Abre los huesos que dan al primer polo
Y aprende a ver con el tacto de la Irrealeza
Abre mas allá del fondo de ti mismo
Y planta tanta maleza como lirio en su orden

No sabes cuanta destreza hay apoyada en la
Cuerda afirmante del cerebro,
Abre los brazos, las manos, los dedos
Y sube a observar las paredes atravesadas por la tierra

Cierra las cortinas de la piel prístina e intacta
Y déjate llevar por el primer caballo que veas

Cae de noche en noche por el silencio
Y arráigate en la inmortalidad de una piedra

Que la herida de su belleza no contamine tus heridas,
Es bueno, de cuando en vez,
Mover las nubes del pensamiento,
Danzar sobre el precipicio vertiginoso de los incendios conmovedores,
Correr como sangre por su vena
E iniciar desde la ignorancia
El descubrimiento del verdadero idioma
.
Una cruz a toda marcha se estrella sobre su propia iglesia
Y son los muros quiénes sangran desde adentro,
Brotan designios de una corriente nueva
El cura y sus escolapios se revientan las cabezas
Desde el norte un tumultuoso alud es el que suena
Unos cuantos poetas hay dentro.

La palabra se ha devorado ya al hombre
El corazón yace en una caja
/inmóvil
Devuelve a tu madre el cordón que te unió a ella
Y verás como caen apoyadas en sus tres alas
Las palomas del cuarto hemisferio.