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Inicio / Cuenteros Locales / mi_mundo_paralelo_y_yo / Felipe y Mari Pepa, dos canarios de zarzuela

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Todos creeréis que tengo mucha imaginación si os relato la historia de Felipe pero aseguro y doy mi palabra de que lo que contaré es absolutamente cierto y es que Felipe si algo tiene es su peculiaridad.

Nada nos hacía imaginar aquel 6 de enero lo que en los meses siguiente ocurriría. Deprisa y corriendo mi hermano y yo pensábamos un regalo para el cumpleaños de mi padre, que es un señor muy correcto que en nada valora las cosas materiales, por lo que encontrar un presente que le satisficiera no era tarea sencilla. En algún momento, recordamos que cuando ambos éramos pequeños la terraza familiar estaba abarrotada de jaulas con canarios, esos pequeños pájaros de colores sencillos cuyo canto es tan cotidiano que no se hace extraño al oído humano; imagino que mi padre, habiendo nacido y crecido en un pequeño pueblo de la provincia de Badajoz, de un modo silencioso echaba en falta la compañía animal que antaño le daban burros, cerdos y gallinas y que pensó compensar con las pequeñas aves.

Antes de la última mudanza ya no quedaba ninguno vivo, la senectud o el calor sevillano habían acabado con ellos y así fue cómo se nos ocurrió obsequiarle un par de canarios, macho y hembra, Felipe y Mari Pepa, que según nos aclaró mi madre eran nombres de zarzuela (el por qué de que los pájaros tuvieran que tener nombre de zarzuela es uno de esos misterios de la humanidad que es mejor ni plantearse…).

Los primeros dos meses todo fue normal, es decir, tampoco es que un canario de mucho juego: comían, bebían, saltaban en su jaulita y piaban, ambos separados, eso sí, porque no queríamos que tuvieran descendencia de momento. Sin embargo y a pesar de la aparente tranquilidad algo se movía inquieto en el pecho de Felipe o al menos así lo veo yo. El pájaro comenzó a comportarse de una manera curiosa, pareció decidir que la altura de las varillas de la jaulita no eran para él y se posó en el suelo donde a modo de gallina clueca se echó sobre sí mismo; si en algún momento uno de nosotros se acercaba, sólo encontraba una pequeña masita de plumas con la respiración agitada y el pico abierto, ¡increíble pero cierto!, Felipe no cerraba el pico ni a la de tres; yo, en mi desconocimiento sobre los canarios, le di una respuesta, para mí, racional: Felipe ansiaba la libertad, no quería, porque no le pertenecía, vivir en una jaula, entre cuatro grandes paredes enrejadas y así, como algunos indígenas americanos, decidió dejarse morir (resistencia pasiva)…lo de los indios se me vino a la mente porque a la semana siguiente, Felipe, que no cambiaba su posición más que para ingerir algo de agua o pienso, se arrancó varias plumas de la cola. Imaginaos la escena de ese minúsculo canario pardo hecho una bolita, en una esquina, sosteniendo, descarado, varias plumas con su pico. Nos estaba haciendo frente y algo había que hacer. ¿Era tal vez una declaración de guerra?.

Cierto es que en los primeros días, mi hermano, que es un muchacho algo exagerado, tuvo a los canarios expuestos a sesiones diarias de unos 40-50 min. de sonatas bajadas de Internet, “El canario campeón” y en las que un canario (o algo similar), desgarraba sus cuerdas vocales con el fin de aleccionar e incentivar la voz de canarios más tímidos y lentos. Hasta ahí, pase. Pero de ahí a pensar que tan mal nos habíamos comportado con Felipe como para que actuara así, había un trecho, además, junto a él estaba Mari Pepa que no hacía más que reposar tranquila en su varilla. Creo que tampoco Mari Pepa le entendía o quizás Felipe no era tal sino Felipa. Ésta fue la siguiente conclusión a la que llegué: al canario no es macho sino hembra y arrancando plumas de su cola nos quiere decir, sin palabras, que es el momento de que le ayudemos a hacer un nido para sus crías. Todos comenzaron a hablar del travestismo del animal en casa y yo de la inoperancia del dependiente que nos lo vendió. Como ninguno somos sexadores de aves, hasta nueva orden, decidimos continuar llamando al pájaro Felipe.

Pero Felipe proseguía la lucha. Juro que nunca vi un animal más tenaz. Algo extraordinario es que el canario parecía saber de nuestra preocupación y, alguna vez, pudimos ver que el teatro que venía haciendo era ejecutado sólo si alguno de nosotros estaba delante. ¿Sería Felipe un actor animal frustrado como el perro de Scootex?.

Los nervios de mi madre estaban destrozados por lo que mi padre y ella se marcharon de vacaciones una semana. Un día, al volver a casa, un revuelo de plumas y sonido metálico me hizo correr a la cocina, allí pude ver a Felipe colgando, de lado, de una de las puertecitas de hierro, una de sus patas estaba atrapada y de tanto picotearla ya sangraba. Fueron momentos angustiosos máxime cuando ya había antecedentes de suicidio animal en la familia (un ruiseñor, que no cantó nunca, se colgó bocabajo de la varilla de su jaula).

La situación estaba al límite. Dejé que pasaran unos días y la garra de Felipe/a se recuperara, después, le abrí las dos puertas de su parte de la jaula y me marché. Cuando mis padres volvieron de la playa encontraron a Mari Pepa mirándoles fijamente, -¿y el canario, Ángela-. Ciertamente nunca más lo vimos y las incógnitas sobre la resistencia pasiva, el sexo y el comportamiento gral. del animal aún quedaban.

Pero no creáis que la historia no tiene final; resulta que la jaula que ahora era al completo para Mari Pepa daba a un pequeño patio interior repleto de macetitas, regando una de ellas no pude dar crédito a lo que mis ojos me mostraban: Felipe había anidado en una gitanilla de flores rojas justo enfrente de la jaula. Por fin, comprendí. Era tal el enamoramiento que tenía hacia su Mari Pepa que optó por dejarse morir antes que no poder contemplar las amarillas alitas de ésta, ahora, en libertad, la miraba noche y día y, de seguro, por las noches se acercaba a darle las buenas noches y de día le piaba, saleroso, para despertarle con ánimo.

Texto agregado el 06-09-2006, y leído por 722 visitantes. (11 votos)


Lectores Opinan
25-10-2006 Es una historia encantadora... y la manera de contarla es mejor!!!***** desmoulins
02-10-2006 Jejeje... que joía... No se puede contigo ehhh. Besotes. Nomecreona
02-10-2006 que ingenio, me encanta que una historia la combiertas en algo que tiene magia. un beso wicca
01-10-2006 jejejeje linda historia, yo creo que el problema estaba en las obras de tu calle... barrasus
20-09-2006 Precioso!!! eres genial con los cuentos... Abrazote***** neus_de_juan
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