no existen motivos contundentes para que los pensamientos que se provocan por la duda
sean la vedette de la existencia,
porque la duda es un toxico que anida en casi todas las posturas ideolicas que sabemos conjugar como verbos comunes, es un virus informatico cuasi ignorante que campanea la zona del delito para operar en favor de los ladrones,
es lo contrario al exquisito equilibrio pendulante.
la duda es el sentimiento intelectual por exelencia de los querendones amantes de cualquier bicho que camina, y sus resultados finales insiden por supuesto sobre la carne del cuerpo,
dejando como depositadas en la capacidad del individuo marcas indelebles en la motricidad del tambaleante indeciso.

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