Hoy veo la noche maravillosa, y quiero hablar de ella, digamos que tengo una opinión equilibrada ,porque trabajo de día y de noche, pero la evoco diciéndole que es más virtuosa, que le luce su color oscuro, le brinda seriedad, por eso ella ríe displicente hacia nuestras perversiones, y me tranquiliza para poder leer, y escribir. Cuando una botella de champaña explota en espuma cuando se destapa , y las botellas de ron se abren para continuar las parrandas es porque la noche sigue y es larga . Y porque la noche nos invita a estar solos, y acompañados al mismo tiempo, antes de dormir, después de comer, antes de ver televisión, después del sexo, antes de embriagarnos, después de leer, la tranquilidad que brinda esa compañía es exclusiva de la noche. Hoy , no llueve, hace calor, no hay estrellas en el firmamento, es un cielo claro, nada mal para el día, fantástico en la noche, salgo a caminar por las calles de mi ciudad, algunas ya desgastadas, un pavimento acabado, me guío por los andenes, atravieso las calles, aún no solas, y los semáforos todavía funcionando, los vehículos obedeciéndolos, y mi mente, descerebrada, detallando cada momento, veo mis manos, como se balancean mientras camino, y mis pies, paso a paso avanzan sin un curso fijo, solo esperando, que la noche me brinde la paz, ya la tengo, pienso que no tengo prisa , puede que necesite consultar algo para mi trabajo, me agrada que debo hacerlo ahora, mi semblante brilla con una sonrisa de oreja a oreja, me siento simpático, no me molesta ver un indigente arropado con cartón en un andén, parece hablar solo, pero se ve tranquilo, talvez está mas proclive a que me roben, estoy solo, llevo algunas pertenencias en mi bolsillo, y depronto no pueda gritar para pedir auxilio, porque probablemente nadie acudirá, eso pasa igualmente en el día, y es más probable, que en la noche los ladrones se encuentren más seguros a esta hora, pero a esta hora es difícil que me quiten algo que me importe, no deseo sino caminar, y pensar que nuestra sociedad y sus necesidades descansan en este momento en su mayoría, y que unos pocos, se ganan su comida, legal o ilegalmente en estos instantes, paro un momento , y ordeno en un carro de perros, una gaseosa, y una hamburguesa, me siento a comerla, digiriendola despacio, veo la luz artifiicial de un poste, y me siento, más alegre aún, la noche tiene su magia.