EL DESPERTAR

“—Despierta, despierta. ¿Qué soñabas que te angustiaba tanto? Transpirabas, gemías y tenías el rostro descompuesto. Seguramente fue una pesadilla ¿verdad? ”

—Sí, cariño, soñaba contigo...” Plafff... Me dio una bofetada que me dejó mudo. Luego se levantó de la cama, cubrió su desnudez con una bata y se fue a dormir en el cuarto de huéspedes, sin decirme una palabra más.

Al día siguiente se marchó de casa. Y dos días después me visitó su abogado...

Ahora van tres meses. Y el divorcio está en marcha. He intentado comunicarme con ella; pero es imposible establecer contacto, siempre me evade...

Disculpe si bebo otra copa... es el abatimiento; pero... Bueno, ¿quién podría haber previsto que la pesadilla de aquella noche fuera el inicio de ésta..? Y pensar que había soñado que la perdía para siempre... Qué irónica es la vida, señorita... Qué irónica es la vida...

—Sí. Qué irónica es la vida, amigo mío... Pensar... que no escuchar... o no saber decir lo que sentimos... nos puede costar la felicidad...
”Perdona el maquillaje y los rulos... Y estas lágrimas... Vamos, paga la cuenta... Volvamos a casa.

Jr. de Válery