"Ni ruego ni me lamento"

¡Ni ruego ni me lamento!
es el mote
de cauto paso y trote
que impide que mi
llanto en vano
brote.

Fué mi pena el desear
de tu agrado,
quien no estuvo en presencia
corazón muy sagrado.

Es innegable la gracia
vuestra y propia,
que enciende
el deseo
en carne falsa
que el alma
apropia.

¿Quién al fin será amado?
si en tus ojos
huyó confianza,
podrá tener vuestra anatomía,
pero de amor
será olvidado.

No sé por qué razón me vencí,
será por vuestra apariencia
pasiva
la que despertó
un veneno
en saliva contra mí.

Sin fortuna y desdichado,
sin consuelo y con dolor,
el amante
que a ti llegue
será triste amador.

Deja tan viva la impresión
vuestro lema
de seducir
memoria de lo que vives
es más que
reflexión.

Si ignorarte es significado
demostrar tu intención,
si en vuestro ser
no hubo amor
dignificado,
¡El honor en mi corazón podrás ver!

Y en cada latido de compasión
escuchará vuestro oído
toda esta canción:
¡Ni ruego ni me lamento...!









Dedicado a una Claridad con ténue lumbre se asemeja a la oscuridad: Luz.

mote: Decir, refrán, o palabra de honor en el escudo de un noble caballero medieval.