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Una figura, cuyo material se asemeja al de un cristal, recibe rayos provenientes del sol. Lo anterior produce que las distintas aristas de la figura asimétrica adopten distintos colores que parecen seguir distintas rutas, pero unirse para converger. En ese momento, observa el camino de la carretera. El día comienza a atardecer.

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En la ciudad, se inicia un nuevo ciclo del “Taller de literatura”. Tomás, con mas dudas que certezas decide entrar al taller, concurriendo al lugar señalado.

Con su corbata suelta, y el botón superior de su camisa desanudado, retrato frecuente en él luego de una pesada jornada laboral, se encuentra frente a la puerta, donde se desarrolla el taller. Observa el volante de invitación abierto para todos los interesados, y rascándose lentamente la cabeza con una mueca en su rostro que denota todas sus sentimientos encontrados. En ese instante, su teléfono celular suena, e instintivamente lo apaga. Sin embargo, casualmente observa la hora, y se da cuenta que está atrasado...diez minutos atrasado. Tomás a pesar de ser considerado como un tipo de pocas palabras, exacto en sus apreciaciones, pragmático y conservador, realmente es alguien despistado que pareciera estar en “otra”, inmerso en sus propio mundo.

Cuando decide cruzar la puerta, arregla su corbata de forma mecánica para dar la mejor primera impresión posible, sin embargo siente aquellos sentimientos nuevamente...

Con su rostro reflejando su vergüenza por llegar atrasado, una mujer de mediana edad, quien dirige el taller, pierde la línea argumental de lo que exponía. Se da vuelta para observar a quien ingresa, y con una mirada, que refleja paz y armonía, le dice

Encargada del taller: Siéntese...

Tomás: Gracias (responde, mientras se sienta)

Mientras Tomás camina hacia la mesa disponible, observa y es observado por sus compañeros en el taller literario.



Observa, en las primeras mesas, una figura robusta, vestido con ropas coloridas, acompañado de una mujer que parece acaparar la mayoría de las miradas. Cerca de ellos, se encuentran otros 2 del taller, de los cuáles, logra identificar a un amigo de él. Esto lo hace tranquilizarse, y se reduce en parte la tensión inicial. Observa también a un hombre y una mujer, que conversan animadamente, los cuáles parecieran ser amigos de antes.

Lo que llama su atención, sin dudas es una mujer, sentada en los asientos del medio, observando atenta a la encargada del taller. Ella llama inmediatamente la atención de Tomás, una leve sonrisa se dibuja en su rostro.

Encargada del taller: En este taller, como les comentaba anteriormente, es una infinidad de desafíos, los que puedo vislumbrar, y me es difícil intentar predecir lo que acontecerá en este tiempo que estemos juntos. Sin embargo, puedo decirles claramente lo que no deseo que suceda. No deseo que esto se convierta en un monólogo. No tendría sentido en si mismo este taller, si yo creyera que la soy poseedora de la verdad, en el sentido absolutista si se quiere, acerca de la literatura. En este taller, si bien estoy parada, expresando esto frente a ustedes, en el transcurso del taller, también estaré sentada en las sillas, aprendiendo, extasiada frente a las diversas formas de expresión que surjan, intentando transmitir mi conocimiento y guiar sus potencialidades, pero también, escuchándolos, observándolos, y siendo también una mas, en este taller.

El hombre desde sus orígenes ha tenido diversas formas de expresarse, de manifestarse hacia el mundo, las cuáles no podemos restringirlas a lo que en consenso se considera arte. A pesar de que podamos tener diferencias, los distintos puntos de vista, me interesan de sobremanera...

Es solo cosa de observar, de escudriñar profundamente cuando vayamos camino a casa, o cuando observemos por la ventana una lluviosa tarde de invierno. Desde las grandes obras de ingeniería, hasta el traslado de una casa en Chiloé. Desde las constituciones o interminables marcos legales, hasta una simple declaración de renta, hasta los métodos científicos, vemos la expresión de hombre. Por suerte para ustedes (sonríe) en este taller, solo nos concentraremos en las expresiones en forma de literatura, como un prosa, un poema, o incluso una novela, una amplia gama de posibilidades, tantas como vayamos descubriendo. Este taller literario es una invitación abierta, a todos quienes quieran participar, es un compartir nuestros sueños



Nuestras manifestaciones, no solo se concentrarán en este espacio físico, sino también podremos desarrollar lo que nace desde lo mas profundo de nuestro ser, en nuestro ambiente, donde podemos inspirarnos en nuestro propio espacio, al son de la música, o de lo que nos llene de energía. También tenemos en mente realizar visitas a lugares mágicos, tales como La Sebastiana, por ejemplo.

Ha terminado aquella primera “reunión de amigos” como prefiere llamarlo la encargada del taller. Mientras todos comienzan a retirarse, escucha una voz conocida. Es su amigo Gonzalo

Gonzalo: Tomás, viste esa mina tan linda, la que estaba adelante?

Tomás: Si, claro

Rodrigo, el amigo con el cual llegó Gonzalo al taller, se encuentra hace algunos minutos intentando socializar con el tipo robusto y de colorido vestir, ya que le interesa Feña, la mujer que concentra las miradas. Gonzalo, que observa lo que acontece un par de sillas mas adelante, queda mirando a Tomás, y le murmura rápidamente...

Tomás: Qué? Estás loco, como voy a ir a hablarle a esa mujer. Aunque este sola, yo no la conozco...no tiene sentido

Gonzalo: Tomás, metele conversa con los temas que te dije, te va a ir bien...

Antes de que Tomás balbucee la frase

Gonzalo: Hágame caso, confíe en su amigo (le dice, cerrándole el ojo)

Tomás decide acercarse a la joven por unos minutos.

Luego de que ya nadie queda en el taller, Tomás da vueltas por la ciudad, observando sus parajes, caminando entre vegetaciones frondosas, que se mezclan con casas antiguas, las cuáles forman una especie de pueblo dentro de la misma ciudad...pero ese pueblo no parece estar estancado, sino mas bien parece adaptarse a la modernidad, sus casas, su plaza, sus almacenes bien cuidados, manteniendo dignamente su pasado.

Sin pensarlo 2 veces, decide ir a visitar a su amigo Gonzalo. Luego de una charla amena recordando una infancia y adolescencia juntos, surge la pregunta que rondaba en la cabeza de Tomás



Tomás: Cómo sabías que la mina que estaba sola en la silla, que ahora sé que se llama Camila, iba a enganchar?

Gonzalo: Aún me quedan algunos truquitos bajo la manga...tu sabes, un mago nunca debe revelar sus secretos, sino se pierde toda la gracia

Tomás: De verdad, no entiendo como sabías que ella iba a seguirme la conversación, al principio me sentí tan ridículo...

Gonzalo: (riéndose) está bien hombre....yo a ella la conocía de antes, de algunos carretes. Tiempo que no la veo, y ella tiene mala memoria, eso es algo que todos los que la conocen saben. Yo me acordaba de algunas conversaciones con sus amigas, de su “onda”, y por eso que con lo que te dije al oído, me tincaba que te podía ir bien, jejeje....

Tomás y Gonzalo quedan de acuerdo, en socializar por separado, para que así puedan conocer gente nueva.



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El invierno comienza a aparecer, en la ciudad se observan lluvias seguidas por vientos.



Para la próxima sesión, Tomás se preocupa de llegar a la hora indicada, y de reojo observa la sala, algunos pocos ya han llegado, sin embargo, una sola situación, sin mayor importancia para los presentes, le hace tomar un segundo aire...ahí está Camila, sentada en la misma silla del medio...

Tomás: Hola

Camila: Hola, como estás

Tomás: Bien...puedo sentarme acá?

Camila: Claro

Tomás: Me tinca que ya tengo algunos sobrenombres...

Camila: Por qué lo dices?



Tomás: Porque llegué tarde, despistado...tu sabes que la primera impresión siempre queda

Camila: (lo observa detenidamente y sonríe). Pero Tomás...no te lo tomes así, la verdad es que no creo que nadie haya pescado mucho ayer. Nos contaron en parte de que se trataría este taller, y no mucho más...

