Desde este lado del mundo los días son más largos, puesto que el invierno se ha ido y la primavera ha colmado la atmósfera. La gigantesca bola ha girado sobre su eje 360 grados y nos puso nuevamente de cara al sol. Mis labores constan en ser un caminante, le vendo tinta al mundo para que este escriba sus palabras para que nos cuente historia y alimente la sabrosa imaginación colectiva, seremos entonces y a partir de un puñado de letras, personajes en carne y de ficción, crearemos universos, abriremos puertas y espero que algunos otros den la espalda al odio y a la resignación. Hagamos pues de este lugar una fabula que se haga con nuestro andar, y las miradas que se crucen, las que se entiendan en ese segundo, gestaran una nueva bestia, hermosa y poderosa sedienta de tintas y papeles y hablara de lo que le plazca puesto que su cuna se tejera entre un millón de palabras.