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En la mañana el sol salía y resplandecía fuertemente en aquel hermoso cielo azulado, y aquella hermosa playa donde me encontraba contemplando el resplandor del sol, su reflejo, me ayudaba a motivar el amanecer, aunque no era mi día especifico, pero era inquieto porque el viento a fuerza rociaba mi rostro, y arrastraba las olas del mar hasta la orilla donde estaban de plano mis pies metidas en ella.

Allí por casualidad voltee hacia la izquierda sin ningún punto fijo a motivarme, vi. Y reconocí al ángel de toda mi vida, aquella mujer que desde pequeño amaba, por
su caminar, entre otras, incluyendo aquel hermoso rostro, con su suave labios y su cariño mirar, de ojos tiernos, hundiendo los planos de los pies en la arena humedad y fresca acercándose a mi poco a poco sin retroceder, y doblar la cara.
En tan solo minutos ya la tenia al frente, ella suave mente se arrodilla sin cerrar los ojos y acerca cada vez mas su dulzura cara a la mía, tratando con sus labios besar los míos.

Pues mi corazón latía como con miedo o temor, como si estuviese pasando algo extraño en mi, era como una desesperación fuerte y yo quedaba sin entender el porque, luego de estar mucho mas cerca a mi, mis ojos se empezaron a cerrar lenta mente,-…
En esos segundo ella subió la palma de su mano izquierda con lentitud, y con sus dedo liso y suave tocaba mi rostro, hablando y suspirando al mismo tiempo;
diciendo –te amo- era como un susurro, o un eco continuo, que ayudaba al cantar de las gaviotas, y el sonido que emitía las olas cuando se acercaban a la orilla.

Ya sus labios lo sentían en los míos, estaban que no se quería despegar de mí.

Como por segundo ella se levanto y corrió rápidamente al mar, sin hacer ni mínimo de ruido al llegar a la orilla se desvistió y solamente se le veía aquel traje de baño que siempre quiso tener cuando creciera, eso fue un asombro porque después se les empezaron a pegar los pies; luego cayo como que si estuviese inconsciente volteada boca arriba y unas transformaciones de o con escamas, sus colores brillantes eran bellísimos con reflejos.
La marea subió como increíblemente pero si no estábamos en luna llena, bueno el agua se la llevo arrastrándola hasta profundidades del océano.
Y mis ojos se empezaban abrirse igual como cuando se cerraron lentamente como al principio.

Al abrir los ojos completamente vi.->--.

Solo estaba el brillo del sol mucho mas intenso, pues hasta el cielo despejadamente sin mostrar limite alguno; y eche para atrás inclinando las piernas pero los dedos de los pies estaban completamente arrugados, pero no le di importancia.

Pero doble la cabeza hacia la izquierda pero no la llegue a verla, aunque si estaban en la arena las profundas pisadas que hizo antes de besarme y acariciar mi cara con su suave palma de la mano izquierda.
Y al voltear a la derecha también vi. Otras pisadas en la arena que comenzaban desde mi pierna derecha en donde me encontraba yo sentado hasta no se, porque desde allí vi. Las huellas infinitas sin límite alguno.

2
Luego me levante y me puse a seguir aquellas huellas infinitas poniéndome a contarlas en par de dos y contaba- uno- dos- tres- pues la que poco a poco iva contando, con la yemas de los dedos de mi pie derecho la iva borrando poco a poco.

Ya en casi media hora yo llegue a un cruce; desviándose a la orilla de la playa, dude por unos segundos y trate de devolverme al número que llevaba.

Cuando de pronto escucho una voz al frente y a lo lejos de mi llamándome y diciéndome, gritadamente-mi amor- >-¡era una melodía muy llena de amor y dulzura a la vez ¡-.
Pero al subir la cabeza y mirar al frente vi. Una maravilla o el ser mas hermosa y angelical que pudo haber en toda mi vida, mucho mas que mi vida misma.

