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El Pacto
Por JUAN DE LOBOS.

09:34 A.M.
Se despierta José sobresaltado, a su lado su esposa sigue dormida, voltea hacia el buró mirando fijamente con ojos chinguiñosos al radio despertador y clava su mirada en el reloj de pulsera en el mismo mueble, y golpeándose la cabeza con rabia exclama -¡Chingado!, ¡me lleva la chingada! se me hizo tarde, ¡chin, me lleva!, tenía que estar en la cita a las ocho, y esta chingadera– señalando el radio reloj eléctrico sobre el buró - ¡se desconectó anoche, me lleva, ¡ya me chingue!- María despierta con el alboroto que José organiza, levantándose ella a su vez mientras el trata de ponerse los pantalones y busca un zapato debajo de la cama, al mismo tiempo sigue diciendo un sinfín de improperios entre dientes, María, aun modorra se levanta y le acerca la camisa y la corbata -¡cálmate Pepe!, con suerte y llegas a tu cita, sabes cuanto necesitamos ese trabajo- José la interrumpe furioso -¡Cállate!, en lugar de estar ahí paradota ayúdame a encontrar el pinche zapato, además yo se perfectamente cuanto necesito ese trabajo, -desesperado miraba el reloj sobre el buró que parpadeaba en son de burla mostrando un enorme “00:00”-¡chingado!, no voy a llegar y menos con el pinche tráfico-, -Cálmate amor- dice María mientras se asoma debajo de la cama y saca un zapato con un par de calcetines dentro –Ahorita llegas, te vas en micro y llegas de volada, además no te enojes conmigo, deja hacerte algo de desayunar- -No friegues, ya me voy, al rato llego, espero que me dejen hacer la pinche entrevista- y diciendo esto sale de la recámara tomando un portafolios de una silla, y escuchándose la puerta del departamento azotarse al cerrar, -que Dios te cuide- dice María en voz baja mientras se queda esperando una frase de despedida, se pone una bata, y enciende el radiecito despertador – “La mejor música todo el día, desde La Ciudad más poblada del planeta XJFM, Radio Sucesos lo acompaña a usted”- sale de la recamara seguida por la música del radio, su departamento es pequeñísimo, con solo una recámara, un baño, y una minúscula estancia, entra a la cocineta y la visión de los platos sucios apilados en la tarja le da una punzada dolorosa en el estómago, así comenzaba a ver su vida al lado de José, como un cúmulo de labores sin hacer; llevaban dos años de casados y al principio con muchos esfuerzos y amor, hicieron frente a las adversidades, recordaba como si fuera ayer, con infinita ilusión el día de su boda por el civil, y como un tío de José les había prestado ese departamento porque se iba a vivir a provincia, como se fueron haciendo de sus muebles y de sus cosas, pero también empezaba a recordar como si hubiera pasado mucho tiempo el día cuando comenzaron los problemas, el llegar a la casa de empeño con la televisión y el estereo, sabiendo que no tendrían dinero para refrendar el préstamo, al bajar de la oficina de empeños vendieron las boletas a un coyote por la mitad del precio de los aparatos; así comenzaron deshaciéndose de sus cosas, quedándoles tan solo algunos pocos muebles.

