TRASCENDER


“Encuentran cuerpos mutilados en Los Cóbanos”… Era extraño, pero no pude pensar en otra cosa más que en el titular con el que saldría publicado este acontecimiento. Mientras caminaba descalzo, en calzoncillos y muy golpeado, dejé de tomarle importancia a la culata del revolver que se apoyaba en mi cuello. Mi compañera lloraba junto a mí, con el desconsuelo y el pavor de entrar en la nada que está tras las puertas de la muerte. Yo, por mi parte, no tenía la voluntad de consolarla. Lo había intentado 10 minutos antes, pero mis buenas intenciones solo trajeron golpes innecesarios.

“Matan a desconocidos en playa nacional”… Los hombres encapuchados conocían muy bien el terreno y sabían exactamente adónde nos llevaban. Sin viviendas alrededor, juzgué inútil gritar, pedir auxilio o idear un plan de fuga desesperado que solo ocasionaría adelantar mi muerte. No, para qué…

“Aumentan homicidios en municipio costeño”… Mis piernas comenzaban a temblar. ¡Vaya, qué frío hacía! Lo peor fue cuando me ordenaron poner mis manos sobre la cabeza y arrodillarme frente a un árbol inmenso. Quise mirar al cielo, pero me dolía el cuello. Quise ver a mi compañera, pero no tuve valor. Un hombre balbuceó: quiero matar primero a la puta y después a este pendejo.

“Policías en busca de responsables”… Los titulares recorrían mi cabeza. Quizás, era el consuelo de trascender unas horas después de mi partida terrenal. Me aterraba la idea de morir de esta manera sin que la gente lo supiera, o se indignara, o se preocupara. Ya de por sí, era en vano aquel asesinato.

“Doble homicidio pasional”… El cuerpo de mi compañera cayó a mi lado como un costal pesado. Ya no lloraba, ya no gemía. Sin embargo, sé que le dolió morir. Su último quejido me lo dijo. Era un quejido que exigía no haber vivido eso, que deseaba romper las leyes de lo natural y estaba pidiendo a gritos retroceder en el tiempo para no cometer los mismos errores. Ahora, era mi turno. Cerré los ojos y suspiré… No sé qué más pasó… a lo lejos, oí el revolver pero; no sé, no estoy seguro… al menos, creo que expiré…

“Pareja es ultimada en Los Cóbanos” , periódico La Verdad, viernes 07 de diciembre, de 2007.