La lluvia acompañada del frío,
El firmamento con gran esplendor,
Me regalaba un miedo delator,
Haci la ilusión murió.

Caminando con mis mejores amigos,
Uno posee un nombre angelical que no olvidare,
Por el sacrificaría y mi felicidad daré,
Con sus ojos de emoción alimentaba con tragos

El segundo me acompaña en mis aventuras,
Me inspira en todos mis escritos
Con lo dulce y encantador sonido, toco
Las cuerdas pensando en amarguras

En los cinco minutos con cinco suspiros más,
Aullando por un poco de comida,
Mas nadie lo comprende ni ayuda,
Es el perro negro ya sin calma.

La verdad ese momento no preste atención,
Con la tormenta de ideas ya tenía bastante,
Intente distraerme con mis compañeros, simplemente
Para olvidar mi pensamiento y mi oración

Apenas pasando un poste, el silencio
De la noche hizo notorio a un tipo,
Con la rabia y en poco tiempo
Lanzo una piedra al perro y alegría le dio

Ya en uno instantes de que llegáramos
Mis manos me temblaban de nervios,
Fue cuando me percate de lo que nadie vio,
O simplemente nadie quiere que veamos.

Era un indigente que apestaba
El aroma húmedo, buscando compañía para su locura
Y dejar de alimentar a su amargura,
Se sentó en la acera el caminar ya no aguantaba
Con cuchillo en mano pretendía cortarse las venas
Para encontrar a su amada amiga

Al notar nuestra presencia siguió su caminar.

Cuando llegamos a la casa lo grande
Y hermosa me intimidó,
Nos acercamos a la ventana con un balcón adornado
Al recordar el momento mi garganta arde,


Saque la guitarra y cante pensando en tus labios,
En tus dedos tibios
Tocando mi frente
En poder ser tu amente
En hacerte el amor con la compañía de la luna


Mientras mi compañero decía algunas palabras,
Bajaste con tal felicidad,
Se arrodillo y te dio su lealtad,
Sacó una piedra parecida a una estrella


Lo abrazaste mientras me veías y derramabas una lágrima
Fingí la felicidad de un buen amigo,
Está aventura no se que me trago,
Te abrasase por compromiso y murmuraste te amo

Ahora te escribo mi desventura para decirte aunque mi amor no es efímero
Y que a pesar de todo yo te adoro