09:54 A.M.
José le hace una seña para que el microbús se detenga, sube al atestado transporte y al pagar es inevitablemente empujado, apachurrado saturado de aromas y música “tropicalona”, de mal humor avanza lentamente hacia la parte de atrás, empujando a su vez a quien estorbaba su trayecto, José enojado, angustiado, preocupado, desde hace cinco meses se encontraba desempleado; había dejado la universidad después de haberse casado con María, y aunque ya había terminado sus estudios aún no se titulaba, en ese entonces tenía un buen trabajo en una empresa de maquilas textiles como encargado del mantenimiento y asesoría en maquinaria, estaba pagando su carro y se casó con una mujer hermosa e inteligente, no podía pedir más, sin embargo, la economía del País cayó en crisis, los precios aumentaron, los intereses crecieron y muchas empresas quebraron, incluyendo la maquiladora donde trabajaba José, sin trabajo y endeudado, apenas alcanzó la mitad de una miserable liquidación por parte de la empresa, pues los propietarios huyeron al extranjero antes de pagar el resto de las liquidaciones, perdió su carro al no cubrir dos letras consecutivas, pues el contrato especificaba esta y cien cláusulas más de penalización, incluyendo la pérdida de las aportaciones realizadas si el interesado no había cubierto el 95% del valor total comercial del vehículo. Al recordar José estas cosas un desagradable nudo en la garganta se le formaba, sentía que sus esfuerzos eran vanos y que poco a poco perdía las ganas de seguir adelante, por fin se acercaba a su destino, empujo a media docena de personas y oprimió el botón para bajar, obviamente no funcionó, la calle quedaba atrás y José desesperado gritaba, -¡Párate güey!, ¡se paso mi bajada!-, el chofer de mala cara contestó, -¡pa’que vienes dormido pendejo!- y aceleró su vehículo, y deteniéndose a tres calles de distancia, José verdaderamente enojado saltó casi perdiendo la vertical, le mentó la madre al chofer y comenzó a correr seguido de cerca por su angustia que avanzaba como una bola de nieve que rodaba y crecía a punto de alcanzarlo y sepultarlo.

10:24 A.M.
Con el corazón en la garganta llegó hasta el edificio, se registro resoplando y cuando iba hacia el ascensor el portero le dijo –no sirve jovenazo, mejor súbase pa’ arriba por las escaleras-, José no contestó y comenzó a subir los 5 pisos hasta llegar a las oficinas del Ingeniero Licona, al borde del desmayo José toco a la puerta, un zumbido se escuchó y la puerta se abrió, una muchachita muy linda lo recibió con voz melosa –Buenos días ¿en que puedo servirle?- José respondió resoplando –gracias, uff, perdón, es que uff, el elevador no funcionaba y uff , subí corriendo, perdóneme, vengo por la entrevista, el Ingeniero me conoce, José Basurto a sus ordenes- José extendió su mano sudorosa y manchada por el barandal y la grasa de la puerta del microbus, la Muchachita lo escrutó de arriba abajo, miro el sudor acumulado en la frente y debajo de los sobacos, el traje arrugado y la corbata “lampareada” de manchitas de grasa. Lo dejó con la mano extendida y dijo cambiando el tono dulzón con el que lo había recibido por uno mas frío y burocrático- voy a anunciarlo, pero le anticipo que su cita era a las 8:30, y al Ingeniero le desagrada la gente informal- José tragó saliva y callado trató de recuperar el aliento, mientras la muchachita apretó un botón del intercomunicador lo anunciaba con la secretaria del Ingeniero, se abrió una puerta y salió una mujer quien mecánicamente, le hizo una seña; José avergonzado ni siquiera intento mirar nuevamente a la recepcionista linda, con un andar derrotado se dirigió a la puerta, la mujer impecablemente vestida se presentó – Buenos días, Alicia Negrete, colaboro con el Ingeniero Licona, pero no se encuentra en estos momentos, lo estuvo esperando hasta las 10:00 A.M. pero como usted no apareció, me dejo instrucciones por si llegaba a venir pidiendome que le dijera que…- en estos momentos la fría y sarcástica mirada parecían hender la voluntad de José, disfrutando el rostro desesperado y resignado del hombre culminó la frase -…no vamos a necesitar de sus servicios, el Ingeniero le ofrece una disculpa y mencionó que estará en contacto con usted, por si se abre la fabrica del norte- Una nube negra comenzó a recorrer el rostro de José – discúlpenos señor en serio, pero el Ingeniero, entrevistó a otro aspirante y creo que se quedó con el puesto, en verdad lo siento mucho-, José asintió callado y con la miraba baja se despidió de la mujer, salió de la oficina y el nudo que solo apretaba su garganta se había extendido por el esófago, los pulmones y el estómago, los ojos de José se cristalizaron y bajó corriendo las escaleras, tratando de huir, de su ira, de su impotencia, de su derrota.

