Cristina nunca fue adicta a la web. Su experiencia apenas abarcaba algunas visitas al messenger y el reenvío de cadenas por mail. Como no tenía computador visitaba a su vecina cuando quería navegar, lo cual no sucedía con frecuencia. Por eso, cuando Victoria le mostró facebook.com se sorprendió ante la infinidad de posibilidades que ofrecía. Luego de la inducción de rigor, se sentó frente a la máquina para abrirse un espacio entre millones de usuarios que se conocen o reencuentran día a día.

Ingresó sus datos y buscó en el pendrive su foto predilecta para identificarse. ESTADO CIVIL: Soltera. FECHA DE NACIMIENTO: 19/5/82. De inmediato comenzó a pescar recuerdos para contactar viejos amigos y el nombre de Santiago irrumpió rápidamente. SANTIAGO ESPINOZA: Encontró cientos de opciones, pero en la página 3, justo al inicio, identificó a su Santiago.

Habían pasado 12 años y su imagen provocaba en ella la misma emoción. Mantenía su cabello largo, sus cejas pobladas y su perenne sonrisa. La imagen le mostraba a punto de lanzarse en parapente desde un puente.

Pulsó la solicitud de amistad y dejó un mensaje:

Santiago, ¡que emoción saber de ti!. Escríbeme, muero por verte. Cristina.

Volvió a casa sin parar de pensarle, vino a su memoria el viaje a la playa, besándose escondidos mar adentro. La fiesta de Francisco y los torpes intentos de hacer el amor en la biblioteca… Estaba feliz entre tantos recuerdos, viéndose de nuevo estudiante, tomando la mano de Santiago.

El amor es Circular, ha vuelto. Dijo para sí al descubrirse enamorada.

La mañana siguiente la encontró desvelada, estuvo hasta tarde hurgando entre mil fotos de su época liceísta. Tomó las mejores y las empaquetó en un sobre. Iría a casa de Victoria para montarlas en facebook con el scanner. Santiago se sorprendería gratamente. ¿Habría respondido su solicitud?

A las nueve despertó a Victoria con cualquier pretexto absurdo y se sentó en el computador: www.facebook.com. SANTIAGO ESPINOZA ACEPTÓ SU SOLICITUD: Hizo Clic y vio su perfil. NOMBRE: Santiago Espinoza, ESTADO CIVIL: Casado con Teresa Gutiérrez…

Tuvo que rememorar el resto de la historia. Aquella Teresa Gutiérrez que once años atrás les había separado. Vio las fotos de la boda, la playa, el niño, navidad…

Escribió un mensaje, tomó el paquete y salió de la casa...

Esa noche al sentarse un rato en la Computadora, Santiago encontró una nota incomprensible:

“Púdranse. El odio también es circular…”