Pues me he dado cuenta que cuando estoy enojado, molesto, trsite, alterado o mal de alguna forma, suelo ser feliz haciendo cosas que saquen de balance a las personas, cosas en sentido “artístico” si es que me permiten usar esa palabra. Me gusta hacer cosas que sé que a muchas personas (en su mayoría de mente no muy abierta) les ofenda la obra o que no le entiendan…
Siento perverso placer en provocar a las personas, no sé si ese sea el fin, pero me gusta que no les gusten las cosas, también cuando alguien las entiende o me da buenas criticas me gusta, pero siento que más que buscar el reconocimiento busco el disgusto de muchos.
Supongo que es mi forma de desquitarme de lo que me pasa y lastima… En vez de solo hacer un cuento donde me desquite y diga lo que tenga que decir, me meto con los espectadores y les doy un golpe estético, mental o psicológico y con eso me siento mejor…
Igual, si alguien me entiende, entonces sé que no estoy solo…
Esta reflexión me vino muy de repente, no está bien estructurada, pero bueno, creo que me doy a entender ¿no?.