Hoy quiero ser una rolling stone
la piedra, la que rueda, la que va por el mundo
alojándose con brevedad en despeñaderos, bebiendo vértigo
vomitando entreveros de nombres, lugares y fechas
quiero ser a la que le importa poco mirar hacia el norte desde este gastado sur
no leer más el periódico para saber dónde está el epicentro
y qué hacer en caso de sismo: con qué ropa huir y qué perfume usar.
Hoy despierto con sobresaltos y no llamo a mamá
ella no soportaría ver a su niña convirtiéndose en una vulgar rolling stone
y me disfrazo de princesa y le doy el beso de buenos días
y le regalo una sonrisa como prometiéndole por última vez no ser la que rueda,
la que va por el mundo urgida de caminos, de abismos y de espinas
pero mamá no me cree,
al saludarla le he golpeado en la mejilla
no he parado de girar
buscando la puerta de salida
y la he dejado vestida de lágrimas,
implorándole a todos los cielos que los impactos no me fragmenten.