La mañana del once de septiembre, en el palacio de gobierno, el aire se encontraba denso, la tensión que sentía los presente se podía incluso palpar, todos sabían que ese día iba a ocurrir algo terrible, tenían esa clase de presentimiento que te atenaza el pecho y te dificulta la respiración, mientras un nudo de angustia se adhiere a tu estomago y te hace difícil poder digerir ningún alimento…la muerte estaba rondando a los presentes. Desayunaban aparentando que todo se encontraba en perfecto orden, que nada malo ocurriría.

En otro lugar no muy lejos de hay, el comandante en jefe del ejercito y el jefe de la fuerza aérea junto con el de la marina, planean los últimos detalles de su boicot, están planeando el golpe que los llevara a la riqueza y el poder. Bajo la mascara que buscan lo mejor para la patria. Como si masacrar a gente indefensa, a su propio pueblo, al que deberían proteger, fuera lo mejor para ella.

El avión en el que supuestamente le van a dar el honor al presidente de poder escapar de la muerte, esta preparado, la bomba ya puesta en su lugar para que estalle al vuelo, no lo pueden dejar libre, la influencia que posee en el exterior es demasiado grande, mucha gente lo sigue y no solo chilenos, también muchos extrajeras. El es un símbolo de lo que se llamaba en esa época en el mundo “la revolución a la chilena” que no tenía necesidad de armas. Que fue hecha a la manera pacifica a diferencia de todas las otras de origen marxista.

El estaba en la historia de un pueblo y del mundo, mientras ellos rumiaban de envidia por no estar en su lugar, pero pronto lo estarían…quedarían en la historia de un pueblo y del mundo…como asesinos, como símbolos de la crueldad.

Se estaban preparando para el bombardeo de la moneda, los aviones estaban listos, solo faltaban los soldados dispuestos a hacer ese acto en contra de la democracia, de la libertad.

La fila de los soldados elegidos no era muy larga, algunos temblaban de excitación por participar en algo importante y no tener que quedarse vegetando en entrenamientos sin peligro alguno, mientras otros lo hacían de miedo, por el acto que iban a cometer. Aunque había uno que estaba en completo desacuerdo con esto, el creía en la gente que estaba en el lugar que iban a atacar. El creía en la libertad, el ese presidente por el cual voto, al cual su familia apoyaba y de repente dominado por una fiera determinación. A pesar que sabia cual seria su castigo al desacato de la orden, en tiempos de “guerra” desobedecer la orden de capitán conllevaba una orden de fusilamiento. Mas no le importo, dio un paso adelante y dijo que no lo haría.

La mirada de estupefacción que produjo en los presentes, hizo que sus rostros se convirtieran en un verdadero poema, nadie podía creer su valor, su osadía, pero no le podían permitir ese acto, había que cortar cualquier ejemplo de rebelión de raíz, el comandante dio la orden a dos de sus compañeros de apresarlo y fue considerado lo que para ellos era el peor insulto un “comunista”. Al ser tomado por dos hombres, antes amigos por los brazos, moriría delante de ellos como un ejemplo de lo que sucedía si se oponían a lo que ellos tenían dispuestos, pero también como ejemplo de valor y convicción de principios. Quizás su nombre ya no quedaría en la historia y nadie sabría de un soldado muerto por defender a la patria, a su pueblo, ha la gente que le había entregado las armas, que con sus impuestos pagaba su sueldo.

Era arrastrado hacia el patio del lugar, lo arrojaron al suelo sin ninguna piedad a la vez que era golpeado brutalmente, vendado rápidamente. No había tiempo ni disposición para algo justo y no lo habría en mucho tiempo…

Lo pusieron de pie y de espalda hicieron que sus compañeros lo mataran, el cuerpo fue tirado a un rincón a disposición de las ratas que veían la oportunidad de darse un festín poco acostumbrados. Los restantes se fueron a su misión funesta.

La Moneda fue atacada, mientras el presidente decía su ultimo mensaje por la radio que serian prontamente callada igual que el, que murió diciendo que cumplía con su deber y que los traidores encontrarían su merecido.

Días después se encontraron varios cuerpos en un basural, muchos acribillados y brutalmente golpeados, hay estaba el del soldado…empezaba la masacre de mucha gente, sin distinción, ni de razas, clases sociales ni si quiera de patria.

Murieron varios ex generales, músicos, soldados, periodistas, extranjeros e incluso curas. Gente que su único crimen fue creer que se podía hacer justicia, pero los soldados que fallecieron durante este régimen funesto fueron rápidamente olvidados por el odio que producía el ejercito.


Nota: siempre he querido escribir sobre este tema, que a pesar de no habelo vivido me llega hasta lo más hondo, quiese mostrar a todo esos soldados que se opisieron a todo esto...que en el fondo fueron olvidados