TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / francisdeborja / LA POLLUELA Y EL PERRINO

[C:21081]

Esto es que se era una vez una polluela y un perrino. Ambos dos vivían en el campo, en un cortijino que se llamaba La Pera, porque el amo ,el señor D. Fidel de Villapapiernas y Coces, cada vez que pasa algo fuera de lo normal, o de lo común, o vamos, cuando le sale de los cojones, desde in hilo tempore, decía y dice ¡ Esto es la Pera¡. Por eso, cuando le tocó en herencia el cacho finca que ahora explota con guarrinos, ovejas , gallos, gallinas y vacas - por aquello de la subvención autonómica y tal - la Martita, no la Ferrusola no, que ésa ahora le toca descansar en la masía Los Plúmbeos, haciendo craso honor a su condición bien demostrada, bien, a lo largo de una veintean de añetes, esto esss - no tuvo que elegir mucho el cartel sino que le dijo a Fidel: ¡ ya tengo el nombre del campino, hala¡ Se va a llamar La Pera.Y como Fidel es mu golfo, sí, todo lo que tu quieras, mu bebeor, mu fumaor, mu cazaor, mu tal, pero ¿ y qué?, eso sí con la Martita cabal que te cagas, díjole " deputamadrepuesss", y de ahí lo de La Pera. Pues bien, la polluela Margarita estaba hasta las témporas de criar polluelinos y hasta los mísmísimos de tener que poner los mismísimos, esto es, los güevos por si acaso no lo has cazao, mamoncete, vale?, a toas horas, de picotear el pienso guarreras que el Fito le echaba en el puto suelo en vez de en el recipiente al uso, ¡¡ cojones ¡¡, y sobre todo de huir del gallo crespón,al que le habían puesto Manolito, vete a saber por qué piiijooo de ocurrencia, que estaba más salío que el rabo de un cazo y que le daba el coñazo hasta en las esquinas del gallinero - no te jode no va a ser en L'Scala di Milano, a veerr- y de esperar con paciencia franciscana, otra cosa no le quedaba a la pobriña, a que llegara la jodida navidá pa ser pasto de paté y caldo previo a los langostinos, porque al parecer entra de puta madre y hace un hueco en el estómago de no te menees en la curva a ver si te vas a dar el hostiazo, tuuuu,pa que luego te zampes ese pavo en pepitoria que ha hecho tu suegrina con un primor acojonante a la espera de que le des el beso judaico y de soslayo eh, de soslayo, sí, no se te vaya a pegar en los labios el pestilente chanel number five que está más pasao que las etiquetas de galerías Preciados, mira tuu tururú chimpúm.
El perrino tenía tela marinera pa dar, cortar , mear y no echar gota, je. Su nombre, Gervasio. El hijoputa que le puso tal nombrecito, menos mal que anda en busca y captura por robarle la venta de unos caballos a D. Fidel, que si no es pa encerrarlo con el Roldán, ahora que parece ser está con la puta depre y más solo que el chapapote, a ver si entre los dos se la envainan y se van al carajo, anda que...El Gervasio andaba tó el día de acá pallá borrachito perdío de vino garnacho, pues el tal D. Fidel tiene dos bestias de muchachos, aprendices galopantes de las golferías de su progenitor, el Mori y el Pochas , esos son sus motes, porque Doña Marta se empeñó en ponerles Jesús del Gran Poder - ondia masho, ni que fuera fan del Polanco, diiiosss - y Juan de la Cruz Ignacio Beltrán, chúpate esas dos mandarinas, anda - y vaya que si se llaman Jesús del Gran Poder y Juan de la Cruz Ignacio Beltrán de Villapapiernas y Coces y Martínez de Solírranaga y Gelonic por su madre, que la abuela materna Doña Dori es medio charnega y polaca, de ahí lo del Gelonic ése rarillo y tal. Estos pájaros de cuenta, el Mori y el Pochas, ni puta idea por qué coño les llaman así porque nadie jamás me lo ha cotilleado, cada vez que veían al Gervasio le pillaban por las patas, se las ataban para que no pataleara, claaarooo, le abrían la boca a la jodía fuerza y le endiñaban un embudo casi hasta el corvejón. Por ahí regaban la barriga del can con vino garnacho hasta que le salía por las orejas al pobre perrino. Al poco rato, el Gervasio daba tumbos como un barrilete acompañado de las escandalosas carcajadas del Mori y el Pochas, los muy cabrones.Como el Gervasio no podía ni con el par de hermanitos ni tampoco con sus huevos, sólo tenía fuerzas pa putear a la Chilona, una gatina siamesa más bonita que toa la leshe, y que era el juguetito de Dª Martita, vaya usté a saber pa y por qué , ejem- y cuando el tiempo de libertad que le dejaban los mozos le caía a mano, mejor dicho a patas, allá que se iba detrás de la Chilona a ver si le echaba un casquete y un susto de ladrido feroz. Asi que la Chilona, en cuanto sus bigotes se erizaban previendo la tostá, salía como una loca a recogerse en el regazo de Dª Martita no fuera a ser que el Gervasio se la endilgara otra vez y le dejara los oidos más tiesos que una mojama de San Lúcar..
Ni la polluela Margarita ni el perrino Gervasio podían más con la situación. Así que antes de que llegara la Navidad - por parte de Marga- y la cirrosis - en cuanto a Gervasio - se liaron la manta a la cabeza y se largaron juntitos de La Pera para siempre jamás, aprovechando que una helada mañana de otoño en esos campos repletitos de viñedos, o sea tú, más o menos en la Tierra de Barros, por ahí por Los Santos de Maimona , que no sé a cuento de qué alguien le apodó un día - a creer que feliz, en fin- "El piropo blanco de Extremaúra", pa situarnos un pelín ¿ vale?, aún no se habían levantado ni los jilgueros ni los vencejos ni siquiera las palomas torcaces ni los gallos kirikos de los cojones, y menos aún se iban a levantar el Mori o el Pochas, ni por supuesto D. Fidel de Villapapiernas y Coces ni por asomo había atisbado la cabecita de Dª Marta Martínez de Solírranaga y Gelonic porque entre otras cosas, los hijos de su padre y de su madre estaban sopas y jartos de petas y botellón, el Sr. D. Fidel se había acostao hacía un ratino procedente de una juerga que acabó como solían acabar las juergas del ínclito, claro está en Los Caciques, reputado lugar ubicado en el lejío norteño de Zafra, y que ya conocemos todos qué es lo que hay en los Caciques, vaya, y en cuanto a Dª Marta, no sabemos si es que se durmió agotaíta del tó después de una sobredosis de Salsa Rosa o es que el sopor que le abrazaba, ya que D. Fidel pasaba de ella como de la eme, era producto de la jartá de Marie Brizard que se había metío pal coleto . Ea¡.

Texto agregado el 27-12-2003, y leído por 224 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
16-04-2004 Dijame lierlo adespasio pa'ntenderlo un puoco mijor. Saludios franlend
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]