Tomás: Gracias (responde mas aliviado)...tienes razón. (Tomás espera unos segundos). Qué leías?

Camila: Cuándo?

Tomás: Recién...hace un rato estabas muy concentrada en un libro

Camila: Ahhh, si, es un libro que habla de los distintos museos del mundo, sus principales obras, y habla de las distintas posturas filosóficas de sus autores

Tomás: Me parece interesante. Estudias filosofía o algo así?

Camila: no, aun no me decido, estoy en bachillerato. Creo que es una de las razones por las que entré a este taller

Tomás: Creo que conservaré este volante hasta el final del taller

Camila: Por qué

Tomás: Pienso que me dará suerte...o quizás sea algo solo nostálgico

Ya comienzan a llegar los últimos rezagados, y la guía del taller, se acomoda sus lentes, que cuelgan de su cuello, mientras comienza la segunda sesión del taller

Encargada del taller: Queridos miembros de esta reunión...quisiera que antes de empezar este camino, ojalá lleno de sorpresas y descubrimientos, que nos presentáramos. Me gustaría que dijieran su nombre, y el porqué han ingresado a este taller

Desde un asiento, se escucha una voz, a la cual todos observan

Vicente: Hola, mi nombre es Vicente. Soy historiador, y busco siempre aprender, buscando perfeccionarme...eso es en resumen parte de mis motivos

Encargada del taller: Bienvenido Vicente

Acto seguido, se escucha la voz de quien ha permanecido hace 2 sesiones al lado de Vicente, y se le observa frecuentemente comentando lo que sucede con él. Es Alicia

Alicia: Bueno, yo he venido junto con mi amigo Vicente. Me parece una iniciativa llamativa, y quisiera poder encontrar mi estilo de escritura, porque a pesar que hace tiempo lo realizo, no como profesión, sino mas bien como una pasión, quiero redefinirme literariamente hablando.



Una mano es alzada desde los primeros asientos de la sala. Es aquel personaje robusto, aspecto bonachón y larga melena

Gordo: Hola...todos me pueden decir gordo, así es como me apodan mis amigos y los que me conocen. Me metí a este taller, por intuición, ojalá no me fallé

Tras una sucesión de presentaciones, unas mas elegantes, y otras bastante mas escuetas, se escucha una voz. Pausada y distinta.

Ferrado: Como algunos ya saben, me apellido Ferrado. Intentaré explicar, de forma sintética mis razones. Desde que pequeño mi vida ha estado unida a la literatura. No podría concebir mi vida sin las letras. Es una piedra angular en mi vida, y lo que me hace sentir pleno. Desde la Universidad, hasta ahora que he realizado algunas publicaciones, siento que debo parar, y observar las nuevas tendencias, algo que refleje lo que vendrá en la nueva camada literaria

En la sala, todos los ojos apuntan hacia Ferrado, y surgen algunos murmullos. Luego de un par de intervenciones y presentaciones, la reunión acaba, y los participantes comienzan a retirarse.



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La tarde ya cae sobre la ciudad. Ha sido un día agitado para Tomás. Ser independiente y emprendedor junto a algunos socios ha sido una tarea ardua, bastante más de la que el había vislumbrado. Reuniones, poco tiempo, idas y venidas hacia los bancos, un día sin duda lleno de movimiento y algo complicado, pues en aquellas reuniones dependía la captación de clientes para la empresa en ciernes. Sin embargo ya es Viernes, y como es costumbre cada semana, asistirá a aquel taller que parece cada vez mas interesante.

Tomás, corre, ya que sabe que el tiempo apremia, sin embargo, logra acceder por la puerta principal del taller un par de minutos antes del inicio de la “reunión de amigos”. Sin embargo se encuentra con una sorpresa que lo deja consternado. Alguna gente del taller ha llegado antes, y uno de los integrantes del taller, Ferrado, se ha sentado al lado de Camila,

Intentando que no sea notorio que el mundo entero parece derrumbarse, camina hacia un asiento, ubicado en el sector derecho, al medio.



Una vez comenzada la sesión, la encargada del taller, expone ejemplos de literatura contemporánea, donde Ferrado hace una muy interesante acotación. Se nota bastante culto, inteligente, e incluso a ratos sarcástico, donde sus mayores intereses parecen enmarcarse en la literatura y la filosofía.

Un hombre, que parece ser aún joven, y de agradable semblante se sienta en la banca contigua. Tomás, saluda a su nuevo vecino de “silla”

Tomás: Hola que tal, mi nombre es Tomás

Esteban: Hola, soy Esteban, que tal, como estás

Tomás: Hola. Primera vez que te veo por acá. Eres nuevo taller?

Esteban: Sí, este taller me lo recomendó un amigo, dijo que sería una experiencia buena para mi, porque...

Antes que termine, su frase Esteban, la encargada del taller, sugiere realizar el primer intento literario del taller, con tema libre.

Tomás escribe algunas líneas, pero luego comienza a observar hacia la ventana, meditando. Repentinamente, la encargada del taller, pregunta a los “contertulios”.

Encargada del taller: Bueno, quisiera que compartieran sus líneas con el resto de nuestros contertulios. Comencemos por.... tú, el de la ventana

Tomás: Yo?

Encargada del taller: Si pues, tu, vamos comparte con nosotros tu texto

Ante la sala, que lo observa, y la mirada de la encargada, Tomás, quien se encuentra totalmente sorprendido con lo anterior, decide participar

Comienza a leer...sus ideas son buenas, sin embargo su temor y el hecho de tener que improvisar por solo haber terminado un par de líneas lo lleva a cometer errores, lo cual se transforma en un enredo pésimamente hilado de ideas, mientras en su cara comienza a denotarse una gota de sudor cayendo por su frente...La sala queda confundida...y comienzan los demás integrantes a exponer sus escritos. Sin embargo, lo único que quiere Tomás es irse pronto a casa.

Es Sábado, a eso de las seis de la tarde, ya no hace tanto frío, aunque el sol intenta aparecer tímidamente con sus primeros rayos.

En las calles se ve algo de gente. Tomás y su amigo Gonzalo caminan por las calles cercanas al taller. Mientras recorren una pequeña galería, de no mas de 20 locales, en una cierta vitrina donde se pueden observar distintos artículos para ocasión, Tomás se queda absorto observando uno de los papeles de regalo, embelesado observándolo



Gonzalo: Qué pasa Tomás, has estado en otra todo el día

Tomás: nada...

Gonzalo: mmm, que onda Tomás te conozco, te quedaste pegado mirando...estabas pensando en la Camila?

Tomás: no, no....no era eso

Gonzalo: Ya te embalaste Tomás, te conozco

Tomás: (mientras está en otra) no, en serio que no

En otro lugar, lejos de allí, se encuentra un gran edificio, de color blanco, y que en su interior se encuentran máquinas de última tecnología

Se escucha por altoparlantes: “Estamos con atraso de 15 minutos, pero nuestro dentista estará intentando subsanar esto a la brevedad”

Un ejecutivo mira su reloj impacientemente. Su agenda es apretada, y se ha programado para poder realizar este nuevo anhelo, que responde una necesidad de imagen auto-impuesta mas que otra cosa. El hecho de blanquearse los dientes se ha transformado en una necesidad imperiosa.

Ante el anuncio, se observa la molestia en su semblante. Decide aún así sentarse, y esperar. Toma una revista, que parece nueva, y la comienza a ojear. Le llama la atención ver en sus hojas, una especie de cuento, el cual está acompañado incluso con dibujos. Lo sigue leyendo, mas que nada por lo ridículo que encuentra la situación, pensando que se trata de una revista dirigida para gente “adulta”.

Luego de 10 minutos, se acerca a la secretaria

Gaspar: Disculpe, puedo llevarme esta revista

Estela: Si claro

Gaspar: Gracias

Gaspar recoge sus cosas en el asiento, y se va

Estela: Don Gaspar, no se vaya, sólo quedan 2 personas antes que usted!