Ella estaba a lo lejos; pero no le podía ver la cara, era un rostro sin vida, luego al parpadear como por milésima e segundo ya la tenia mucho mas cerca de mi pero aun ella estaba dentro del océano y era como una ilusión, que veían mis ojos, porque me sorprendía de que sus manos no estén en movimiento como si ella no se estuviese ahogando o como si nada le estuviese pasando.
Volví a parpadear en aquel insólito segundo, cuando la tenía mucho más cerca de mí, pues viéndole el rostro.
Allí exclame- pero se parece a ella-¡-aquella rosa con gotas de llovizna serena del amanecer, aquella niña de risa brillante que hacia que mi corazón palpite enamorado!

Pero luego rechacé mi exclamación retrocediendo y diciendo- ¡no puede ser!- como esto puede estar sucediendo pero no llegué a dar ni unos cinco pasos atrás, cuando ella ya estaba pasando la orilla de la playa, pues pisando de nuevo la arena y volviendo a marcar las huellas.
Yo sonreí; es mas, me alegró el corazón cuando le volví a ver la cara.

Le noté en su mirada, su amor por mí, se acercó a mí como de golpe y sin temor,
pero sin ganas de amarla; aunque solo en ese instante, me dio el beso mas largo de su vida, aun sabiendo que no era suficiente como para separarme en el momento de ella.

Ya yo sabia que el subconsciente me traicionaba, sin habérmelo dicho de que ella se iva de mi lado para siempre, bueno de un momento a otro fue lo que pensé, aunque no se si en verdad se va de mi.
Al terminar de besarme, me abrazo fuertemente y sin temor a soltarme.

Luego dejo de abrazarme, ella suspiró retrocediendo, confesándome y diciendo
--te amo-- siempre te ame sin darte cuenta -- pero por siempre te amare, mi amor-- cada paso que dejaba delante de mí, era cada día sin ella, cada año sin verla.
Y mis ojos apagados, aguados y con reflejos brillantes del sol, sentía que lloraba dentro de mi hasta que explote hacia afuera el dolor de la desesperación, que los brotes de lagrimas traspasaban mi mejilla cayendo a la arena, pera era tan fuerte el dolor que sentía.

Cuando de pronto vi. Que se lanza de espalda como desmayada al agua, pues allí se transformo en una linda sirena y como flecha o estrella fugas se fue nadando de allí moviendo su aleta dentro del mismo mar.

Yo vi. Una luz brillante y salí apurado corriendo en busca de su rescate, al pasar la orilla, me acosté y empecé a doblar las manos desde adelante para atrás, echando el agua que pasaba por las palmas de mis dedos; incluyendo la que traspasaban por mis dedos, hacia atrás, es mas estaba nadando.
Al llegar al sitio no la vi. Y me devolví para salir del mar.
Bueno ya afuera pisando tierra, estaba un anillo con un brillo de diamante hermoso allí en la arena sin enterrar completamente; me agache agarrándolo y levantándome en el momento, lo guarde en mi bolsillo frontal derecho del pantalón.

Después se me ocurrió ponerles piedras a las marcas de pies o huellas plantadas de ella; tan solo para cuando yo volviera a ese mismo lugar la recordara, y empecé una por una.
Ya para cuando termine, me quede un largo rato contemplando el mar, esperando ver su sombra.
Luego el anillo aquel de diamantes me lo coloque en el dedo índice de mi mano derecha.
Al no verla, me puse a caminar buscando la salida de esa hermosa playa, donde fue primero, pero diría el ultimo por de mi; porque no se si llegaría volverla a ver a ese ser, ese ángel especial que creció conmigo en mi corazón y en mi mente.

Hable asegurando y diciendo->- por siempre la he amado…- bueno será en otro momento y exclame -¡será otro día…! Me desperté diciendo –te amo –y escuche su voz diciendo igual – te amo.

Abrí los ojos completamente y la vi. Pues esa flor de dolor florecido se marchito ante la emoción.
Pero sentía el anillo aquel puesto en mi dedo.
Allí dije –>—quería verla— y tenia su recuerdo—mucho mas – siempre le hablaba—
Y susurre – ¿para que desesperarme, —si siempre la tuve a mi lado?.......