Hoy en día es fácil engañar o ser engañado, pese que la tecnología ha rescatado de la ignorancia a cualquier incrédulo. Aun recuerdo la anécdota contada por mi padre; el era chofer por allá en los altos de Jalisco y cada noche conectaba a la batería de su troka un radio con el cual escuchaba una estación muy famosa del DF, escuchaba a artistas, mariachis y orquestas, el espacio y la atmósfera eran vírgenes, pues no existía aun un congestionamiento de señales Hertzianas en los 50’s, aunado a ello la compactación de la atmósfera por las noches ayudaba a que la XEW: 'La Voz de la América Latina desde México', se escuchara prácticamente en todo el territorio Mexicano.
La multitud de aquel pueblecito de la sierra jalisciense se agolpaba al sonoro y raro aparato, todos disfrutaban tan maravilloso invento. Pero mi padre al cabo de un rato apagaba el aparato por dos razones; la batería que podía descargarse y por los incrédulos y recelosos de algunos habitantes de la zona que podían tacharlo de brujo.
Un día, al finalizar de oír cierto programa, mi padre apagó el radio, notando que cierto viejecito de aspecto mal encachado, de manos maltratadas, bigote amarillento, sombrero y huaraches lo observaba, esperando lo peor sonrió al viejecito el cual por fin soltó lo que llevaba muy adentro de su ser –no se vaya a reír… pero.. ¿Cómo le hicieron para meter al mariachi dentro de esa caja?- preguntó. Pero el que se rió fui yo, porque de haberlo hecho mi padre jamás hubiera yo nacido. Mas sin embargo el tuvo que engañar sin quererlo al viejecito, ya que como era obvio, ni el sabía como funcionaba un radio.

No ha pasado mucho tiempo de eso, solo 50 años, son pocos, si sabemos que ya existen los celulares, la Internet, los viajes espaciales, los trasplantes de órganos.. en fin, ¡como a cambiado el mundo en 50 años!
La tecnología va que vuela, recientemente recibí un correo que me mando un compañero, será verdad o será mentira, pero una pluma formaba una computadora personal entera, un bolígrafo que cabe en la bolsa de mi camisa. La pluma o bolígrafo se coloca en la mesa o escritorio mediante unas patitas que emergen de ella y proyectan en la pared una pantalla cual si fuera un cañón de verdad, así mismo la pluma proyecta sobre la mesa o escritorio una luz que despliega al teclado, quedando formada con ello la totalidad de la computadora.

Mis alumnos son mis mejores informantes, de ellos aprendo mucho. Un día me dirán – profesor ¡ya existe la maquina teletrasportadora!- y yo lejos de no creer, lo voy a dudar al menos y me dejara muy pensativo e inquieto. También me dirán – oiga profesor ya existe la Plastisex- la plastisex es un personaje de Juan José Arreola de su cuento el “Anuncio”, la cual es una mujer que se maneja por controles automáticos, se enciende y se apaga y no se queja. En fin que creer.. la tecnología le gana hasta los mas acérrimos cuenteros.