Gaspar: No se preocupe, reservaré hora para mas adelante, gracias

El rostro de Gaspar ha cambiado, y algo parece haberle afectado. Los pasajes del cuento, son conocidos por él, sus metáforas e incluso sus personajes

Todo esto lo lleva hacia un recuerdo, perdido en su memoria.



Cuando él entro a trabajar a la naviera, recién egresado de la universidad, se encontró con lo que el siempre había deseado. La industria naviera en todo su esplendor, el mundo de los negocios. Entre todo eso, encontró un amigo. Se hicieron muy unidos, quizás por ser los más jóvenes de la empresa. Además de ir aprendiendo juntos, compartiendo almuerzos donde podían reir y distenderse, sin embargo el tiempo los fue alejando.

Gaspar siempre ha pensado que realmente su amigo se fue estancando, no pudo adaptarse a un mundo vertiginoso y eficiente, donde no tienen cabida los errores. En su memoria aparece inmediatamente el episodio de los nuevos ERP que la naviera adquirió para mejorar su eficiencia.

Gaspar por aquel entonces, se encontraba en la gerencia comercial. La empresa naviera, de una tradición de más de 60 años en Valparaíso, fue adquirida por su principal cliente, el holding multinacional K+S. Luego de un corto tiempo, el directorio del holding decidió que la gerencia comercial se trasladara a Santiago, decisión difícil de entender para los trabajadores de la empresa, así como también para otros del mismo rubro.

Sin embargo, a pesar de las medidas tomadas, el directorio del holding veía con preocupación que los resultados de los últimos 3 años, reflejaban una utilidad menor a la esperada. Para Gaspar, esta situación fue peor aún...ya que la utilidad que él había proyectado mediante una presentación directorio tiempo atrás, era distinta a la situación real, lo que se transformaba en su primer gran error como ejecutivo de la naviera.

Tomás por su parte, se encontraba en la gerencia armatorial de la empresa, donde debían analizarse los buques a reparar, o a comprar si es que la empresa así lo requería. También se realizaban las adquisiciones para el personal abordo del buque, tales como los insumos básicos para la estadía de estos, así como también la comida, y también algunos productos para la diversión de estos. Debido a las actividades que realizaba la gerencia armatorial, se decidió que permaneciera en Valparaíso.



Luego de 2 meses con una utilidad menor a la proyectada por Gaspar, hecho debido en parte a que se dañó carga del tercer cliente mas importante de la compañía, decidió implantar el sistema de las ERP. Este nueva tendencia de Europa, exigía un manejo computacional y conceptual que requería horas de capacitación para los empleados, y esta debía ser obligatoriamente en Santiago, por lo tanto los empleados tuvieron que adecuarse a trabajar y hacer las capacitaciones, a pesar de todo, ya que fue una medida impuesta por Gaspar, con la amenaza de que si no era aceptado, serían despedidos.

Hubieron quienes, por causa de su edad, no pudieron aprender el complicado sistema de ERP. Ellos fueron despedidos, y mas de la mitad de la gerencia de armatorial fue trasladada a Santiago, dejando sólo a un par de trabajadores en Valparaíso, por requerimientos mínimos de funcionamiento de la empresa.

Lo anterior, trajo como consecuencia una fuerte presión para los empleados de toda la empresa, quienes debían suplir de forma casi sobrenatural, a quienes ya no estaban, y que aportaba con su experiencia ganada a través de todos los años trabajados para la empresa.

Este capítulo separó definitivamente a Gaspar y su amigo, quienes se dejaron de hablar. Su amigo, decidió dar un paso al costado, y renunció a la empresa.

Las calles ya comienzan a estar tapizadas de hojas. El otoño ya se ha hecho presente, aunque se espera una menos lluvioso que el del año pasado.

Tomás observa la congestión del tráfico desde su asiento en la micro. Ante la inminente espera, prefiere sacar sus audífonos, y escuchar su nuevo descubrimiento, una banda llamada Interpol.

Mientras observa por la ventana, la ciudad en este invierno incipiente a ratos parece asemejarse a Londres

A pocos metros del lugar, se saca los audífonos, y se apresta para una nueva sesión del taller. En esta nueva sesión, la encargada les pide que se reúnan en grupos de a 2, para así revisarse, y comentarse como un ejercicio para ir mejorando respecto a la primera vez.



A medida que se van leyendo dentro del taller los escritos, se escuchan algunos murmullos, y algunas opiniones acerca de lo que se lee para toda la sala. Tomás y Esteban, comentan respecto a un texto que les ha llamado la atención. Este trata temas que llaman a la reflexión como los “elementos” que nos unen y separan a los distintos pueblos, y como los hechos pueden ser interpretados de formas distintas, dependiendo de la cultura.

Ella parece buena persona, siempre con su pelo trigueño tomado, y un semblante angelical, quizás ayudado por su menuda figura. Sin embargo parece cambiar radicalmente cuando está con Ferrado y los otros “cortesanos” como los han apodado Tomás y Esteban.

Tomás: Tiene talento, aunque parece estar mas interesada en la aprobación de Ferrado que en su propio trabajo. Lo que acaba de leer, parecen trozos de conocimiento adquirido, pegados a la fuerza...

Esteban: Si, pareciera faltarle algo, realmente creo que es un escrito que no me convence, no sé, es como....

Mientras ambos comentan lo escrito por Josefina, repentinamente aparece Alicia



Alicia: El cuento de ella es bueno...

Tomás: Como puedes decir que eso?, replica instantáneamente

Alicia sonríe

Alicia: Pero déjame terminar, la frase...El escrito de Josefina tiene estilo, tiene un hilo argumental...pero su contenido, lo que rescatas es poco.

Tomás sonríe, pues parece al fin encontrar la frase que inconscientemente buscaba

Antes que Alicia se vaya, Tomás le dice

Tomás: Alicia, me interesa tu opinión, si se puede me gustaría trabajar contigo, y Esteban

Alicia: Si claro, si ustedes quieren, yo no tengo problemas, y podemos hacer un grupo de trabajo interesante con mi amigo Vicente. Así ustedes nos ayudan y yo les ayudo...

Tomás: Si, me parece super bueno

Alicia: Me debo ir...me esperan, chau

Tomás: Chau

Esteban: Chau



Es Viernes en la noche, y las primeras gotas empiezan a caer. Tomás, decide tomar su medicamento para la alergia, ya que desde pequeño las alergias y los resfriados le han traído problemas.

Su necesidad por salir luego de una interminable y monótona semana laboral, lo hace a pesar de lo anterior ir a dar una vuelta, aunque sabe que está prácticamente todo cerrado. Mientras da una vuelta por aquellos parajes llenos de casas antiguas que él siempre ha admirado, observa con alegría que su querido local “El Club del Sándwich”, donde tantas veces compartió con amigos después del carrete.

Decide comprar una bebida de 2 litros, y una promoción de 3 sándwich, la cual parece tentadora, al menos a primera vista.

Mientras camina de vuelta a casa, divisa el taller de literario, donde dejo su cuaderno por descuido. Como era de suponer las luces están apagadas, sin embargo no todo está en silencio, ya que Tomás escucha un ruido constante, por lo que se acerca para poder determinar de que se trata.



Al acercarse a unos 10 metros de la casa del taller, se da cuenta que aquel ruido es generado por conserje, un hombre de nos 48 años, y de estatura media, quien está regando el jardín del taller literario.

Tomás: Buenas noches

Conserje: Buenas noches, disculpe señor, el taller está cerrado

Tomás: Lo sé, pucha señor, solamente quería preguntarle si aún está mi cuaderno, que se me extravió

Conserje: mmm, cuaderno? De que color era?

Tomás: Era rojo, con una franja negra abajo

Conserje: Don ...Tomás?

Tomás: Si, si, ése es mi cuaderno

Conserje: A ver...pase, espéreme mientras voy a buscar su cuaderno

Tomás: Gracias

Pasan algunos minutos mientras Tomás espera que el conserje vuelva. Extrañamente siente nuevamente un ruido, aunque ya el conserje dejo de regar

Observa rápidamente por todos lados, pero todo parece igual.

