TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / FIC99 / PRIMER SUEÑO (SEGUNDA PARTE)

[C:31414]

Cuando se percató, nuevamente se encontraba caminando por las calles de aquel barrio. Era de mañana y por ser sábado los negocios de refacciones abrían un poco más tarde que de costumbre.

Se detuvo súbitamente en una esquina, miró hacia los cuatro puntos cardinales y se preguntó ¿qué hago aquí?

; Disculpe joven, ¿qué hora tiene?

Aquella pregunta pareció sacarlo de su ensimismamiento.

; Perdón.
; Que, qué hora tiene por favor.
; L... las 8:30.
; Gracias.

Creyó reconocer al viejo andrajoso que le había preguntado la hora, pero no, debía estar soñando. Se enfiló a la calle que quedaba a su derecha y caminó dos cuadras hasta encontrar una tamalera; tenía hambre y sed, pidió un tamal de salsas verde y un atole.

; Usted no es de por aquí joven.
; No, cómo lo sabe.
; Por su ropa.
; Que tiene mi ropa.
; Nada de malo, pero apuesto que acaba de salir del viejo edificio de la calle principal ¿verdad?
; No lo sé, no recuerdo nada.
; Ay joven, tenga cuidado, mire que se cuentan muchas historias a cerca de ese lugar, mejor márchese cuanto antes.
; ¿Por qué?
; Por que si no lo hace va a terminar vagando por aquí el resto de sus días como muchos otros que no hicieron caso de lo que les dijimos.
; ¿A qué se refiere?
; Está muy claro joven, por la cara que trae, estoy segura que ya tuvo contacto con la Gitana.
; ¿Con quién?
; Con la Gitana.
; No, a quien yo vi no parecía ser una Gitana, era una chica de hermosos ojos, pelo corto y usaba un perfume que lo hace a uno llegar al cielo.
; Ya lo ve, es ella
; ¿Usted la conoce?
; Ni lo mande Dios, esa mujer falleció hace más de cuarenta años y desde entonces, dicen que se aparece en ese viejo edificio en diferentes cuerpos, pero eso sí, siempre de noche.
; ¿entonces cómo saben que es la misma?
; Pues por que todos los que vienen a ese lugar no son de por aquí; nuestros hombres tiene prohibido entrar ahí.
; ¿Y a cuántos hombres extraños ha visto usted salir de ese lugar?
; Uy joven, mire, casi dos o tres por año, nada más haga usted las cuentas desde que murió, a la fecha.
; No, pues vaya que son muchos.
; Ya ve, se lo dije.
; ¿Cuántos han terminado mal?
; La verdad, pocos. Al parecer los que lo han hecho parecieron ser los más enamorados.
; ¿Cómo sabe usted eso?
; Pues, porque la mayoría al otro día aún están ebrios, y los que no, son los que vuelven a venir a buscarla.
; Pues parece que con esta es la segunda ocasión en que vengo; y sí, creo que estoy enamorado de ella.
; No joven, no diga eso, usted parece ser una buena persona, márchese rápido antes de que no pueda quitársela de su mente.
; Es que es tan hermosa!
; No, ella está muerta.
; ¿Podría contarme cómo fue que murió?
; Claro, con gusto, ¿otro tamal?
; No gracias, mejor deme un poco más de atole.
; Aquí tiene joven y pare bien la oreja.
; Todo empezó cuando ella tenía 25 años, era muy hermosa y casi todas las mujeres del barrio la envidiaban por lo mismo. Ella tenía un novio que no era de aquí y al parecer ya se iban a casar.
; Y luego ¿qué pasó, cómo murió?
; Tranquilo joven, tranquilo.

Fue en una fiesta cuando todo pasó, ella usaba un vestido blanco con una pequeña cinta roja alrededor de la cintura, zapatillas del mismo color del vestido y unos aretes de oro que el le había regalado.

El llevaba un traje gris, camisa blanca y corbata guinda; inmediatamente dejaba ver que no era del barrio, y no por que los de aquí no hayan tenido para vestir así; sino que simplemente no les gustaba. Llegaron a la fiesta alrededor de las siete de la noche.

; Mmm no era tarde
; Tiene razón no era tarde, déjeme seguir.
; Perdón.
; Las miradas de todos estaban puestas en ellos, eran la pareja más llamativa del lugar.

Cuando comenzó el baile, ella tomó la iniciativa y lo sacó a bailar. El tratando de resistirse un poco, terminó por ceder.; comenzaron a bailar, pero los movimientos de ella eran demasiado provocativos ¿sí me explico?

; Claro.
; Bueno, pues todavía no terminaba la primera canción, cuando tres de las chicas más bonitas de la vecindad se abalanzaron sobre ella de una forma sincronizada, como si ya estuviera todo planeado.

Parecían unas fieras al acecho de una indefensa presa. Ella gritó cuando sintió que la jalaron del pelo (muy bien peinado por cierto) su novio trató de defenderla pero se vio imposibilitado para hacerlo, pues casi al mismo tiempo era sometido por cuatro de los chavos más conflictivos de aquella calle.

; ¿Y luego?
; A el lo patearon en el suelo hasta casi matarlo, y a ella las mujeres le desfiguraron el rostro.

Cuando los organizadores de la fiesta reaccionaron, ambos jóvenes estaban casi muertos. Alguien gritó desde la entrada del edificio: “ay viene la chota”, seguro que alguien ya fue de rajón.

Al escuchar esto, la mayoría de los vecinos se encerraron en sus casas, mientras que los invitados y gorrones salieron despavoridos, no querían broncas.

; ¿Qué pasó aquí?
; Nada mi jefe, solo que estos dos vinieron de buscapleitos y a querernos humillar los muy fufurufos.
; No hay que ser, miren nada más como los dejaron, haber tú chamaco, dile al que se quedó en la patrulla que llame a la cruz.
; Vooy, a poco todavía se salvan.
; ¡que vayas te digo!
; Ta bueno, no se enoje.
; ¡Córrele!
; Ya voy.

Cuando llegaron los de la cruz, estaban dando sus últimos suspiros, los atendieron de inmediato, y con sus últimas fuerzas, ambos estiraron sus brazos hasta tomarse de la mano, y al hacerlo dijeron:

¡Nunca nos iremos de aquí!

; Te quiero.
; Yo también.

Entonces murieron.

; Vaya, vaya, pero entonces ¿cómo es que nadie habla del novio?
; Espéreme joven. Al poco tiempo de que fallecieron, digamos uno o dos meses, las jovencitas del edificio comenzaron a desaparecer repentinamente, todos creían que se habían fugado con su novio, solo que no se habían dado cuenta de con quien realmente se estaban yendo.
; ¿cómo se dieron cuenta?
; Por un niño, un pequeño de apenas tres años fue el que dijo que las chavas se habían ido con un muchacho de camisa blanca. Al enterarse de esto, la mayoría de los vecinos decidieron irse del edificio. Poco después, tal vez por el nerviosismo, comenzaron a correr rumores de que se había visto a la Gitana muy a menudo y por las noches en el patio donde falleció.

Así fue como pasaron las cosas joven, ¿qué le parece?

; Un tanto fantasiosa.
; No es fantasía joven, no se burle.
; No me burlo, ¿cuánto le debo?
; Nada, si se marcha ahora mismo.
; Aquí tiene y ... guarde el cambio.

Texto agregado el 23-03-2004, y leído por 132 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]