TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / delValle / CON LA PIEL DEL AMOR

[C:301709]

Fui separando a golpe de lengua los hilos rizados de tu pubis hasta llegar a la tibia y palpitante entrada de tu sexo. Allí la lengua se hundió despaciosamente, hasta descubrir el centro del latido en el clítoris erecto y desafiante. Sentí tus quejidos, sentí el empuje de tu pubis, sentí tus manos apoyarse firme a los lados de mi cabeza, sentí como me estrujabas en tu sexo en un paroxismo de goce ilimitado. Pero lentamente, de calma angustiante yo relamía aquel pequeño botón, mientras mis dedos, de manera magistral, acariciaban suavemente los sendos pezones que se alzaban desafiantes sobre aquellos senos erectos y punzantes. Tu desnudez salvaje serpenteaba en el lecho, luchaba contra la nada y contra todo, tus grititos de gata silvestre aumentaban el frenesí de mis lamidas hasta que de tu garganta salió aquel grito ahogado, lujurioso como salido del fondo de una gruta mística y entonces tu vientre tembló y el orgasmo inundó de olores seculares el ámbito de la habitación.
Te besé varias veces más el sexo húmedo, luego te volteé delicadamente boca abajo y tú, apoyada en tus codos, me entregabas como un regalo divino la tersura de aquel par de nalgas que fulguraban en la media-oscuridad de la estancia.
Con la mirada fija en el centro oscuro de aquella zona de placer, tome mi falo entre las manos y recorrí su punta de abajo arriba y de arriba abajo la palpitante, rojiza y encendida entrada.
Despacio, para oírte clamar por todos los ángeles que no te hiciera sufrir más y te penetrara.
Un minuto más a conciencia, te hice esperar ese deseo hasta que sorpresivamente ví como mi falo penetraba de manera brutal dentro de tí porque arremetiste con deseo, desesperadamente, para que así fuera. Te tomé entonces delicadamente con mi mano izquierda por la cadera haciéndote dirigir el ritmo del movimiento de manera sosegada, tranquila, para que gozaras al máximo cada pulgada de maciza carne que sojuzgaba tu vagina como un émbolo frenético.
Mientras mi mano derecha se afanaba con el clítoris.



Texto agregado el 16-07-2007, y leído por 143 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]