Tomás: Al parecer estas pastillas para la alergia me están haciendo mal denuevo

Luego de un par de minutos llega el conserje



Conserje: Tome, revíselo para saber si es su cuaderno

Tomás: (mientras lo hojea rápidamente) si, este es. Disculpe, cuál es su nombre

Conserje: Juan Pablo

Tomás: don Juan Pablo, quería invitarlo, porque yo tengo 3 sándwich, y la verdad no creo que me los vaya a poder comer todos solo (mientras sonríe)

Conserje: Gracias, pero no se preocupe

Tomás: Acéptemelos pues, don Juan Pablo, así conversamos un poco, es Viernes y no me quiero ir tan temprano a aca

Conserje: (lo queda observando, ya que no es una petición usual)...está bien, pero sólo porque hoy no almorcé

Tomás: Se lo agradezco

Tomás: Y cuénteme, lo tratan bien acá

Conserje: Si, no tengo nada por lo cual quejarme. Y usted, está contento en el taller?

Tomás: Creo que sí, aunque a veces creo que no

Conserje: Por qué lo dice

Tomás: Porque a veces creo que acá pierdo mi tiempo, que venir a este taller es como...un reto al destino que lo haces por decir, si, yo me atreví...pero quizás aunque te atrevas, no es lo tuyo, no es donde perteneces

Conserje: Por qué lo dices? Tu sientes que no deberías estar en este taller literario?

Tomás: Claro, a veces pienso que no debería estar acá

Conserje: Mire, en mi opinión, me ha tocado alguna vez leer la obra que dejan los alumnos de este taller, usted sabe que por acá en algunas ocasiones el tiempo sobra. Leí su cuaderno...claro le falta a usted mejorar, pero lo que leí encontré que está bastante bien, respecto a los alumnos que pasan por acá

Tomás: Voy a considerar su opinión...de verdad

Conserje: Siga adelante Tomás, si usted ya está acá, es por algo. Lo peor que le puede pasar es que usted este en lo cierto, y que nunca aclare sus dudas

Tomás: Tiene razón. Hemos hablado suficiente de mi, cuénteme de usted. Siempre ha sido conserje de por acá

Conserje: Bueno, la verdad es que no siempre. Yo viví 7 años en Ecuador, trabajé allá, pero me decidí volver a mi país, lo extrañaba

Tomás: Que bien, me alegro de tenerlo de vuelta

Es mitad de semana, y las cosas han salido bien para Tomás y sus socios. Llega a su local predilecto camino hacia Valparaíso, el “Budapest” y pide como siempre una cerveza y un sándwich para degustar



Una figura aparece en el local. De impecable terno, y semblante duro,

Es Gaspar

Gaspar: Hola tanto tiempo, me puedo sentar acá?

Tomás: Claro, no veo que ese asiento este reservado

Gaspar: (mientras se sienta, aún dudando si fue una ironía o amabilidad). Tal como me conocen, te diré sin vueltas, que vengo por algo en concreto.

Tomás: (lo observa, percibiendo que pocas han cambiado). Si, bueno, dime te escucho

Gaspar: Leí en un revista, un cuento...ese cuento no era cualquiera, tenía claras referencias a un episodio al cual ambos nos sonaría familiar, y es mas, a mi persona. Dudé que se tratara precisamente de mi, pero cuando leí que lo firmaba “La voz imperceptible”, supe que eras tu. Ese ha sido desde siempre tu pseudónimo. Al parecer lo único que sabes es escribir acerca de mi vida.

Tomás: Está bien, lo reconozco, fui yo, y si, uno de los personajes eres tú

Gaspar: Claramente en tu percepción, estoy un par de escalones por debajo del demonio...

Tomás: Gaspar, creo que estás exagerando. Además esa es una revista que pocos leen, no es masiva

Gaspar: No vengo por eso. Como te decía vengo por algo concreto

Tomás: Sí, y de que se trata?

Gaspar: Vengo a hacerte una proposición

Tomás: Estoy escuchando

Gaspar: Tu bien sabes, que pronto viene el concurso, “Tertulias Literarias”. Los ganadores podrán publicar gratis, gracias a los fondos del Ministerio de Cultura, y el que resulte número uno, podrá publicar su cuento en el nuevo monumento que va a inaugurar el Ministerio.

Por tanto, mi proposición es la siguiente. Escribamos los 2, y veamos quien es capaz de clasificar, y mas aún, ser el número uno

Tomás: Y dime, que pasa si ganas tú?

Gaspar: Si yo gano...si yo gano tu debes dejar de escribir en revistas de poca monta, y en especial dejar de escribir contra mi persona

Tomás: Y si gano yo?

Gaspar: Si tú ganas...te puedo dar algo, que además de ser un lujo de colección, quizás te ayude en tu vida, llena de envidia

Tomás: Perdón? De qué estas hablando Gaspar



Gaspar: De que crees? Del reloj, el que gané por mi excelencia en la práctica de la naviera, cuando tu al menos proyectabas ser alguien. Siempre he pensado que la envidia te dejó así, como un fracasado por la vida

Tomás: Lo que tu dices, deja mucho que desear, lo cual me apena porque es una tendencia en tí que observo ya hace demasiados años

Gaspar: No me interesan tus opiniones ni menos entrar en un debate con una persona como tú. Dime simplemente si aceptas o no aceptas

Tomás: Está bien, acepto, pero antes de cerrar el trato quiero una cosa

Gaspar: Dime

Tomás: Me das tu palabra que lo que has dicho acá lo vas a cumplir?

Gaspar: Sí, te doy mi palabra

* Luego de un tenso apretón de manos, Gaspar se retira del local Budapest (el cual guarda muchas similitudes con “El Vienés de Agua Santa”

La próxima sesión, tal como lo había anunciado la encargada del taller, se realizaría en un espacio libre, con un viaje a Valparaíso y sus rincones más importantes en lo referente al taller.

Es un día algo caluroso, pero al parecer agradable para el viaje

Gordo y Feña son los primeros en llegar al lugar convenido, la biblioteca Severín en Valparaíso

Feña: Andrés, esperémoslos adentro, mira la hora que es, llegamos 15 minutos antes

Andrés: Pero Feña, alguien puede llegar, y si estamos adentro, se puede perder si no conoce por acá...

Feña: Bueno, el que se pierda, o no llega, es su destino, que le indica que no realizará este viaje, porque su karma le tiene otro camino...nos vemos adentro.

Fernanda parecía moverse como una princesa, no sólo por sus cuidados modales, o gráciles movimientos, deslizándose por el piso, sino también por su siempre paciente amigo gordo



Feña: Mira, tienen las obras completas de Salvador Dalí, no lo puedo creer!!!

Feña: Ah no, mira!! una enciclopedia con todo sobre Leonardo da Vinci

Gordo: Pero Feña, anda dejando todo donde estaban....

Mientras Feña queda absorta revisando la enciclopedia ilustrada de da Vinci, gordo parece tomarse un relajo, y su vista se detiene en la compilación de autores latinoamericanos, tales como Jorge Luis Borges, Baldomero Lillo, y otros

Feña: Andreciiiiiiito

Gordo: Que sucede Feña?

Feña: Andreciiiiiiiito, yo que te quiero tanto, porque no le vas a comprar a tu amiga unas pilitas para su cámara

Gordo: Pero Feña, la gente ya va a llegar, no puedo ir a comprar pilas (dice aunque misteriosamente sin enojarse)

Feña: Toma, y traes unas galletitas para el viaje (le guiña el ojo casi seductoramente)

Cuando gordo viene llegando con las anheladas pilas, se da cuenta, que ya casi todos afuera esperándolos, y corre a avisarle a Feña que salga, sino se van a ir son ellos.

En ese momento viene llegando atrasado Tomás, y cavilando nervioso hacia donde se pudieron haber dirigido. Repentinamente ve una cara conocida, es Camila y al parecer se encuentra bastante perdida a la altura de la gasolinera. A pesar de saber que llegará aun mas atrasado y sus posibilidades de alcanzar a llegar se reducen a cero, de todas formas decide ayudarla.

