Un testamento hecho después del gran viaje,
¿Quién lo leería?,
¿Qué prendas importan allá, donde las cosas escritas solo son pasto en el pasto?,
… algunas, al parecer, sin importan.
Sigue derecho, no mires,
traspasa los portales grises…
puede que algo se cuele con tigo.
-“Tengo una idea marino.
-¿Cuál señor?.
-Sentémonos frente al centinela arruinado. Es mas ¡hagamos un campamento ahí mismo y esperemos!.
-¿Por qué señor?.
-Es posible que algo venga a ver ese desecho. Claro esta que puede ser uno de los tuyos…
-… o uno de ellos. Inquietante posibilidad señor.
-Por supuesto y que mas da. Aquí, fuera del viento, el crujir melancólico de los árboles y las olas del océano gris, nada pasa,
-¡Vamos señor!... aunque tengo una duda.
-¿Cuál sería joven marino?.
-¿Qué hará usted si aparece uno de los míos?.
-…escoger un bando. Siempre hay que escoger uno, ¿no crees?
-Si señor… es terrible pero es así.”
Islas fracturadas, lugar adoptivo para siluetas errantes que buscan algo de acción.
Ahí viene,
como si un continente cayera de improviso.
Sin permiso las cosas igual comienzan.
¡Resortes, traigan resortes!...