TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Penelope_Quin / El ocaso plástico

[C:312846]




Esto es un cuento alimentado con palabras giroscópicas, que significa, que cada palabra que transcurre durante su lectura, gira la imagen verbal en otro enfoque prismático distinto a la aparición de cada vocablo siguiente, habiendo de leerse con lentitud, para alcanzar toda la visión panorámica de la frase. También me he permitido para esta ocasión inventarme palabras con modismos bastante convincentes.


EL OCASO PLÁSTICO

Entre el ocaso del plástico, y el crujir del morir del cemento, hay un sol, muy, muy pequeño olvidando sus recuerdos...
Un sol que como un ojo vivaz aún va persiguiendo la historia de los últimos aconteceres...

Sobre un mar agridulce, agrio como la realidad, y dulce como la mentira, así pues, sobre un mar agridulce, va caminando un hombre, va saltando sobre las olas, y a cada salto coge una nube negra, y se la lleva consigo.

Es el ultimo hombre sobre la tierra - dice el sol compungido- y esto parece el fin del mundo.
¿qué hará el sol si todos se van?

La ciudad sigue funcionando, las maquinas no quieren detenerse...

Gigantescas ruedas con brazos plegables extensibles, con ojos fugaces en su enésima potencia secuenciando en cada órbita una pictórica de pixeles superpuestos al paisaje urbano, y enormes armatostes rodantes con atenazantes pinzas en danza, insectos de metal articulado con enroscantes y serpentiles sondas telescópicas que cuales vivientes melenas de medusas escudriñan por milímetros las calles, y dentaduras de herrajes encadenados como en boca de gigantes, desarticulando sus fauces en trepidantes chirridos, para tragarse maquinas deshabilitadas.
Estos son el tipo de seres que ahora dominan el mundo, son el nuevo depredador-rey que subsiste a la naturaleza.

En un laboratorio científico, los seres maquina, tienen dentro de un cilindro luminoso, la respuesta a su futuro...una mujer, la ultima mujer.

El propósito de los seres maquina es conseguir tener carne fusionada a sus engranajes de acero y también ambicionan experimentar el sentimiento.

Para ello inoculan una y otra vez, diferentes versiones de sus micro-chips genéricos, en el cuello del útero de la mujer, que una y otra vez son rechazados por naturaleza.

La mujer permanece en estado cataléptico, no percibe el mal trato que recibe, solo esta ahí físicamente, pues su mente, debido al horror, ha volado muy lejos.

Al principio no dejaba de gritar y continuamente emitía alaridos realmente espeluznantes, pero luego de súbito un día, se quedó con la mirada perdida sin musitar nada más.

Mientras en otra parte lejana de este mundo, el ultimo hombre sobre la tierra, completamente dedicado a saltar crestas de espumosas olas, resulta ser un ser tan perfecto que es capaz de quebrantar
las leyes físicas, debido a que en su momento, ya se había conseguido como humanos, ejercitar de tal manera la mente, hasta lograr andar sobre las aguas si era preciso, o volar o crear cosas translúcidas en el aire o encender fuego con el pensamiento o ser casi inmortal.

Solo queda él - dice el sol empecinado en su lamento- porque aquella mujer esta loca, y esto parece imèpinablemente la llegada del fin del mundo.
¿qué va ser de mi en la mas absoluta soledad?

Cuando ya no habían guerras, ni habían animales, ni habían niños, ni selvas, ni agua dulce, ni nieve, ni aire limpio...los que fueron los últimos hombres sobre la tierra, dieron “el paso final”, pues habiendo resuelto ya todos los enigmas terrenales, construyeron finalmente una maquina, “la maquina dimensional”, y se fueron a ser dioses a otra ubicuidad.

Así subiendo de nivel dimensional, el fin ultimo de la humanidad se vio realizado, al convertirse en seres todopoderosos capaces de viajar en vida al reino de los muertos, saltándose el pequeño detalle de tenerse que morir, y con mas de 1000 años de placida existencia terrenal, pues con el tiempo se habían convertido casi en inmortales, y así en vida lograron pasar del reino del pensamiento, al reino del sentimiento y la incorporeidad logrando así multiplicarse a sí mismos por mil millones de millones de otros espíritus compartidos...

Pero este ultimo humano que queda deambulando sobre la inmensidad del mar, era un anarquista, un contrariado, un utópico, era un perdedor, era un hombre eternamente decepcionado, un vago, un aburrido, un constante ignorado, un decepcionado de si mismo, y ya desde la construcción de la maquina dimensional, se negó a formar parte tozudamente, de nada que significara progreso, el tenia alma de vagabundo no de científico...

Así que solo queda él - dice el sol pesadumbroso- y acaso esa mujer, cosa que él no sabe...

