soy hijo del aliento
cargo nichos luminosos,
enterrados bajo historias,
poemas y palabras
de pueblos condenados...

soy su hijo predilecto,
le recuerdo y le siento
como la carne de una amante,
diosas escritas más allá de las palabras
que cuenta lindos poemas
llenos de mentiras disfrazadas de verdades

no creo en sus palabras
pero disfruto de su larga cabellera,
de sus ojos secos y profundos
como el abismo de la muerte

hago un hito en mi silencio
y respiro tantas veces
que me siento un dios disfrazado
de mucha carne, hueso
y pensamientos soñadores...

soy hijo del aliento
y la eternidad
se ha enjaulado en mi instante...
como el ave de los cielos


San isidro, marzo del 2007