11:14 A.M.
María cerró la llave de la regadera, se puso sus chanclas y salió del baño, se comenzó a secar el cabello y se mareo, una tremenda náusea la asaltó de repente haciéndola volver el estomago, mientras el radio despertador siempre encendido anunciaba -XJFM, Radio Sucesos lo acompaña a usted y le recuerda el Magno Sorteo de Nume-Loto, con solo diez pesos llévese hasta $40’000,000.00, pruebe su suerte y ¡buena suerte!,- la música lleno el departamento, María se envolvió en una toalla, y se comienza a vestir, extraña la tele, no hubiera querido empeñarla; José no quería que trabajara, pues los celos y el carácter tan fuerte de José le habían causado un problema cuando eran novios, cuando golpeó a un compañero de trabajo de María, porque según José se había acercado mucho al despedirse de ella, María apenada con su compañero se dio la media vuelta y comenzó a caminar, José airado le reclamaba y se justificaba – ¿Qué te tiene que andar besando ese pinche muerto de hambre?, ¿no viste como te mira, ese güey?, me encabrona en serio que andes ahí de dejada, no quiero que te vuelva a tocar o la próxima vez le parto toda su madre- María caminaba enojada, llorando y muy apenada, -¡ya mi amor!, perdóname- dijo José – es que no soporto que otro cabrón se te acerque ni de “lejitos”, perdóname amor, no lo vuelvo a hacer lo juro- José se hincó frente a María y poniendo carita de perrito triste le comenzó a besar las manos, María seguía enojada pero poco a poco se fue tranquilizando, José en ese momento, le pidió que se casara con él; María suspiró, se lavó los dientes preocupada, aun con el gusto amargo en la garganta, tenía mucho tiempo sin “cuidarse”, alejó estos pensamientos con una serie de muecas hacia el espejo, parpadeo y vió sus grandes ojeras, después que termino de vestirse tendió la cama - XJFM, Radio Sucesos lo acompaña a usted, con la música de su preferencia...- la música le hacía compañía, desde que liquidaron a José de la maquiladora apenas la notaba, y cuando le dirigía la palabra lo hacía con el afán de pelear, sabía que José estaba desesperado, que sus deudas lo estaban agobiando y que sería muy difícil que consiguiera trabajo, María suspiró largamente y rezó para que a José le fuera bien en la entrevista.

13:34 P.M.
Cabizbajo José caminaba sin rumbo, los sonidos del tránsito, los mercachifles, los radios a todo volumen, los pitidos, los silbidos y los claxonazos llenaban como una música urbana el triste caminar de cientos de personas; José se acercó a un estanquillo, sacó unas cuantas monedas para comprar dos cigarros sueltos y al voltear hacia el dependiente un enorme cartelón del Sorteo de Nume-Loto, le llamó la atención, en el cartel con vivísimos colores anunciaban la bolsa de $40’000,000.00 de pesos, abajo en el cartel indicaba las instrucciones del sorteo, José decidió comprar un boleto y llenar los 6 números necesarios para el premio, pensando y murmurando dijo -Voy por el 10 cuando María y yo nos casamos, 25, la edad de María, 2, mi cumpleaños, 17, el de María, 6, pues nomás, a ver que sale y 32 por mi edad- José entregó el boleto para que lo registrara a su vez, el tendero le dijo–Tiene suerte joven, el registro es hasta las dos de la tarde y se sortea hoy a las ocho de la noche, gracias y buena suerte-, José tomó el boleto y lo guardó en el bolsillo de la camisa, con una chispa de esperanza y millones de sueños por cumplir.

