Hoy solo practico el suave vaivén que genera mi mano sobre el papel, las voces se están volviendo locas, están desesperadas por ser letras en mis manos y estas solo juegan a engañarlas. Debo confesar que molestan y que es tedioso esto de escribir, pero se ha vuelto tan necesario como respirar.
No comprendo demasiado el significado de esta abrumadora pasión, será el dibujo cursivo que se va sucediendo a cada letra lo que me llama la atención o quizás es que en realidad tengo algo que decir. Solo veo que el mundo se consume en un sin fin de recursos informáticos, en su desmedida comunicación masiva donde cada vez estamos mas lejos uno de los otros porque a todo esto le falta voz, olor, el tacto tan necesario, el sutil contacto entre dos manos que se rozan caprichosamente casi sin querer y queriendo tocar al otro, un montón de almas dispersas en cubículos separados por millones de píxeles y fibra óptica. El arte parece que también debe adaptarse a los tiempos que corren, son soluciones a males necesarios. Es el hoy transformándose en mañana a los nuevos horizontes desconocidos y tan predecibles. Otra vez ese suspiro, ya a estado antes aquí, lo reconocí en resignación, pero no, solo fue una pausa en que se armo y fumo un tabaco y donde luego se le dio lugar a seguir ignorando a las voces que rondan mi cabeza.