TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / La_Columna_del_Miercoles / La lectura y los programas educativos. (borarje)

[C:360855]

¿Es válido leer por obligación?

El escritor francés -nacido en Marruecos- Daniel Pennac (pseudónimo de Daniel Pennacchioni), da una respuesta en sus Derechos Imprescindibles del Lector: "Como cualquier enumeración de derechos que se respete, la de los derechos a la lectura debería empezar por el derecho a no hacer uso de ellos -y en este caso con el derecho a no leer-". Y más adelante, reafirma: "Hay 36.000 motivos para abandonar una novela antes del final: la historia no interesa, sensación de haberla leído antes, no gusta el tema... ¿Un libro se nos cae de la mano? Que se caiga".

Por su parte, Jorge Luis Borges decía que: "Si no da placer, un libro debe abandonarse de inmediato".

En contradicción, quienes elaboran los planes de estudio de la escuela secundaria, así como de la preparatoria o bachillerato, sostienen que la lectura se debe imponer, incluso la lectura de algunas obras en particular, ya sea porque son clásicos, porque fueron escritos por eminencias, porque son representativos de su género o época... y sinfín de razonamientos más.

Volvamos con Borges: "El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo. Yo siempre les aconsejé a mis estudiantes que si un libro los aburre lo dejen; que no lo lean porque es famoso, que no lean un libro porque es moderno, que no lean un libro porque es antiguo. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz".

Y surge la duda sobre si los honorables señores que elaboran programas de estudio habrán leído a Martín Caparrós, cuando dice: "Cuando leo estoy dejando ese libro todo el tiempo, y espero que ese texto -la nostalgia de ese texto- me haga volver a él. Lo primero que tiene que construir un texto es la nostalgia de sí. Y si no chau. Lo menos que se le puede pedir a un libro es que te obligue a leerlo, ¿no? Lo cual sucede poco: dejo muchos más libros que los que termino".

La Iliada, La Odisea, Otelo, La Divina Comedia, El Quijote, son sólo algunas obras clásicas que figuran como lectura obligada para estudiantes de secundaria en la mayoría de los programas, obras que los estudiantes llegan a detestar, resultado de la tediosa imposición.

Cuenta Daniel Pennac: "Leí La guerra y la paz por primera vez a los doce o trece años (más bien a los trece, estaba en quinto y bastante adelante). Desde el comienzo de las vacaciones, las largas, veía a mi hermano internarse en esta novela enorme, y su mirada se volvía tan lejana como la del explorador que desde hace siglos ha perdido la preocupación por su tierra natal.
—¿Es tan estupenda?
— ¡Formidable!
—¿Qué es lo que cuenta?
—Es la historia de una chica que ama a un tipo y se casa con un tercero.
Mi hermano siempre ha tenido el don de resumir. Si los editores lo contrataran para redactar sus textos de contraportada (esas patéticas exhortaciones a leer que se pegan al dorso de los libros), nos ahorrarían bastante palabrería inútil.
—¿Me la prestas?
—Te la doy.
Yo estaba interno, ése era un regalo inestimable. Dos gruesos volúmenes que me mantendrían entusiasmado durante todo el trimestre. Cinco años mayor que yo, mi hermano no era del todo idiota (y por lo demás tampoco se ha vuelto) y sabía a ciencia cierta que La guerra y la paz no podía reducirse a una historia de amor, por bien elaborada que fuera. Sólo que conocía mi gusto por los incendios del sentimiento y sabía despertar mi curiosidad mediante la formulación enigmática de sus resúmenes. (Un “pedagogo, en mi opinión.) Estoy convencido que fue el misterio aritmético de su frase el que me hizo cambiar temporalmente mis Bibliotheque verte, rouge et or y demás Signes de piste para meterme en esta novela. “Una chica que ama a un tipo y se casa con un tercero”... no veo quién se hubiera podido resistir. De hecho no quedé decepcionado aunque se equivocó en sus cuentas. En realidad éramos cuatro los que amábamos a Natacha: el príncipe Andrés, ese granuja de Anatol (pero ¿se puede llamar a eso amor?), Pedro Bezujov y yo. Como yo no tenía la menor posibilidad, me resultó forzoso identificarme con los otros. (Pero no con Anatol, ¡un verdadero cabrón el tipo ése!)."

Este breve relato da la pauta que el profresor debiera seguir en el aula: despertar el interés, más que imponer.

¿Quién podría resistirse a leer las aventuras de un tipo en prolongado peregrinar, mientras en su hogar la esposa se las arregla para evadir el sí a larga lista de pretendientes y el hijo de ambos sale en busca del padre, temeroso porque los muchos interesados en su madre pueden destruir su hogar? La Odisea tendría más lectores por gusto de los que hoy tiene sólo porque es un clásico.

Es tarea del profesor sembrar la semilla del interés, pero teniendo la posibilidad de dejar al estudiante la decisión de tomar el libro, sin verse en la necesidad de imponer el momento de comenzar la lectura, e incluso el de terminarla en determinada fecha para cumplir con un programa y así evitarse sanciones administrativas.

Y termino con Virginia Woolf, quien escribió: "Admitir autoridades en nuestras bibliotecas, por más pieles y togas que tengan, y permitirles decirnos cómo leer, qué leer, qué valor darle a lo que leemos, es destruir el espíritu de libertad que es el alma de esos santuarios".



*En Cancún, costa mexicana del Caribe.


