Solo se mira la noche, cubierta por un largo manto de estrellas,
llorando por los muertos; y los ángeles volando sobre la yerba
buscando colores leonados, rojos y azules, y color cielo.

Han caído tantas noches tras las lluvias
que mi piel se ha llenado de recelos.

¿Qué inventamos en estos momentos?, que sigo viendo un lucero
llorando; y los hermanos no han concentrado el regreso al fuego,
la noche cada vez la sentimos más triste que otras no olvidas.

Pondrán mis pensares, a suelo húmedo;
dirán a ciertas, que ya, es muy tarde ya.

No quiero sentirme como abacoras dentro de mi pecho varonil
confundo flácidas palabras usurpando mis novelas vaqueras
y el regreso me cala la mente, sabiendo que todo es mentira

Viene un cortejo, dioses de maldades,
infierno de llamas y odio perenne.