Y desde que las maquinas en su propósito de perfección, se habían hecho fuertes dentro de las ciudades, consumiendo incesantemente “energía igual a movimiento”, él no se había atrevido a volver a entrar en una ciudad, adivinando que cierta agresividad motivaría a las maquinas en contra suya, puesto que eran tan primitivas como meras bestias metálicas, o al menos este aparentaba ser su aspecto, con todos sus engranajes, pistones, rotores, ganzúas, cadenas, resortes de aires gigantinos y con sus movimientos tan ruidosos, zumbantes, rápidos, pulsatiles y precisos.

La mujer contrariando a las maquinas científicas, no acababa nunca de quedar en estado, y las maquinoides, sin tregua, no dejaban de intentarlo, pero entonces un día de los de su tormento abduptivo,
Sue, que así se llama esta mujer, regresa del fondo de su mente a mostrar su incordura y empieza a cantar a voz de grito la estrofa de una canción.

“El final ya está cercaaaa
enfrente el último telóooon”...

Los seres maquina ignoran lo que significan las distintas reacciones anímicas de Sue, pero en su frío calcular se lo permiten conmiserablemente, pues ello no tiene probabilidad de alterar el propósito de sus experimentos en la búsqueda de su propia carnificación.

Y ella sigue canturreando entre risas de nerviosa angustia y lagrimas de su frágil indefensión, con los ojos desorbitados como la más fehaciente de las locuras...

“segura estoy de lo que fuiiii
de todo lo que yo vivíiii
de cada caminooo que anduve”

Y es tal la vehemencia de su canción que las maquinas se han quedado absortas con esta demostración explosiva de sentimientos que derrocha Sue ante ellas.

Y como seres “inteligentes” que son, se han dado cuenta que a través del medio que están utilizando para fertilizar a la mujer, después de tan numerosos intentos, no van a conseguir el efecto deseado...

De mientras Sue sigue cantando enloquecida de atar, una canción que en su tiempo fue popular, y que ahora escuchada con su voz, parece un salmo en lontananza pero a ras de oreja.

“de cada caminoooo que anduve
y más aúuuun,
lo hice todoooo...
a mi maneeeeera”...

Sue se desgañita como una mala cantante de opereta, los micrófonos de los maquinoides, rebasan los limites de saturación del índice rojo de distorsión de agudos soportables para sus conos.

Y en un lugar bastante mas lejos de allí.... millones y millones de grapas tenazoides metálicas se abalanzan sobre el mar, su misión es encontrar al hombre, el ultimo hombre.....

Frank, pues tal es el nombre del “ultimo hombre”, al ver venir esas bocas mecánicas mordisqueando el aire hacia él, de un impulso se enarbola en huida hacia el cielo, pero aquellos “engendros del diablo” también saben volar, y pronto lo han tenido rodeado y rendido ante la enormidad de cantidades ingentes de pequeños ejemplares de cucarachas, avispas, sapos y protozoos mecánicos, que por saturación del aire lo han inmovilizado y casi asfixiado, además de producirle numerosas laceraciones y pequeñas heridas, todas ellas producto de los filos y aristas de sus diminutas bocas inconteniblemente exasperadas.

Este es el ultimo hombre sobre la tierra - dice el sol compungido- y esto parece el fin del mundo...
¡hay! ¡que será de mi!

Frank esta ahora en el laboratorio científico, esta dentro de un cilindro presurizado, y esta siendo sometido a toda clase de estudios por parte de las maquinodes mas ilustres, pero de momento sin ningún resultado factible.

Sue sigue cantando, gritando y llorando, sujeta por inmutables correas fijas por todo su cuerpo, y parece no haberse dado cuenta de la presencia de Frank en el mismo lugar, y bajo la misma circunstancia.

Los maquinas intentan aderirle electro- magnéticamente sus chips genéricos a los espermas de Frank, introduciéndolo dentro de un enorme electro-iman, e inyectándole toda clase de inefectivos sueros, con el propósito consecutivo de después intentar cruzar a ambos humanos en un coito, que acabase en la fertilización del ser híbrido deseado entre carne y motor...

Sin embargo aunque consiguen la fusión parcial del esperma con sus chips, después de haber perforado a Frank por todas sus vertientes, lo que les resulta a estos cabeza-cuadrada imposible, es el provocar la relación sexual necesaria para que el fenómeno deseado se produjera.

Por un lado, a Frank, el triste aspecto de Sue solo le inspira tristeza y no excitación, mientras que Sue escudada en la demencia de su canción, ni siquiera se percibe de la existencia de Frank.

Por otro lado los robotoides, no tienen ni idea de cómo se ha de producir semejante enlace entre humanos, y solo saben que ponerlos juntos, desnudos en una urna rectangular de plexiglas y observarlos desde el exterior, sin conceder siquiera la cesión de la intimidad, ni el mas mínimo clímax pertinente al erotismo, a demás de estar increpándoles todo el rato por los altavoces chirriantes unas ordenes que no surten ningún efecto -“ahora”, “vamos ahora”, “hacer sexo ahora”- sin ningún otro resultado que la mirada de lastima de el y la mirada perdida de ella...