Texto agregado el 08-07-2008, y leído por 943 visitantes. (6 votos)


Lectores Opinan
12-07-2008 Un tema interesante. Me quedo con tu penúltimo párrafo "Es tarea del profesor sembrar la semilla del interés, pero teniendo la posibilidad de dejar al estudiante la decisión...". Todos hemos vuelto a algunos de esos clásicos que en nuestra época de estudiantes odiamos, y sin embargo, cuando nos llegó el momento adecuado disfrutamos sin presión, sólo por placer. Una buena columna. sophie
10-07-2008 jejejeje bueno, realmente ud. ademas de buen escritor tiene la experiencia docente. y ud. sabe como se cuecen las habas en esto; quizas no debiera ser asì, pero con todo respeto, eso es el problema de la educaciòn publica al menos en mèxico, en manos màs de polìticos que de verdaderos expertos en la didactica y en el campo disciplinar...resultado? esos programas insufribles.... luzyalegria
09-07-2008 En cuanto a que la lectura en el ámbito escolar debería ser de carácter obligatorio, sobre todo, si se trata de escritores reconocidos, NO ESTOY DE ACUERDO y me permito citar lo siguiente: “El gusto por la lectura es algo personal e intransferible. El lector enfrenta al texto desde su trasfondo cultural… Cada lector es un individuo único, por lo tanto, lo que lee será también único. (http://home.coqui.net/sendero/gustolectura.pdf). ¿Cuántos niños y adolescente han terminado odiando un libro por el solo hecho que una autoridad, llámese ésta maestro o padre se la quiere imponer? Una cosa es imponer, y otra es fomentar. En este último aspecto, existen muchas formas de hacerlo que los lectores, educadores y padres de familia podemos encontrar en Internet, sin embargo, me permitiré mencionar una, que me parece, tal vez, la más ¿humana?: la lectura no se debe tratar como una tarea escolar, ella hay que hacerla ver con la misma naturalidad que se enseña a hablar a nuestros niños. El libro es un elemento físico a través del cual se pueden establecer infinidad de vínculos emocionales entre padres e hijos. Acercarse a un hijo que lee interesándose por la historia que está leyendo y escuchar lo que cuenta, es una forma de comunicación con él y una oportunidad excelente de incidir en su formación (http://www.mailxmail.com/curso/vida/fomentargustoporlalectura/capitulo5.ht m). Hay otras recomendaciones, que me permitiré señalar y que pienso que nos podrán ayudar en nuestra tarea de formadores: No hay que esperar a que un niño sepa leer para motivarlo por la lectura. Un buen lector comienza a formarse cuando todavía no sabe leer. Por lo cual, es conveniente fomentar - con naturalidad y sin imposiciones - un rato de lectura al día. Puede ser práctico asociar la lectura a algún momento del día (antes de al irse a dormir, después de cenar). Hay que facilitar que poco a poco los niños vayan teniendo su propia biblioteca (o compartida con sus hermanos). En la medida que los niños sean mayores, es conveniente buscar libros relacionados con sus aficiones e intereses. No olvidar que un objetivo es mantener vivo el hábito de lectura. Por otra parte, no hay que precipitarse, hay que saber esperar para dar los libros adecuados en el momento oportuno. Nunca plantear la TV como enemigo. Si es la TV lo que realmente atrae al niño, habría que fijarse cuáles son sus programas favoritos y tratar de buscar libros relacionados con esa temática. Incluir dentro de las salidas habituales de compras, dar una vuelta por una buena librería. Aunque no se compre nada, es bueno ver las novedades que han aparecido y familiarizarse con el mundo de los libros. Asimismo, también es bueno para fomentar el gusto por la lectura ir de vez en cuando a una biblioteca. (http://www.mailxmail.com/curso/vida/fomentargustoporlalectura/capitulo6.ht m) Bueno amigo, gracias, nuevamente, por tu interés en ayudarnos a ser mejores. Estos consejos tomados de Internet, lo hemos puesto en practica en nuestro país y están dando muy buenos resultados. Un gran abrazo y un libro de estrellas para ti. Sofiama
08-07-2008 A ver si aprenden algunos a no imponer lecturas en esta página, ya sea en la Mesa redonda o en los libros de visita. Hay quien lee por devoción, y quien lo hace por presunción. El primero disfruta; el segundo se frustra. Pero tocas, como siempre, un punto interesante: la importancia, la responsabilidad que tiene el profesorado en el hábito de la lectura. Cuestión, no sólo, de psicología, sino de pasión por la lectura. Son pocos los profesores que leen por afición. La mayoría del alumnado que despierta interés por la Literatura nace en la familia, que también tiene su protagonismo en la educación integral del niño. Creo que Victoria, en su comentario, coincide conmigo. Gracias, Borarje, por esta nueva reflexión. maravillas
08-07-2008 Estoy muy de acuerdo con lo que dices.La lectura no debe ser impuesta. Creo que Daniel Pennac,era muy inteligente,pues supo incentivar con lo que sabía serviría de gancho para involucrar a su hermano en la lectura. Es cierto el profesor debía hacer lo mismo.Nadie se incentiva para leer el Quijote,pero si el profesor contara un pequeño párrafo de él,es muy posible que se llegaría a algo positivo. Antes de entrar a esta comunidad,leía mucho,y puedo asegurar que se crea una adicción cuando se le toma el sabor a la lectura. Hubo un libro que he buscado mucho,pues me lo prestaron y dejó en mí algo muy especial.Se llama "Flores en el Ático,no recuerdo ni siquiera al autor,tengo que tenerlo anotado en agendas que dejaron de interesarme;pero lo sigo buscando,porque me atrapó el alma. Ahora he dejado de leer,por estar acá que tambien es adictivo.Pero creo que menos constructivo. Me encantó,me gustaría decir tantas cosas,pero sé que llenaría u ocuparía demasiado lugar. Gracias por traer temas tan interesantes Julio******** Besitos Victoria 6236013
Ver todos los comentarios...
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]