Bueno, no todo es sufrimiento, trabajo, hambre, mala higiene, uno aprende con el tiempo que hay que vivir...aunque a veces no quieras...seguìs respirando, ansiando...sintiendo.
Hoy el trabajo, como la mayorìa de las veces...fue duro, muy duro, conspiran el calor, los mosquitos...la humedad, el desgano, el mal humor y no debe asombrar a nadie, los insultos y las miradas de gente que desea màs que estès muerto que vivo.
Bueno, el tema, es que acà igual sentìs, y cuando digo sentìs, esta vez me refiero a sentir, a desear a una mujer...a querer tenerla en tus brazos...vamos, sentir sentir¡.
Y bueno, como les dije en otras narraciones referentes a mi curiosa vida...acà una mujer...no viene ni pagàndole...y deben imaginarse, que por màs triste, enojado...oloroso y destratado que te sientas...vamos...erecciones tenès y te volvès loco y desesperado por una mujer.
Pero bueno...todo esto indica que acà no hace falta que venga Claudia Schiffer para que tengas una erecciòn de trepar los muros¡¡.
Y bueno, mi historia no trata de relaciones, porque la verdad hace años no le veo la cara a dios, pero...si deseo a una mujer...bueno...tengo derecho por lo menos de desear a alguien no?.
Se llama Adriana, es la hija de Don Aurelio, el camionero que trae materiales y la vi solo tres veces desde que estoy.
No me da ni la hora, tiene aires de emperatriz, pero les cuento amigos...està divina...es morocha, bien pasada de horno...pelo sobre los hombros, ojos negros, delgada y tiene pechos y muslos muy potentes...
Bueno...voy a soñar y me voy a dejar llevar por la imaginaciòn, estoy libre, me encuentro cara a cara y le digo todo lo que siento y resulta que me regala una sonrisa...vamos a tomar algo y de pronto, como si de un sueño se tratara...estamos en una habitaciòn de un hotel con yacuzzi, y con una cama redonda...giganteeee.
Su piel es hermosa, suave, tersa, dulce al tacto, tengo miedo de lastimarla con mis manos que para ello, embadurnè con mucha crema.
Disfruta mis caricias...y no oculto las ganas de besar cada milìmetro de su dorada piel.
Lo hago...caricias, recorro sus pechos, sus muslos...la doy vuelta suavemente y me encuentro con su contorneda espalda...pienso...es hermosa¡
Me entretengo en su nuca, le respiro detràs de las orejas...su cuello...gime...disfruta.
La doy vuelta nuevamente, le doy muchos besos suaves, tiernos, en el estòmago, y me enfrento a unos pechos divinos, sus pezones se endurecen, me saludan y yo, me veo obligado a besarlos de la forma màs cariñosa...
No puedo contener mi deseo de penetrarla, pero quiero que este momento sea eterno, la miro, disfruto su tìmida y confundida mirada, y me entrevero con su cuerpo de una forma desesperada.
Busco su entrepierna, con mi rostro, mientras le masajeo suavemente sus pezones, me quiero ahogar en su sexo, quiero acelerar su humedad, quiero penetrarla, disfrutarla y encenderla hasta que ella me lo pida..me diga...¡dame¡
Y no tarda en hacerlo...me gusta su voz, me lo dice inesperadamente de una manera muy dulce...me hago el sordo, sigo entretenido en su sexo...me inundo de su humedad, me gustan sus gemidos, sus latidos, que se contornee de placer...
No aguanto màs...me subo a ella despacio, la contengo...se unen de a poco ambos cuerpos, transpirados, deseosos, buscando el placer de la penetraciòn y el abrazo.
Estoy dentro de su cuerpo...es un sueño, gozamos, disfrutamos, gime, pide, gimo, doy, quiero detener el tiempo, quiero morirme de placer junto a ella...
Levanto sus piernas sobre mis hombros, siento que estoy màs adentro, ella me complace, lo disfruta y me dice -màs, màs adentro- se contornea, gime, atrapa la sàbana con una de sus manos.
Todo en el ambiente es pasiòn, la doy vuelta nuevamente, estoy sentado en la cama, con ella de espaldas, gimiendo, mis manos, se llenan de sus pechos, mi boca de su nuca, de parte de su espalda, sentada sobre mi miembro, al contornearse su nuca escapa de mi boca, pero pronto vuelve por màs.
La deslizo suavemente sobre la cama, quiero gozarla en otra posiciòn, estoy confundido, el calor, el sexo, el placer, la noche, mi locura, su cuerpo, las gotas de sudor, su piel, es perfecta.
Piero la nociòn de espacio-tiempo, aparezco como por arte de magia, a un metro de la puerta, se siente el golpe suave de su cuerpo contra la pared, cada vez que arremeto...me vuelve loco, le beso el cuello, estamos parados, estoy muy caliente, ella lo mismo, mi mano derecha, sujeta su pierna izquierda, para ir màs adentro de ella, de su pasiòn..