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Inicio / Cuenteros Locales / larmdo / Algunos cuentos tristes para aniquilar al mounstro del closet (1)

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1. Plaff, el conejo.

Era el más grande de la camada, desde que nació quiso explorar el mundo, preguntaba e investigaba todo lo que lo rodeaba, confiaba hasta en sus enemigos naturales, ya que creía que nada malo le podría pasar.
Uno de tantos días, Plaff, vio volar a un halcón, lo observó detenidamente y decidió imitarlo, así que agitó una y otra vez sus pequeñas extremidades, pero por más que lo intentó nunca pudo despegar del suelo; el halcón observando lo que sucedía, lo invitó a surcar los aires, Plaff, aceptó y decidió correr el riesgo.
Por algunos instantes el halcón sin avisarle lo soltó, cayendo Paff en el rio, pronto checó y miró que no le había sucedido nada, así que corrió presuroso a su madriguera; Por algunos días no asomó ni el rabo, tenia temor, pensaba que había sido su culpa.
Nuevamente, después de algunos días, recobró la confianza y recorrió el campo mirando su entorno, sabia que en esta ocasión nada malo le podría ocurrir. Así que ahora se dirigió hasta la colina, donde observó el trabajo del pequeño topo, indagó,
Pues pensó que esto era importante, al advertir su presencia, el topo se molestó, pues sentía que el extraño invadía su territorio, así que lo invitó a terminar sus túneles y cuando Plaff se encontraba en las profundidades, el topo rápidamente cubrió el túnel, encerrando así al pobre conejo, más lo que nunca imaginó, era la astucia de Plaff para salir. Audazmente lo hizo y corrió a esconderse, volviendo nuevamente a dejar pasar el tiempo y mientras esto ocurría, el sentía que ya nada era igual y que iba perdiendo interés.
Transcurrido el tiempo, volvió a salir de su madriguera, ahora peor de triste que nunca, sentía que algo no estaba bien con su organismo; Al recorrer ahora la vereda observó un conjunto de abejas, las cuales lo invitaron a acercarse y ayudarlas, Plaff se acercó y colaboró durante algún tiempo, pero seguía sintiendo temor, por lo que cambió radicalmente su pensar, fue más positivo y sin pedir ayuda a nadie espero el momento de explorar el inmenso universo, ahora compartiendo otra estructura corporal simple y sencilla, saliendo adelante pensando en el que se trataba de un mal sueño del que pronto
despertaría.

FIN

Texto agregado el 13-10-2008, y leído por 133 visitantes. (1 voto)


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