Nunca había estado tan disgustado,
tan alterado o trastocado por una pregunta.
Pero de alguna manera, me hiciste pensar en ello.
Tal vez y de manera extraña lo ignoraba
te estaba dando por contado.

Pues sí, no había planeado nada para los dos
Y sinceramente no creo que lo vaya a hacer
Hoy, ¡no quiero verte!
No quiero ser emboscado, manipulado o consentido
Hay demasiadas cosas para hacer…

Es cierto que hace un tiempo te he aceptado,
Pero ahora que los restos quemados
De todo eso que había decidido abandonar, me asechan
Es cierto que también altere mucho de mi vida por esto,
Pero creo que seis meses es mucho tiempo ya.

No, insisto, definitivamente el error fue totalmente mío
No es novedad esto, ya he concretado bastantes
Y lo suficientemente hirientes para darme cuenta,
Lo que me altera de sobremanera es que tu…
Si tú, niña tierna pagarás también por ello.

¿Asimilar? ¿Acostumbrarme? ¿Continuar con mi vida?
Es necesario, pero sé que nunca más me hablarás
Y aunque es cierto que dejaría que me quitaran la vida por ti
Hoy y en lo que queda de semana, ¡no quiero verte!
Y sé que para eso no hay perdón alguno.

Si, lo decidí ayer, precisamente cinco minutos después
De esa estúpida llamada,
Fue el catalizador para refinar los sentimientos
Que conllevan a este iluso al final y por cada una
De estas dolientes y torpes palabras.

Si, el perdedor y el malvado ante esa ridícula sociedad
Como si fuera desenlace de novela barata ¡Seré yo!
No me importa, en realidad,
Creo que en algún momento, la costumbre llevara a las lágrimas
Y lamentaré todo, desde el “si” del día después,
Hasta la firma profunda al final de estas palabras
Maldita sea mujer de terciopelo y tierra
¿Cómo llevaste todo mi alrededor a tu cruel y tierno favor?