15:14 P.M.
María terminaba de preparar la comida, un piloto de la estufa no funcionaba así que se agachó para cerrar el paso del gas, -XJFM, Radio Sucesos lo acompaña a usted en seguida las noticias internacionales y el enfoque nacional con el periodista Alfonso Moreno Higgins- colocó los platos sobre la mesa mientras una sarta de malas noticias en medio oriente y en la economía nacional llenaban el departamentito, los papás de María la ayudaban económicamente a escondidas de José, pues no había una relación cordial con ellos, principalmente por el carácter iracundo de José, aunque era tierno y sensible, solo María lo sabia y era lo que la tenía tan enamorada de José, a pesar de sus enojos y malas caras lo amaba, y se sabía correspondida, el dinero apenas alcanzaba y la liquidación de José se mermaba cada día más, solo tenían $1,000.00 pesos en el banco, y a plazo fijo, María pensaba en pedirle a José que sacaran el dinero el próximo jueves cuando vencía el plazo de la inversión, en verdad los intereses eran raquíticos y los gastos muchos, María terminó de acomodar la mesa y preocupada por José siguió escuchando las noticias radiofónicas.

15:54 P.M.
Preocupada María pensaba en mil cosas mientras la radio tocaba una selección de música popular, la comida se había enfriado y una mosca impertinente revoloteaba cerca del salero; la llave de la puerta cayó al piso, pues había sido empujada por la llave de José, quien abrió desganado, -¿Quiubo?- dijo José, María lo asaltó con mil preguntas -¿Qué paso?, ¿por qué llagaste tan tarde?, ¿te dieron el trabajo?, dime ¿qué paso?- José la aparto de un manotazo, la frustración, el coraje y el enojo llenaron su mente, gritando y apretando lo puños respondió –Me vine caminando porque traigo roto el mugroso bolso del pantalón, perdí mi pinche dinero y no me dieron el estúpido trabajo, por eso llegue a esta hora, además no me interrogues, que si por mi fuera ni hubiera regresado, ¡ya estoy hasta la madre, quiero comer!- María prudentemente guardó silencio, le comenzó a servir y preguntó -¿te caliento la comida? – este simple comentario desató la ira de José, de un manotazo lanzó el plato por los aires y se estrelló en la puerta del departamento -¿Cómo preguntas esas pendejadas?, de plano ya ni la haces, vengo hasta la madre y me sirves como si fuera un perro, ¡la pinche comida fría y quieres que así la trague!- María trataba de contener el llanto, mientras José apenado por su conducta e incluso arrepentido se levantó, y se encerró en su recamara fingiendo su ira. Maria comenzó a llorar abiertamente.

16:30 P.M.
José, en su enojo y desesperación arrastraba a María, y eso también lo atormentaba, la amaba como a nadie desde la primera vez que la vio; José recordó como se enamoró perdidamente de ella, y después de mucho tiempo de estar haciéndole la corte, María acepto ser su novia, José no sabía en que momento este sentimiento de opresión llenaba su pecho, amaba a María, pero últimamente sus enojos se volvían más frecuentes y sus acciones más explosivas y violentas, llegando incluso a las groserías, hasta los golpes, José recostado en el sillón escuchaba la radio sin prestarle mayor atención, fumaba su último cigarrillo, arrepentido José se levantó, caminó en círculos por el pequeño cuarto y entreabrió la puerta, vio la sombra de María ella estaba en la cocineta suspirando mientras lavaba la pila de platos sucios y hervía un poco de agua para hacerse un té, pues le dolía el vientre, José tímidamente salió de la recamara y comenzó a tararear la canción que le dedicó a María el día de su boda, despacio se acercó a su esposa y la abrazó por la cintura, pegando su boca a su oído derecho y haciendo voz de niño perdido le dijo,- ¿me perdonas?- dos lagrimones escurrían por las mejillas de José, lo único que tenían era su amor, María lo comenzó a besar y murmuró –si siempre te perdono tonto, te amo-, el radio llenó el departamentito con una serie de canciones románticas, que poco a poco los trasportaron a tiempos mejores.