Tomás: Hola

Camila: Hooola, como estai, que bueno encontrar a alguien, estaba media perdida parece...

Tomás: No, no tanto, estamos cerca del taller

Mientras caminan por las calles, en dirección a la biblioteca Severín, Tomás decide aprovechar la ocasión

Primero hablan de que les ha parecido el taller, luego algunas cosas mas personales donde vemos que no es tan claro que Tomás este con Camila



Tomás: Quería preguntarte...que te ha parecido el taller

Camila: Bueno, la verdad me ha gustado

Tomás: Dentro de quienes están en el taller, crees que hay alguien que sea descollante?

Camila: mmm, Creo que hay buenos, regulares, y otros que les falta en este taller. Me gusta el estilo de Ferrado, y también el de Vicente

Tomás: Ah que bien (queda unos minutos en silencio, para ver si ella le consultaba su opinión)

Tomás: Y tu?...has logrado despejar tus dudas

Camila: La verdad es que por el momento no....

Al llegar Tomás y Camila, se encuentran con Gordo, Feña, así como también Ferrado, Josefina, Ferrerira y Valeria . Luego de quince minutos mas de espera, parten hacia su viaje por Valparaíso, sin embargo uno de los integrantes del taller no está del todo contento. Ferrado, al darse cuenta, que venía conversando Tomás con Camila, le causa extrañeza, y mas aún piensa que Camila podría ver a Tomás como su pretendiente.

El primer lugar que visitarán dentro de Valparaíso es “La Sebastiana” . Allí todos siguen a una especie de guía, quien les va comentando los detalles mas sabrosos de la vida nerudiana.

Mientras todo el grupo sigue caminando hacia el Cerro Alegre, Camila y Tomás se quedan atrás, y frente a un pequeño almacén Tomás al fin encuentra los chocolates que buscaba, dulces con un sabor particular, donde tal como un niño se apresta a recibir la bolsa con 200 gramos.

Tomás: Tienes que probar esto

Camila: Qué es?

Tomás: Son chocolates caseros, los hace la señora

Camila: Es lo que estabas buscando hace rato...no?

Tomás: Cómo lo sabías?

Camila: Se te notaba en tu rostro

Tomás: Camila, quería preguntarte, si te gusta el cine?

Camila: Si, me gusta

Tomás: Qué películas? Alguna en particular?



Camila: uhmmmm, a ver, es que fanática no soy, a ver mmm “Los Sospechosos de Siempre” me gustó

Tomás: Ahh, si con Kevin Spacey

Camila: Cuál es ese?

Tomás: El mismo de “American Beauty”

Camila: uhmmm, no, no lo ubico...

Tomás: No importa, da igual

Transcurren algunos minutos

Tomás: Y música, tienes algún grupo favorito?

Camila: Si, me gusta bastante Coldplay

Tomás: Coldplay? Mmm el vocalista es Paul Banks?

Camila: noooo, no, jajaja Paul Banks es de Interpol, ese grupo es de Estados Unidos

Tomás: aaaaahps

Camila: El vocalista de Coldplay es Chris Martin. Es como bien multifacético él. Es vocalista, tecladista y guitarrista

Tomás: Uhmmmm, también vuela como superman?

Camila: Qué?

Tomás: nada, nada

Ya anochece, y la visita por la antigua ciudad de Valparaíso comienza a acabar. Palabras al cierre de la guía del taller, que llevan a la reflexión, y de intentar sacar algo de esta visita.

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Ya ha transcurrido 1 mes y medio desde el inicio del taller. En algunos casos, los progresos son notorios.

Este es el caso de Esteban, donde comienza a aparecer su sensibilidad literaria. Paralelamente Vicente parece interesarse por temas relacionados con la sociología y la descripción de las distintas culturas, no abordándolos solo como historiador, sino mas bien como un relator que puede llegar a un mayor espectro de público. De esta misma forma, Ferrado ha mantenido un estilo lleno de sátira e ironía, abarcando grandes temas siempre a un excelente nivel.



En relación a los llamados “cortesanos” Ferreira a ratos parece alcanzar la madurez en las problemáticas que intenta exponer tales como la soledad, las necesidad reales en las personas, las caretas y fachadas en nuestro diario caminar, por ejemplo. Josefina, parece eso si, estancada dentro de la forma y el fondo con que comenzó en este taller. Gordo en su estilo formal e informal a la vez logra tratar de una forma peculiar temas existencialistas como el vacío en nuestras vidas, y la búsqueda de determinados afanes.

Finalmente, algunos de los integrantes, parecen estar mas interesados en la vida social, quizás relajados por la no existencia de una medida de evaluación, que de aprender y progresar como escritores amateurs.



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El Miércoles de la semana siguiente, a eso de las cinco de la tarde, el conserje, escucha ruidos extraños. Prontamente se apresta sigilosamente a ver que es lo que sucede. Cerca de una de las panderetas colindantes con la casa del taller, observa un tipo ansioso, nervioso que está a la espera de alguien para entregar un misterioso paquete. Sus anteojos negros de forma cuadrada, su barba cuidada y su semblante, contrastan con su nerviosismo y ansiedad que parecen guardar relación estrechamente con le hecho de estar con aquel misterioso paquete esperando a alguien

Rápidamente el conserje intuye que el destinatario del misterioso paquete por alguna razón se ha atrasado. Decide acercarse

Conserje: Hola, se atrasó, pero dijo que me lo pasaras a mi, porque llega directo al taller

Ghoswritter: uhhmmm, si pos, si tenía que estar acá hace 13 minutos, ese era el acuerdo, Esteban no se atrasa nunca

Conserje: Tranquilo, Esteban dijo que le llevara las cosas al tiro porque viene súper atrasado

Ghostwritter: Ya...esta bien, toma

Conserje: Gracias

Ghostwritter: Son 10

Conserje: Ahh, si toma ahí están, y tranquilo, yo lo llevo sus cosas a Esteban

Ghostwritter: Vale, te pasastes, chau



Una vez que se inicia el taller, el conserje observa el comportamiento de Esteban. Este se denota bastante mas nervioso que de costumbre, y por momentos moverse de un lado a otro casi frenéticamente, para después retirarse del taller, esgrimiendo dolores estomacales.

Ya de noche, el conserje escucha que alguien toca a su puerta

Uno de los integrantes del taller ha observado toda la situación acontecida en la tarde, y solo quiere corroborar sus conclusiones.

Ferrado: Hola conserje Juan Pablo, disculpe si lo molesto a estas horas

Juan Pablo: Hola, en que puedo ayudarlo?

Ferrado: Me imagino que la gente viene a importunarlo por objetos perdidos, pero hoy vengo precisamente por un objeto que usted encontró

Juan Pablo: No lo entiendo, a qué se refiere?

Ferrado: Me refiero a que ahora entiendo, la razón por la cual su amigo, Tomás, a progresado en este mes y medio de taller

Juan Pablo: mmm, ahora entiendo, pero sabe señor Ferrado, usted está en un error

Ferrado: En un error? Quizás fue un error ver lo que tuve que ver esta tarde, pero creo que la verdad es algo que siempre tiene que permanecer

Juan Pablo: No, su error está en un tema de apreciación, pero no puedo seguir comentando, no es apropiado

Ferrado: Está bien, lo respeto, aunque creo que si usted aprecia verdaderamente a Tomás no debería ayudarlo de esta forma

Juan Pablo: Insisto, usted comete un error de apreciación, pero nobleza obliga como dice el viejo adagio, asi es que no puedo explayarme en la explicación

Ferrado: Lo comprendo, pero no comparto su decisión. Buenas noches

Juan Pablo: Buenas noches Señor Ferrado

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Esperando la ocasión indicada, el conserje se acerca a Tomás

Conserje: Hola, como está

Tomás: Bien Juan Pablo

Conserje: Tomás, debo contarle de algo

Tomás: Por qué está tan serio, está mas serio que de costumbre, y eso me asusta

Conserje: Tomás, aunque va contra mis principios, debo advertirle de algo

Tomás: Dígame



Conserje: Debo advertirle de Ferrado, el cree que usted ha actuado de forma ilegal

Tomás: Ilegal? Pero por favor! Bueno si, reconozco que hable a sus espaldas, eso está mal, que he dicho que quienes lo rodean son “cortesanos”, y además que Ferrado tiene aires de superioridad que, creo que se excede, pero ilegal? Creo que una vez más satiriza situaciones

Conserje: No, no es eso. Ferrado cree que usted esta actuando de forma ilegal porque un escritor profesional escribe lo que usted presenta en el taller

Tomás: Cómo? Ahora Ferrado se puso imaginativo a inventar historias truculentas sobre mi...no, no, voy a decírselo

Conserje: Espere...es que Ferrado en parte tiene razón

Tomás: Cómo? No entiendo que me quiere decir Juan Pablo

Conserje: Revise esto

Tomás hojea el misterioso paquete que el conserje, su amigo Juan Pablo interceptó en la tarde. Se sorprende al ver que es un texto escrito con el mismo estilo que su amigo Esteban, pero con una letra distinta, y además firmado

Tomás: Entonces...Esteban ha hecho trampa?

