Volar, extender las alas y lanzarse al vacío. Las aves vuelan, la mente vuela... y si uno lo desea, los besos vuelan, encontrándose siempre en la mejilla del ser amado. Suave, dulce, el aire perfumado de las flores toca con finura tus alas, como una artesana del amor haciendo lo suyo... Pero las personas no tienen alas detrás de la espalda, amor. Parece que eso no lo entiendes... No sé porqué te creíste ave... tu caída del segundo piso te puso esa dura bota blanca... que ahora ya no lo es tanto... por las firmas de tus amigos... Bueno, ahora puedo decir que la tierra cada vez que te ve de pie, desde que ese acontecimiento sucedió, se estremece por miedo a que la golpees muy fuerte cuando caigas sobre ella... y ahora los gusanos usan casco... por si acaso... y si me preguntas a mí, amor... bueno, no me mires con esa cara, yo no fui quien se quebró... Bueno, como decía... si me preguntas el porqué me río de esto... Fue porque menos mal que sólo te quebraste un hueso y ya no te duele... Y otra posible razón del porqué me río es desde que nos caímos ya no tengo nada más que perder... porque ya muerto no se pierde ni se gana ¿Verdad?