Un día compraremos esa casa amplia, con ese gran jardín. Un día, podré dormir la siesta y sentir la brisa del viento en mis piernas descubiertas, sintiendo como si estuvieras aquí cerca mío, a mi lado. Un día, saldré de compras y elegiré un precioso cobertor de hilo blanco bordado, las sábanas también serán bordadas y los almohadones, grandes y frondosos. Un día, ya será tarde para que llegues de otro de tus largos viajes y me despediré de la noche........ y me dormiré para siempre, en mis almohadones bordados.Cuando mi madre llegue a verme, como todas las noches, estaré sola en ese inmensa casa, fría.... más que de costumbre.... mi cuerpo estará convulsionando, y su grito será tan desgarrador ,que los vecinos, esos que tenemos hace sólo una semana, nunca olvidarán.
La casa, gigante, quedará vacía, nunca más nadie la habitará. Mi madre enloquecerá de dolor, no podrá soportarlo, tú sabes que ella no imagina lo desolada que estoy. Mi gata, esa que me regaló la tía clara, se irá a la casa del lado, la adoptarán. El canelo, ese que nos regalaron tus amigos hippies, resistirá temporadas enteras, hasta que demuelan este elefante blanco. Porque tú, serás incapaz de volver a esa casa, pero tampoco podrás venderla hasta que los recuerdos de nuestro matrimonio frustrado dejen de atormentarte.Tú te enterarás con dos horas de retraso en el aeropuerto....... como siempre, y vas a querer tomar mi mano al llegar, pero ya no estará y no podrás darme el último beso....