Conserje: Bueno...se podría decir que si

Tomás: Pero no entiendo, para que gastar tiempo y dinero en esto. Hay algunos en el taller que su estilo no es profesional, ni creo que vayan a llegar a serlo, por lo menos mientras dure el taller. No entiendo para que Esteban pretende impresionar tanto

Conserje: Por que quería impresionar a Camila

Tomás: Cómo? Impresionar a Camila?

Conserje: Sí, ellos llevan saliendo juntos 1 semana

Tomás: (muy sorprendido) No, esto si que no lo puedo creer! Voy a llamar inmediatamente a la Camil...

Conserje: Espera

Tomás: Espera, esperar qué? Esteban está bueno para político, nos ha mentido a todos

Conserje: Tomás, tranquilícese. Si usted observa a Esteban y Camila se dará cuenta que son felices...es más, Camila es feliz con su amigo Esteban

Tomás: El ya no es mi amigo, me mintió

Conserje: Tomás, si usted me aprecia, sabrá escucharme, y observar antes de tomar una decisión y actuar

Tomás (medio gruñendo y refunfuñando): Está bien, pero que quede claro que lo haré solo por que usted me lo pide



Ya anochece, y como es su costumbre, el conserje se apresta para regar las plantas. Mientras las riega, el conserje percibe un ligero ruido, anacrónico, extraño e inusual. El conserje se acerca, pero sin mayores temores. En esos momentos, un recuerdo aparece en su memoria

En este recuerdo, observamos al conserje Juan Pablo, de 23 años. Él quería darle un giro vertiginoso a su vida, y por ello decide internar contactar agentes de seguridad, y otros de investigaciones secretas.

EL conserje recuerda perfectamente, lo cuáles fueron sus preocupaciones en aquella situación.

Aunque es tarde, siguen pasando autos, siempre hay gente apurada al parecer....y yo cada vez mas paranoico. Estaba en mi cama, casi acostándome, hasta que apareció ese maldito mensaje de texto. Tuve que salir rápido, y llegar a Los Leones, pasando “desapercibido” como me indicaron.

Me siento justo en el lugar que me indican...aún no llega nadie, no se divisa ningún alma. Veo mi reloj, y ya marca las 11:45pm, estoy cansado, y mañana otra vez tendré sueño. Su celular le avisa, que le llega otro mensaje de texto

Mauricio: Gonzalo, terno negro, corbata verde. 1,65cms en el semáforo a tu derecha. Lo encañonas y lo llevas al taxi

Tomé la pistola, quizás para tranquilizarme un poco. Camine rápidamente, ante aquella persona que estaba en el semáforo, y sin darme cuenta, aparecí por su espalda y le puse la pistola en su costilla derecha. La persona quedo petrificada, un caballero de unos 60 años con rasgos asiáticos y solo la tercera vez que le dije que caminara, pudo salir de su estado de shock

Al corto andar divise el taxi. Una mano que me hacía gestos desde el asiento trasero me tranquilizó en la situación ante la situación bizarra que en ese momento vivía.

Segundos antes de llegar con el caballero, se bajó Mauricio, y junto con otro tipo lo subieron a la parte de atrás del taxi

Aquel lapso de tiempo se me hizo interminable, mis manos sudaban, y comenzaba a tiritar, pues en ese minuto me di cuenta recién que lo podían matar. Escuché algunos gritos y quejidos que no eran en español, eso llamo bastante mi atención, y confirmó mi creencia que no era chileno.



Luego de un minuto de silencio, aquel caballero se baja del taxi, sin emitir palabras.

Mauricio: Encárgate de que llegue bien a su hotel. Nos vemos

Parte el taxi, y el caballero asiático sigue mirando el suelo

Juan Pablo: Señor, cuál es la dirección de su hotel?

No responde nada

Juan Pablo: Which is the address of your hotel?

Sr. Leung: Me estoy hospedando en el Hyatt

Luego de la respuesta con un español trabajado pero aún con acento asiático, decido encaminarlo hacia un colectivo. Pese al momento tenso y desagradable intento mostrarme amable, y lo acompaño hasta el taxi, no se si por intentar arreglar la funesta situación o por temor a Mauricio.

Aún con toda la adrenalina, tomo mi celular y decido llamar a Mauricio

Mauricio: Gonzalo, no, solo mensajes de texto

Juan Pablo Guzmán: Mauricio, me tenis que decir que mierda pasó

Mauricio: Tu celular esta registrado a tu nombre, el mio no, mensaje de texto segunda vez que te digo

Juan Pablo Guzmán: Mauricio, dime que mierda pasó?

Se corta la llamada. Me molesta, pero aún así prefiero no insistir.

Llego al baño, me lavo la cara. Me siento un rato en la tina, pensando que mierda pasó, en que me estoy metiendo

Vuelvo a la cama, prefiero dormir, aunque antes igual quiero ver si tengo alguna llamada perdida, o mensaje de texto

Reviso, y hay algo

“El Sr. Leung iba a dar una entrevista exclusiva con el diario La Tercera, acerca de cómo el gobierno de Chile, desde 1.970 hasta el día de hoy, pasando por gobiernos de todas las tendencias políticas, gana dinero por las operaciones de valor futuro con el cobre, y como logra ocultar lo anterior de forma que solo pocos se enteren. La idea justamente es que pocos se enteren. Los altos mandos no quieren más problemas de los que estamos teniendo”

Me queda claro de que se trató la charla, y que todo quedará silenciado...como tantas cosas que se tapan



Luego de lo anterior, el conserje decide abandonar el país para así escapar de las presiones de Mauricio.

Volviendo al tiempo presente, Juan Pablo escucha un murmullo

Soyuz: Juan Pablo, soy el contacto

Juan Pablo: Afirmativo

Soyuz: Juan Pablo, de ahora en adelante soy Soyuz

Juan Pablo: Entendido

Soyuz: Tiene la evaluación del potencial agente en observación, Tomás

Juan Pablo: Si, ya está lista

Soyuz: Cuál es la evaluación

Juan Pablo: Es negativa

Soyuz: Perfecto, y estaremos en contacto a futuro

Juan Pablo: Entendido.

Se muestran que Juan Pablo Guzmán, en el momento que se da cuenta de lo que le pudo haber pasado al Sr. Leung decide renunciar. Sin embargo, Mauricio no está dispuesto a que suceda aquello. La agente especial, de apodo “Soyuz” decide intermediar en esta disputa en ciernes.

Mientras las luces comienzan a apagarse, un flash, aparece en pantalla. En aquel lugar, se nos muestra, que era lo que manejaba con fuerte celo Andrés, su ex-contacto Soyuz, una enigmática mujer, quien le pide que reclute a Tomás, para agencia de espionaje. Tomás, tal como habían calculado, llega en el momento planificado. Su respuesta es no.

Soyuz a pesar de todo, nuevamente comprende a Juan Pablo Guzmán, y lo libera de todo cargo y responsabilidad, quemando delatante de los propios ojos de Juan Pablo, la evidencia incriminatoria con la que Mauricio amenazó a Juan Pablo para que no se retirara como este deseaba hacerlo.