Intentan también con sus espermas polinizados por sus micro-mecanismos, hacer la fecundación in vitro, pero los óvulos de ella, al percibir la presencia de cuerpos extraños, no quieren saber nada de estos engendros mecanoides, y el experimento fracasa una y otra vez.

Los seres maquina, en su formato de inteligencia tangencial se han dado por vencidos - estos ejemplares de humanos resultan completamente inútiles- así que....

Sobre un mar agridulce va caminando Frank, va saltando sobre las olas, y a cada salto coge una nube de tormenta, y se la lleva consigo, para entregarla
como presente, a una enloquecida sirena que aúlla una canción y que va bailando, como una posesa por algún hechizo vudú.
Y la estrofa en que grita “a mi maneraaa” se ha convertido en su estandarte de guerra para destruir toda racionalidad posible, y de mientras tras su blindaje, ignora completamente que Frank, si mas no el ultimo Frank del mundo, esta ahí cuidándola.

Entre el ocaso del plástico, y el crujir del morir del cemento, hay un sol, muy, muy pequeño que como un ojo vivaz aún va persiguiendo la historia de los últimos momentos...

La ciudad sigue funcionando, las maquinas no quieren detenerse...se han hecho a si mismas con formas espectacularmente grotescas, como fieros guerreros nueva zelandeses que gritan al unísono, y se dan golpes en el pecho para ser mas temibles, pero todo ello en un tamaño desmesuradamente gigantino y barroco, preparándose eventualmente para la invasión y la guerra...

Frank deambula chapoteando por el oleaje, y piensa de mientras consternado, que es tan solo un perdedor, que siempre lo ha sabido, que hay que ser perdedor para ser el ultimo hombre sobre la tierra, mientras todo el resto de la humanidad se han convertido ya en parte de ser dios...

Y esto aunque parece el fin del mundo - dice el sol esperanzado- no es el final ni mucho menos... pues así – sigue diciendo el sol- como las maquinas carecen de sentimientos, por ello mismo carecen de crueldad, lo que ante la inutilidad de sus empecinamientos procreativos, ha hecho, a estos seres de la involución, devolver a ese hombre al mar, como si fuera un pez, dejando que la señora pez-chillido reste también con el.

Aunque tal vez el sol no sepa que se trate solo de una treta para un nuevo intento de lograr que “sin aparente cautividad”, el hombre llegue a fertilizar, con sus espermas manipulados, por fin a esta locuaz e inponderable mujer, aunque para eso Sue, si no llegase a cejar en su actitud rebeldemente histriónica, acabaría por enloquecer a su protector, el empecinado Frank pero....
No hay locura que dure cien años, si pues, el fin ultimo de las maquinas es convertirse en humanos...y los dos últimos humanos son casi inmortales...así pues, el tiempo para la concepción no importa, cuando sea será.

Ha pasado mas de una eternidad desde entonces. Frank y Sue están metidos en sendos cilindros acristalados, Sue tiene una enorme barriga de embarazada, Frank y Sue vociferan gritos de indignación y desesperación...deplorando e insultando a sus inesperados apresadores...

Sobre el panel, la mano metálica decisoria, empuja la palanca de “Eliminar” sobre la sección de control del cilindro de Frank,- ya no eres necesario- le hace saber la maquina...

Un gas insidioso se introduce inyectado siseante el cilindro pertinente, Frank deja de gritar en un ahogo catastrófico y fallece silenciado.
Frank ya, en estos momentos, se acaba de reunir con el resto de la humanidad allá en el inframundo.

El sol se ha quedado mudo, o más bien ha arrojado sobre el cielo un espantoso grito sordo.

Sue se ha puesto a parir dolorosamente...y después de presenciar el fallecimiento de Frank, y viendo sus propias perspectivas de tortura y esclavitud, su mente ha dado un vuelco hacia atrás, y se ha vuelto a refugiar tras el escudo de la que fue su canción protesta, en aquellos otros momentos parecidos de antaño, y que ya había olvidado, compartiendo su vida con Frank.

“segura estoy de lo que fuiiiii
de todo lo que yo vivíiiii
de cada caminooo que anduve
a mi maneeera”

Y parece que es el fin del mundo, y el sol no quiere ni mirar...

Pero todo puede suceder, pues ya se esta viviendo otra historia para amenizar al sol...

La historia de cómo las maquinas se convertirán en casi humanos...para llegar a ser casi dios...

O de cómo Sue se convierte en la enorme y cruenta reina dominante del hormiguero de los nuevos poyuelos de metal carnal, hostigándolos con dureza...

O de cómo las persistentes guerras serán consecuencia de cómo llegan a sentir los sentimientos los seres maquina...fomentando en sus campos de batalla, las esculturas agrestes y punzantes de cadáveres amontonados de metales retorcidos...

si, el sol no tendrá tiempo de aburrirse...

21-09-07

SIL.

Texto agregado el 22-09-2007, y leído por 149 visitantes. (1 voto)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]