¿Cómo unos seres pueden ser tan malvados? Cabe preguntar cuando se cree conocer los atributos de una cosa y luego sale y aparece un atributo totalmente distinto. La cosa a la que me refiero en este caso es la música; sus atributos conocidos, por supuesto, la música conocida y todo lo que cabe dentro de sus posibles variantes. En realidad la música nueva, no escuchada por nosotros, presentada por vez primera, nos agrada o no nos agrada, pero muy excepcionalmente nos sorprende. La música usualmente no nos sorprende porque ya conocemos sus atributos como música, por lo tanto ningún juego de sonidos, melodías y ritmos, por muy nuevos que sean nos son desconocidos. Conocemos igualmente los propósitos de la música, música para bailar, para hacer el amor, para meditar, para llorar, para goce estético, para salir y matar, etc. Todo un espectro por nosotros ya conocido. Tendemos a elegir, según nuestro carácter, uno, dos o tres de tales propósitos y es lo que se define como nuestro gusto musical. Igualmente conocemos lo que no nos gusta, lo que no hace parte de nuestro gusto. En términos generales podemos decir que aún no conociendo toda la música existente conocemos lo que es la música, por lo tanto ésta no nos depara sorpresas. Todo lo que conocemos como música podríamos hacerlo caber dentro del marco de una definición – y ya ha sido intentado (siempre a partir de lo conocido) -. ¿Cómo pueden unos seres ser tan malvados? – Si ya conocemos lo que es la música ¿Cómo puede3n existir unos tipos como los de “The Residents” y hacer lo que hacen? ¿Puede existir en la música el género “anti música”? - ¿Puede existir en algo un género que lo niegue? – Escuchando The Residents es lo que provoca ya que no hay género musical conocido en el cual catalogar ese juego de desarmonías con los cuales crean poco conocidas atmósferas.
¿Cómo catalogar a unos tipos que agarran la música y hacen lo que hacen con ella (que sólo ellos hacen) para sus propósitos? ¿No se nos está mostrando un nuevo atributo de la música, de sus posibilidades, desconocido por nosotros, creado por ellos, y que nos sorprende, caso de que no nos espante? ¿Cómo pueden ser unos marginales tan geniales y poco previsibles?
Sobre cómo pueden ser no lo sabemos, se visten de cíclopes y en lugar de cabeza poseen un solo ojo y su música, al igual que su aspecto es una cosa absolutamente ciclópea, una cosa rara formada a base de deformaciones y de pesadillas infantiles… una música que nos retrotrae a los temores de la infancia, al miedo al monstruo que se esconde en el armario o bajo de la cama… una música que brota de esa oscuridad que a medida que crecemos intentamos arrojar al olvido. The Residents – ¡Los Residentes! – no nos permiten asesinar tales temores atávicos, nos hacen recordar que tales sensaciones infantiles (porque pertenecen a la infancia) subsisten, continúan vivas bien ocultas en nosotros, ellos lo sacan a la luz, siendo ellos ese monstruo, esa sensación temida bajo un aspecto en nuestra fantasía, cantándonos. En Los Residentes ese monstruo nos canta y nos seduce* y conduce a conocer su mundo… ese mundo que no existe en la edad adulta…, ese monstruo que sólo los niños captan temiéndolo, ese mundo del que los adultos niegan su existencia rotunda e insistentemente para tranquilizarnos a todos.

(Si a alguien le interesa las teorías jungnianas y aún no comprende bien lo que son los arquetipos creo que esta… esta… ¡Cosa! bien podría servirle de faro al respecto)


*Como muestra un botón: Las opciones son infinitas, ya que llevan haciendo música desde hace ya casi cuarenta años y la gama es monstruosa y monumental, pero, ya que se posee la facilidad de youtube.com bien puede servir de abrebocas “He also serve”, “Hello Skinny”, “The act of being polite”, “Medecine man”, y un enorme etc.