Luego de 2 meses y medio, El taller literario entra en su última fase. Casi todos los miembros se encuentran de visita en una exposición de la literatura hispanoamericana.



En aquella visita, todos los miembros del taller ven aparecer a Esteban y Camila juntos, quienes están luego sentados en un banquillo, frases dulces.

Tomás a pesar de su anhelo interno, se da cuenta de que la relación de este con Camila es de verdad, por tanto decide seguir la voluntad del conserje, su amigo Juan Pablo. Sin embargo, Ferrado también observa lo acontecido, y en una sucesión de interpretaciones erróneas y juicios en base a estas, decide esperar el momento preciso para hacerle ver su parecer a Tomás.



Tomás queda a atrás, debido a que olvidó su cuaderno de apuntes en la recepción de la exposición donde se hacía un control para no entrar con elementos que pudiesen dañar algo adentro a las distintas obras.

Escuchando a lo lejos algunas frases de la guía, decide acercarse a Ferrado, para preguntarle sobre lo que escucho a medias. Sin embargo Ferrado se ha quedado atrás y alejado del resto de los integrantes del taller por un propósito.

Tomás: Perdón, no puede escuchar, qué se necesita para poder captar el mensaje que desea transmitir Juan Rulfo?

Ferrado: La cultura y los conocimientos,...algo que de lo que tu, evidentemente careces

Tomás: Ferrado, por que eres tan violento? Si es por lo que dije a tus espaldas, te pido disculpas, pero creo que no es la forma de decirlo

Ferrado: No, no es sólo por eso. La gente que ilícitos con el fin de encajar, merece mi desprecio

Tomás: Ferrado, yo no fui quien ha hecho trampas, ni menos contrataría a un escritor profesional para que me “haga la tarea” en el taller

Ferrado: Por qué debería creerte? Pude habérselo dicho a la encargada del taller, pero en realidad reflexionando acerca de tu persona en las horas que te observo en el taller, creo que, aunque me digas la verdad y no hayas hecho trampa, de todas formas no vales ni siquiera la pena, en ningún caso

Tomás: Me has hecho saber tu opinión acerca de mi. Asi es que creo que también te daré mi opinión acerca de tí. Quizás no tengo el manejo de “grandes” temas como tu Ferrado, pero al menos, soy educado, a diferencia tuya, que escondes detrás de tus sarcasmos para sacar a relucir tu mala educación de siempre

Ferrado: Si? Entonces, respóndeme algo, pero sinceramente. Tu te vistes así de mal para integrarte mejor, o sólo tienes mal gusto? No me extrañarías que ni tu mismo te respetaras



Tomás: Claro, probablemente yo tenga mal gusto para vestirme, pero no necesito del beneplácito hacia ti, de toda esa gente que rodea, a la que llamas “tu nueva camada literaria”. Claro los constantes elogios a todo lo que “emane” de Ferrado probablemente te haga obviar escritos para el olvido.

Ferrado: Sabes, mi intención no es discutir contigo, pero la verdad, aún no se cuál fue tu verdadera razón para participar en el taller. Pero veo que no te irás con las manos vacías. Ya que como tu no eres capaz, tu amiguito Esteban “conquistó” a Camila.

Tomás: De que hablas? No sabes como pasaron las cosas, y por lo demás, aunque estoy contento por Camila, no estoy de acuerdo en como ha actuado Esteban.

Ferrado: En referente a como actuado Esteban...Ahora lo juzgas?. Pero (guarda silencio por algunos segundos) que quisistes decir? Entonces dué Esteban es el que le pago a....

Tomás: Ferrado, tu talento sin duda será reconocido, pero tu arrogancia, no te dejará salir del tema siempre esencial para tí...el gran Ferrado.

Aunque, honestamente, espero estar equivocado respecto a tus motivaciones para escribir. Adios

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Tomás abandona la exposición pocos segundos después de la discusión con Ferrado. Algunas palabras han calado hondo en su ser, pero le han dado el ultimo aliento, para armarse de valor, e ir a juntarse con Gaspar, para afinar los últimos detalles de la apuesta.

A eso de las once de la noche, en el bar “Budapest” divisamos a Tomás e Gaspar.

Luego de empezar a afinar los detalles, y con su cuento doblando en su bolsillo, Gaspar le pregunta si en verdad lo trajo, o si una vez mas postergara lo que debía hacer, tal como tantas veces lo había hecho, seguido por una risa maliciosa de parte de Gaspar.

En ese instante, algo parece hacerle sentido en su mente, algo que tiene una historia detrás



En el verano en que Tomás e Gaspar hicieron la práctica juntos, se les pagaba su sueldo junto a los empleados de la naviera. Era Viernes, y Tomás estaba radiante por recibir su sueldo correspondiente a la práctica. Antes de irse, Gaspar le pide que lo acompañe al subterráneo.

Ya en el subterráneo, se encuentran con los trabajadores de la empresa, encargados de los archivos del subterráneo, los encargados de trámites y algunos operarios.

Luego de saludarlos, y percatándose de que había buen ánimo entre los trabajadores luego de estar recién pagados, Gaspar les ofrece compartir en un juego de cartas, pero claro con dinero de por medio.

Algunos le responden que deben volver pronto a casa, otros prefieren no jugar, y solo dos, Manríquez, de unos 35 años y una estatura media, y Salazar de unos 60 años, y una estatura baja deciden jugar con Gaspar y Tomás.

Luego de 1 hora, y ya en la micro Gaspar conversa con Tomás

Tomás: (de un segundo a otro, Gaspar saca de su bolsillo $35.000). Bueno colega, acá está su parte

Gaspar: Qué cosa, por qué me entregas esa plata

Tomás: Por tu cooperación pos, si fueron los $90.000 mas fáciles que he ganado en mi vida

Gaspar: Cómo? Pero si esa plata te la ganastes tu pos, tu eres bueno para las cartas

Tomás: Qué onda? Es una broma? Si tu me ayudastes a engrupirme al gil de Manríquez...jajaja quería ganarme, y el muy pavo no cacho que yo tenía las cartas marcadas, mira (le muestra una de las cartas, donde levemente se observaba un pequeñísimo orificio, casi imperceptible). No es mi culpa que sea ambicioso, yo lo hacía ganar, perder, y cuando quise le gane toda su plata, y me lo cagué, así son los negocios...

Gaspar: mmm, no, no gracias, quedate tu con esa plata

Tomás: Pero que onda, si es tu parte

Gaspar: Te agradezco, pero no la quiero

Tomás: Bueno, como quieras. Has estado en otra todo el día, hasta tu celular casi se te pierde hoy

Efectivamente, antes que tomaran la micro, Tomás le pidió a Gaspar que lo esperara pues había dejado su celular en el subterráneos



Al bajar, sin embargo no se dirige hacia su celular



Gaspar: Tome

Manríquez: No, no se lo puedo aceptar Tomás

Gaspar: Manríquez, toma la plata, mira, tu lo necesitas mas que yo, tu tienes 2 hijos que mantener Manríquez

Manríquez: Siento mucha vergüenza por como perdí mi platita, no, no puedo aceptar eso

Gaspar: Manríquez, todos nos equivocamos, recíbeme la plata, pero prométeme que nunca mas

Manríquez: Nunca más Tomás

En ese instante, esbozando una sonrisa, Gaspar recoge su celular, y se apura ya que Tomás lo está esperando en el paradero

Ya comienza a obscurecerse. Y el tiempo transcurre velozmente

Gaspar: En que piensas tanto Tomás, siempre estás en otra, cuando vas a progresar así?. Yo ya tengo listo el escrito para participar en el concurso

Tomás: (mirándolo directamente a los ojos). Dejame ver tu cuento

Gaspar: Qué? Para qué? Ya lo verás cuando salga publicado, saldrá en internet

Tomás: Lo tienes ahí en tu maletín, déjame ver tu cuento

Gaspar tranquilamente saca el cuento que guarda en su maletín. Luego de leerlo, Tomás muestra una mueca en su rostro

Gaspar: Que pasa? Acaso te hace reir lo que lees?

