En la oscura y húmeda taberna de Roma
Sobre mesas sucias y la barra engrasada
Luego en el sala y también en la suelo
Canta un bardo canciones y alabanzas

Los borrachos eufóricos aplaudían su gracia
Y la frescura de los relatos de amores y venganza
Con hermosa doncellas, putas y cortesanas
Que calentaban al héroe antes de las batallas

La luna brilla y el canto comienza
El más hermoso y el de dorada verdad
Aquel de los magníficos guerreros de arena
Que trenzaron fuerzas en La Fraternidad

“Lazos de hermanos sujetan sus armas
Y el escudo del otro defiende tu espalda
Sus voluntades son del mejor acero
El servicio y la palabra es lo que nunca falta”

La noche avanza y cada segundo, una jarra
Un pedo divino a la muchedumbre asolaba
Cerveza y aguardiente nublaba sus mentes
Terrible pecado no escuchar la palabras

Porque aquel inepto que los desconozca
Y a estos héroes demuestre maldad
No deberá llorar perdón a los dioses,
Quien ajusticiará será La Fraternidad.