama y se apoyó en la mesa, levanto mis apuntes y se detuvo frete a Mí. Con su mano en forma de mantis, la lanzó a mi cuello y me dijo con voz de ultra tuba.
– ¡Cuando aprenderás, cuando aprenderás, tu miedo me atrae, que
Estúpido, crees tu que un miserable papel y un boligrafo, vas a matarme?!,,, no Señoooor ?, pienselo, pienselo.
( su mano me asfixiaba al punto de desvanecerme, y caí al suelo)
De sobresalto me levante de la cama, (¡maldito sueño!), me senté en la silla para seguir con el Plan,,, cuando golpearon en la puerta
-halooo!!, Está usted hay?,,, Señor?, (se escuchó la voz del recepcionista)
-diga.... que quiere!?, Le respondí, mientras prendía el ultimó de mi cigarrillo.
-Le traigo un poco de café caliente, ya que al parecer no fui muy cordial con el Señor
(quedé atónito)……