Tomás: no, para nada. Esto no es tuyo, es de un ghostwritter, un escritor profesional que cobra por escribir para otros

Gaspar: Qué, que estás diciendo?

Tomás: En el taller en que estuve, también alguien quizo hacer trampa. Y sabes? Los textos de este escritor profesional, tienen una marca de agua parecida, además de la típica frase de Oscar Wilde al final de estos.

Gaspar: (se enfada, y sabe que ha sido descubierto) Ya, si, fue un ghostwritter. Y dime como vas a probar que no fui yo? Este un texto original, aunque no sea escrito por mi. Y además, si quiero esta apuesta se anula. Puedes seguir escribiendo tus reflexiones trasnochadas donde quieras



Tomás (se sonríe):Gaspar, tu sabes por qué yo elegí siempre esta mesa para conversar contigo

Gaspar: Si claro, por tu típico afán nostálgico, es que una vez me senté, y crucé miradas con una mujer, que estoy seguro era el amor de mi vida, o mas aún, me atreví a sentarme con un mujer, pero como siempre pasa contigo, todo quedo en nada...

Tomás: no, no, no, te equivocas. Ves aquel cuadro?

Gaspar: Ahora me dirás, que el cuadro te “inspira”, y no se que otras leseras más?

Tomás: Gaspar, el reloj que me has entregado, que tiene un valor de $1.000.000 de pesos, lo voy a romper con este martillo. Sé que no te va a interesar a estas alturas, que tienes varios millones de pesos en tu cuenta, pero no pienso devolvértelo, porque cuando originalmente hicimos el trato me estrechastes la mano, y mas aún me prometistes cumplir con tu palabra, lo cuál me he dado cuenta con profunda decepción que no has hecho, ni piensas hacer

Gaspar: Rompelo, o quédate con ese reloj, quizás le ayuda a un fracasado como tu a pagarle a sus empleados

Tomás: Que dices? Nuevamente comienzas con tus ideas paranoides

Gaspar: Paranoides? Sabes Tomás, aunque no lo creas aún recuerdo lo que le hicistes a alguien como Manríquez, y eso es algo que demuestra que no eres tan bueno como te crees, tienes un gran tejado de vidrio, el cual conozco bien, y lo sabes

Tomás: No te voy a aceptar que hables de cosas que no sabes

Gaspar: De cosas que no sé? Lo que le hicistes a Manríquez fue intencional, porque como mas de una vez te ganó dinero en las cartas, y tu técnica infalible falló, parece que no pudistes soportar perder también el reloj, y claro otras cosas más que te tenían lleno de rencores en ese tiempo

Tomás: En parte, es verdad lo que dices
Gaspar: En parte? Sabes, yo respeto a la gente consecuente, aunque no lo creas. Pero a gente como tú, se me hace irritante soportarla, en el fondo eres un cínico, con un complejo de creer que le robas a los ricos para darle a los pobres, pero que para subsistir, de igual forma perjudicas a los mas humildes como lo hicistes con Manríquez, ese mero ejemplo habla de tu conducta, de cómo fuiste capaz de hacer eso, de hacer trampa para demostrar que no necesitabas ese reloj, que

Tomás: Un reloj, que mas que un objeto lujoso, para mi era un símbolo, una meta

Gaspar: Una meta? Por favor de que hablas


Tomás: (con su semblante mas serio que nunca) Sabes, no te responderé, porque en parte tienes razón, aunque no sabes, que antes de que terminara la semana, le envié a Manríquez en un sobre el dinero que perdió. Y mas aún, todos los años le enviaba mazos de cartas con $127.000, aunque no lo creas

Gaspar: Qué?, que dices? No puede ser

Tomás: Es así, cuando quieras invito a la gente de la naviera, que tu mismo te encargastes de despedir, para que te cuente la verdad de lo que sucedió después

Gaspar: Ahora entiendo, ahora entiendo porqué te saludaba con alegría siempre, porque te arrepentistes

Tomás: Si, en parte es verdad, aunque ahora ya somos 2 viejos conocidos, 2 viejos zorros de mar

Gaspar: Si? Y acaso te contó alguna vez tu amigo Manríquez, que ese día yo me devolví, para pasarle de mi propio dinero, para que alcanzara a llegar a fin de mes?

Tomás: Si...y por esa misma razón accedí a realizar la apuesta contigo...

En ese momento, se produce un silencio entre ambos
Gaspar: Has lo que quieras con ese reloj de mierda , ya no me interesa

Tomás: Saca el reloj, que lo tiene guardado en su maleta, y antes de que el golpe del martillo llegue hacia el reloj, para destruirlo, se escucha una interrupción

Gaspar: DETENTE!

Tomás lo observa extrañado
Gaspar: Para, para por favor, no lo rompas

Tomás: No?

Gaspar: Por favor, no rompas mi reloj, por favor, que quieres que haga
Tomás: Para no romper el bendito reloj? eso depende de tí

Gaspar: De mi?

Tomás: Claro, eso depende de ti

Gaspar: Tomás, no creo que alguna vez pueda comprenderte. Vas para el Norte, y luego para el Este, hasta cuando te das vueltas sin sentido? Esto de la escritura que te has propuesto, es una aventura adolescente, que no te dejará mucho

Tomás: Gaspar, la vida es lo que transcurre entre sueño y sueño. Y yo no voy a renunciar jamás a mis sueños.



Tras un par de meses, Gaspar cumple con lo prometido, y Tomás le devuelve su reloj, además con la promesa de volver a compartir con aquella gente, que fue amiga de ambos, y que luego de los años, también está dispuesta a perdonar a Gaspar



Tomás trabaja, en su escritorio.

Un llamado a su teléfono

Gaspar: Aló, Tomás?

Tomás: Gaspar...

Gaspar: Gracias

Se observa a Gaspar en su oficina, por primera vez acongojado. El ha compensado a aquellos que perjudicó. Se seca rápidamente las lagrimas que brotan y sigue trabajando, con una gran diferencia, que un gran peso, el de su conciencia ha sido suprimido en parte. Observa su reloj, en su escritorio, con un orgullo pocas veces esbozado en Gaspar.



Todos los años le llegaban a Manríquez mazos de cartas. En ellos, se encontraban los $127.000 pesos los cuáles hacía enviar secretamente a Tomás, debido al peso de su conciencia, sin saber la decisión tomada años antes por su amigo Gaspar.



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La jornada laboral ha terminado. Tomás toma su maleta, notebook, algunos ternos y se apresta a tomar el bus.

Sin embargo, se ha atrasado mas de lo acostumbrado, y se ve en problemas. Llama a un amigo, para que lo pase a buscar a la altura del segundo tunel entre Santiago y Viña del Mar.

Debido a que está intranquilo, observando la hora, y sin lograr calmarse, se baja rápidamente, pero cometiendo un error. Se baja luego del primer túnel.

Se da cuenta de esto, minutos mas tarde, luego que la micro ya se ha ido, y su amigo, que ya ha adquirido otros compromisos, no puede ir a buscarlo antes.

Mientras espera, en un paradero de buses un auto se detiene y le toca la bocina. Tomás en primera instancia, piensa que se trata de otra persona, sin embargo, la bocina vuelve a sonar. Una vez que se para, y observa dentro, no puede creer lo que sus ojos ven. Es Magda, aquella mujer con la que dejaron de hablarse hace tiempo atrás. Y a pesar de lo que Tomás pudiera sentir al respecto, Magda lo observa cándidamente, mezclando también con una expresión como diciendo que se deben dejar las rencillas de lado, por duras, irreflexiables e irreconciliables que hayan parecido en su momento

En ese momento, Tomás se sube al automóvil, y se nos explica que en la primera escena donde aparece Tomás, está conectada con esta escena final, ya que el automóvil donde el se encuentra observando la figura que parece ser de cristal, es el de Magda, y una larga conversación les espera hasta llegar.



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F I N



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Texto agregado el 28-04-2008, y leído por 101 visitantes. (0 votos)


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