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Inicio / Cuenteros Locales / sweet_ali / Maria y el lago de las hadas

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Retomando la vieja casa, esa en la cual vivió la niña por largos años, e llegado a la puerta verde pálido por el paso del tiempo, carcomida por el agua y el viento que año tras año ha venido resistiendo, impidiendo que entre en el calor del que un día fue su hogar.

En la casa de años maravillosos, de sueños, de juegos, de noches a la luz de la vela, allí se han quedado anclados en las paredes de esta vieja casa, nada a cambiado aunque en apariencia lo pareciera aun se puede oír el canto de las aves silvestres, la niebla entra por las ventanas como siempre inundando las habitaciones, el ambiente frío, el pasto verde que crece en el jardín donde las rosas sus botones aun tienen cerrados, el mismo árbol de mandarina donde la niña muchas veces trepar la vi yo, con sus manitas pequeñas subía con gran agilidad y se sentaba sobre las ramas a comer las mas dulces y maduras mandarías, para luego bajar y correr a los brazos de su madre, pedir caricias y por ultimo la tasa de chocolate esa que aun sigue en el mesón esperando ser utilizada de nuevo.

Lo recuerdo como si fuera ayer, la niña con su vestido amarillo y esa cinta que sujetaba su cabello negro, el viento jugaba con el, paseándolo de lado a lado, sus zapatos blancos, impecables, el sol brillante sobre su rostro e iluminaba su ser, parecía un ángel y su sonrisa la mas pura las mas angelical, esa que conmovía a todos.

Era martes y la niña se encontraba en el jardín jugando con las flores, destapando nidos de hormigas para luego llenarlos de agua, la travesura de sus años, no permitía que se quedase quieta, por el contrario, siempre estaba atenta a cualquier descuido de su madre para salir al jardín a ensuciar su ropa.

Y fue aquella mañana mientras la niña jugaba en el jardín que sucedió lo que nadie a podido olvidar, un grito que ensordeció la casa

- ¡Maria! No puede ser Maria

Todo quedo en silencio por unos instantes, que había sucedido?. Era el grito de una madre angustiada, luego de repente apareció con la niña en brazos, su cuerpo empapado, sus ojos blancos, sus labios morados, su cuerpo ya sin pulso su corazón se había detenido, que había ocurrido?

En la casa de la niña se encontraba un lago, en el cual la infante corría a jugar todos los días a escondidas de su madre, pero ese día ocurrió algo extraño, la niña siempre le había dicho a su madre que en el lago se escondían hadas, sirenas y pececitos de colores que hablaban con ella, su madre siempre que escuchaba esto se enojaba y la sentaba en el piano para que practicara la misma sinfonía aburrida, pero la niña siempre volvía al mismo lugar a conversar con las hadas, las sirenas y los pececitos de colores. Ese día las hadas se encontraban en el centro del lago y las sirenas en el fondo danzaban con los pececitos de colores, la niña desde la orilla las contemplaba anonada por su belleza, una de ellas se acerco y empezó a jugar con su cabello, le puso flores y hojas, la niña mientras tanto inicio una conversación con ella:

- Mi mama dice que ustedes son solo parte de mi imaginación, ella se enoja mucho cuando digo que las vi. jugando en el agua, yo las he visto como llegan a mi casa en la tarde mientras ella cose en su costurero, las he visto robarse los granos de arroz, las he visto esparcir el azúcar por el mesón y morder los panecillos de la lacena, mi mama siempre dicen que son los ratones pero yo se que son ustedes.

De noche las veo jugar por entre las flores y sabes yo he soñado ser como ustedes.

El hada sonrío con una risa picaresca, y pregunto a la niña : - ¿en verdad quieres ser como nosotras?
- Si , respondió la niña

- Mira mis ojos y sígueme te enseñare la forma de ser como nosotras, te enseñare el mundo de las hadas.

En tanto Maria se consumía en las aguas, su mente viajaba y recorría aquellos instantes que pensó había olvidado, la primera navidad en su hogar, la manta de la abuela cubriéndola cada noche, el sonido del piano viejo y su aburrida melodía, recordó a Ana la niña que se fue el verano pasado y a la cual nunca jamás volvió a ver, recordó su manita diciéndole adiós, por un instante Maria sintió miedo, su cuerpo se consumía cada vez mas, el agua su amiga inicio a entrar en su cuerpo, el aire se esfumo de sus pulmones, su corazón empezó a latir con menos fuerza, como un reloj cuya cuerda se agota segundo a segundo, así Maria sintió como su vida se esfumaba, su cuerpo ya no le pertenecía, ahora se encontraba fuera de si misma y podía volar como las hadas y podía nadar como las sirenas, todo era confuso y nuevo para ella, podía ver su cuerpo flotando en el agua, y vio su forma y vio su vestido amarillo y vio su cabello negro deslizándose de lado a lado como si cada hebra de el tuviese vida y vio el rostro de su madre empalecido, la vio llorar desesperada, la vio tomar el que fue alguna vez su cuerpo, entre sus brazos.

- Maria por favor reacciona!!!!!!!!!

Nada se pudo hacer Maria hacia ya mucho tiempo había abandonado su cuerpo y ahora era un hada como muchas veces lo soñó.

Esa noche su madre vencida por el agotamiento y el dolor que guardaba su alma, se recostó en la cama donde largas noches paso sentada contándole cuentos, arrullando y velando el sueño de su querida Maria y se quedo dormida, de repente una brisa fría entro por la ventana de la habitación. La pequeña Maria seco las lagrimas de su madre, tendió la manta de la abuela sobre su cuerpo para que esta no fuese a enfermar, la dio un beso en la mejilla y con dulces palabras le dijo:

- Mami te prometo que voy a portarme bien, te prometo no hacer mas travesuras, ni jugar con el barro que deja la lluvia sobre la tierra, pero mami no quiero verte llorar, no quiero verte triste, te prometo tocar el piano todas las mañanas mientras cocinas los vegetales, pero mami no llores mas, no llores por tu Maria, porque tu Maria ahora es feliz, tu Maria ahora nada con las sirenas y juega con las hadas e hablado con los pececitos de colores y me han dicho que les pareces hermosa que tu cabello son como hebras de oro con las que juega el viento, no quiero verte triste mami, Maria te ama y quiere verte sonreír, te visitare todos los días y estaré contigo siempre así no puedas sentirme yo estaré contigo, por que tu eres mi mami y te amo.

La madre de Maria jamás logro resistir la ausencia de su hija y meses mas tarde abandonaron la casa, cerraron todo como queriendo cerrar ese amargo capitulo en su vida y así la casa duro abandonada durante muchos años.

Hoy se ha abierto ese libro triste, aun se siente en el ambiente la tristeza de la niña al no encontrar nunca mas a su madre, las flores marchitas en el jardín están, los botones de rosa que no quieren abrir, Maria lloro por muchos años, al no encontrar a su madre, recorrió cada una de las habitaciones de la casa, hasta que al fin comprendió que su madre nunca jamás volvería y ella tendría que vivir en su mundo de hadas.

Texto agregado el 08-06-2006, y leído por 140 visitantes. (0 votos)


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