- Estoy como retenida...
- Que le pasa, ya esta casi listo.
- Si, pero siento que falta algo.
- Algo como que...
- ¡Ay!, no se. Alfombras, pinturas, muebles, por fin la piscina, los jardines...
- La decoración le quedo fantástica.
- Mmmmm... algo falta...¡Eso!.
- ¿Qué?.
- ¡El esclavo!...
- Pero ya hay sirvientes.
- Noooo... quiero uno de color canela y ojos azules. Si, vestido con un lindo traje de soldado romano. Lo quiero parado junto al ventanal porticado... sediento de mis ordenes.
- Bueno, creo que en el supermercado hay una liquidación. Te advierto que si no encuentro uno ahí o en la tienda del mall tendrás que esperar hasta la próxima temporada.
- Si, lo sé. Lo que no entiendes es que ya tengo la idea. Estoy feliz.
- Se nota. Voy por la tarjeta de crédito... un beso querida.
- Un beso mi príncipe...