17:06 P.M.
Ambos se abrazaron, se besaron, bailaron, disfrutando dentro de su desventura lo único que podría hacerlos sentirse felices, sin embargo José se había derrotado antes de luchar y María estaba dispuesta a seguirlo por siempre, José se acercó un poco más y le dijo -Mi amor, perdóname por esta vida miserable que no merecías, pero no puedo dejarte ir, quiero que me prometas estar siempre conmigo, que me ames como ahora, que ni siquiera la muerte nos separe- María suspiró nuevamente y asintió con la cabeza, también estaba cansada de sufrir y solo quería estar con José, un escalofrío los invadió a ambos, sabían que seguiría ahora, se abrazaron fuertemente, apagaron la llama de la estufa pero dejaron la llave abierta, abrieron la otra hornilla sin flama, y con lagrimas en los ojos caminaron a su cuarto, se tiraron sobre la cama y comenzaron a amarse intensamente, como hacía mucho tiempo no lo hacían, ya no tendrían preocupaciones, no volverían a llorar, dejarían de pelear y solo estarían juntos, amándose, sus bocas se buscaban, sus aromas se mezclaban, la ropa salió repelida de los cuerpos de los amantes quienes se entregaron desnudos desbordando pasión, sus cuerpos eran uno, sus deseos eran uno, sus almas se volverían en una sola, se besaron, se arañaron, se devoro el uno al otro, saboreando sus lagrimas y sus desdichas, se entregaron un y otra vez, mientras el radio le ponía música de fondo a esa representación de entrega y sacrificio a ese final de película, a esa página de una novela compartida, agotados extasiados, saciados, se abrazaron en una trenza blanda y dulce, se besaron por última vez, y ambos al mismo tiempo se dijeron “Te Amo”, la música del radio despertador sobre el buró, terminó de arrullarlos.

20:02 P.M.
El radio despertador siempre encendido murmuraba en la oscuridad del departamento -XJFM, Radio Sucesos lo acompaña a usted y le desea Buena Suerte en este Magno Sorteo de Nume-Loto, si usted decidió invitar a su suerte el día de hoy esa cita se llevará a cabo, a continuación diremos los números ganadores de la extraordinaria bolsa de $40’000,000.00, y los números son en orden ascendente 2, 6, 10, 17, 32 y el número comodín 25, MUCHISIMAS FELICIDADES AL GANADOR O GANADORES DE ESTE SORTEO, buenas noches-, continuó la música, mientras el leve silbido del gas poco a poco llenaba el departamentito.

09:34 A.M.
En el edificio todos los vecinos se alarmaron, un fuerte olor a gas se percibía desde la noche anterior, algunos tocaron a la puerta del departamento número 6, nadie abrió, la portera sabía que los muchachos que vivían ahí no habían salido en la noche, pues en la tarde saludo al muchacho, el vecino de arriba había escuchado tanto la discusión como la reconciliación, pronto llegaron la policía y los bomberos, con un hacha rompieron la puerta, el olor de gas los detuvo un momento, uno de ellos se dirigió a la cocineta y cerró la llave de paso, decenas de curiosos se asomaban por el boquete de la puerta cubriéndose la nariz con paliacates, pañuelos o con el cuello de la playera, dos viejitas se santiguaron mientras miraban las dos sillas, una mesa y un sillón, que era todo el mobiliario de la casa, el bombero gritó si había alguien en la casa, abrió la puerta de la recamara iluminada por la luz del sol, la música del radiecito endulzaba la escena, en la cama, abrazados muy juntos estaban María y José, sus rostros sonrosados, sus sonrisas inmensas, pues ni los golpes de los vecinos tratando de derribar la puerta, ni siquiera el ruido de las patrullas, ni el de los bomberos, tampoco la ambulancia en la calle frente a su edificio, los despertarían del sueño eterno.

Texto agregado el 24-03-2004, y leído por 239 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
05-01-2005 wow... ke impresionante final... de verdad das al lector más y más ganas de enterarse que más sucederá... Sigue asi! vIcKiZa
01-04-2004 De nuevo llevas al lector por una historia en la que las vueltas son importantes, en donde no sabes donde parará y sigues leyendo tratando de seguir el paso de la historia. Muy bien Paco. Kin
 
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