Entre tantas imágenes y documentos
la dicha sabe gustosa entregar y acicalar
las más bellas palabras y situaciones
momentos de alegría y encuentros al azar.

Hoy busco y encuentro bellos elementos
simplemente abro mi mano y llegan desde el horizonte
imperfectos, etéreos y humanos
hacen una existencia divina, iluminada
tanto como las calles de esta ciudad nocturna
fresca como la brisa lunar
que azota mi ventana de noche en noche
y me alienta a continuar.

Viva como la luna llena
impaciente y flagrante, preciosa e intensa.
Que cada periodo aparece
ingiere mi corazón y lo hace vibrar.
Tal es la sensación que es incomparable
tal es la escena que no puedo reir ni llorar
pues las emociones me embargan y explotan
por fin soy más humano, por fin soy más real.

Dias como estos me recuerdan que vale la pena
dias como hoy me enseñan que una página más
es un día menos...
pero días como hoy nunca quedan atrás...
Historias como esta no llevan precedentes
no hacen promesas y no saben esperar.
Hoy miro hacia adelante y no olvido
pues la más pura escencia ha sido la protagonista
sin razones, sin opiniones,
espectante y sencillamente humilde...
Sin buscar se ha encontrado,
sin siquiera pensarlo, ha caído...

Pero es una buena caída,
por que en el fondo no había piedras,
ni cadenas, ni espectativas
no habían críticas ni tampoco mentiras
solo había libertad y una muerte serena,
pero muerte de cambios, muerte de vida...
Una muerte representativa de una ilusión,
una muerte egoista
que observa con los ojos volteados
donde cada uno se enfrenta con la médula
donde los niños encuentran felicidad,
y las aves su rumbo,
las flores sus colores
y la miseria, su tumba...

No callemos las voces impagas,
ni tampoco los versos atrevidos,
la libertad es tan dichosa
que impaciente nos invita a volar,
nos invita a desear con toda la fuerza
y traer de vuelta a la alegría.
La misión es reir y sentir de verdad,
salir del abismo y dar pasos firmes,
fuertes hacia el infinito,
donde la esperanza es por fin sanar,
donde tu sonrisa por fin brille
tanto como el atardecer en el mar
y en esa vuelta de la esquina
nuevamente nos encontremos.
El camino será mucho más claro
y por fin seremos libres...
otra vez,
pero tu más consciente de mi
y yo de ti...