Perdida entre mis propios sueños
Sin ganas de dar color a mis dibujos
Con trazos amarillos, como cartas viejas
No encuentro respuestas…
Ya nisiquiera hago preguntas


Alojada en mí silencio
que grita cada vez más fuerte
Pero no logra tocar tú alma
¿No sabes que llamo?


Lánguida, sigo absorbiendo melancolía
La mente se aleja del alma
y el cuerpo, se despide del espíritu.
Continúo perdida entre mis sueños,
Fantasmas y penas.
Buscando el indulto de mi propia existencia