TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / graju / SUCIOS (Dedicado a Luis-Barrasus)

[C:241760]




Le inquietaba la mirada de aquella empleada que apenas conocía. Seguramente era nueva en la empresa.
Los ojos saltones, siempre húmedos y de párpados pesados que lucía el presidente y mayor accionista de la compañía, quedaron fijos como los ojos de buey que hacen de ventana en los camarotes.
Aquella mujer que rondaba la treintena no vestía como las demás, con vestidos más o menos a la moda y con cierto estilo, usaba vaqueros y camisas amplias que le escondían las curvas. Nada de maquillaje, nada de tintes en el cabello y, por supuesto, nada de abalorios ni joyas. Era extraña, en una palabra.
Pero no más que una pequeña mota de polvo entre un personal impoluto.
Entró en su impresionante despacho con piso de mármol color café y cuadros de Tapies, incomprensibles, pero que dan muy bien con el cargo y su Jefa de Gabinete revoloteaba alrededor dándole todo tipo de noticias y sembrando agenda.
Todo quedaría postergado a la celebración de su cincuenta y cuatro cumpleaños.
Hoy es el día.
Las oficinas cerrarán a las cuatro de la tarde para que los empleados puedan acceder, elegantemente vestidos, como requiere la ocasión, al fastuoso chalet del Sr. Presidente, un antiguo castillo medieval reconstruido y modernizado.

Mientras tanto, el ordenador de la segunda secretaria recibía un mail en el que podía leerse: “Cuando menos lo esperes, sabrás de mí, Sebastián” Firmado: “Quitapenas”

La chica se puso nerviosa y dudaba en trasladar esa información a su Jefa de Gabinete o hacer como que no la había leído.

Optó por lo primero. Imprimió la carta y tembló su mano al entregarla.

La Jefa contrajo músculos poco habituales al leer la amenaza. No sabía si ese tal “Quitapenas” sería hombre o mujer y, menos aún, cuando actuaría. Todo indicaba que sería en la celebración del cumpleaños del presidente.

Sopesó los pros y los contras y decidió no amargarle el día a su idolatrado jefe.

Faltaba un cuarto de hora para el brindis general. Las mujeres con sus vestidos de noche y luciendo sus mejores joyas, ellos con chaqué, Jardines llenos de color y luz, mesas repletas de manjares, los accesos bien controlados por guardas de seguridad que hacían pasar a todo el mundo bajo arcos electrónicos que detectaban cualquier instrumento metálico o arma y entregaban tarjetas identificativas magnéticas.

Todo era alegría entre los convidados, los aperitivos regaban sus venas y apuntalaban sus sonrisas melifluas en un sí pero no continuo, que, a su manera de ver, les hacía interesantes.

Llegó el momento esperado. El Presidente subió al entarimado de la orquesta y, tomando en su diestra una copa de champagne, la levantó al tiempo que engolaba la voz para repetir más o menos lo que dijera el año anterior.

Todos levantaban sus copas y brindaban por el gran patrón, cuando el tableteo de un helicóptero se hizo más y más perceptible, hasta llegar a ser ensordecedor.

La gente miraba al cielo sorprendida y supuso que sería una sorpresa que les programaba su amado Jefe, por lo que se arremolinaron en un descampado del jardín no sin antes, con la confianza que les daba el día y su situación en la empresa, varios de los ejecutivos levantaron a su Presidente y lo llevaron, pidiendo paso, al centro del gran grupo de empleados emperifollados.

Alguien con imaginación y ganas de colaborar con el evento, dirigió alguno de los focos de la orquesta hacia la aeronave. De su panza colgaba una bolsa enorme, como la que se usa en las extinciones de incendios en los bosques y cuando miraban todos hacia arriba, se abrió dejando caer, esparcidos y aventados por las aspas, media tonelada de tomates muy maduros, poniendo perdidos a todos.
Aún no habían salido de su asombro cuando la voz de una mujer joven, de unos treinta años, vistiendo vaqueros y una camisa larga y ancha, atronó desde lo alto con un megáfono al tiempo que desplegaba una pancarta en la que se podía leer: “SOLO QUIERO QUE SEPAS LO QUE ES SENTIRSE SUCIO, PRESIDENTE”

La fiesta ya no fue lo que era.



Feliz día de tu cumple, Luis




Texto agregado el 05-10-2006, y leído por 978 visitantes. (12 votos)


Lectores Opinan
23-10-2006 Luis habrá estado feliz por este regalo. Sacas lo mejor de sucios y le apuestas al humor. Un escarmiento merecido. Ojalá haya aprendido la lección. ¡Muy bueno! ******* Un abrazo Shou
12-10-2006 !Genial! Es todo lo que se me ocurre decir. margarita-zamudio
12-10-2006 Perdón, felicitaciones al homenajeado también gmmagdalena
12-10-2006 Jajajaja, muy bueno! ojalá muchos tuvieran esa valentía!. Muy buena historia Juan, me encantó leerla. Besos y estrellas. Magda gmmagdalena
11-10-2006 qué buen cuento!!!!!! india
Ver todos los comentarios...
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]