. Enseñarles cosas a los niños en las cuales no se cree

. Enseñar cosas que el que enseña no practica y luego castigar por practicarlo (Por ejemplo: “Mentir es malo” y luego castigar al niño si no miente para defenderlo a uno)

. El “Resentimiento Social”. El resentimiento social es algo sano en una sociedad injusta. Insano sería que en una sociedad injusta no hubiese resentimiento social porque entonces no existiría la posibilidad de transformarse y se quedaría para siempre una sociedad injusta y boba. Sin embargo, temo por adelantado a los futuros resentidos sociales de una sociedad justa, habremos de tratarlos con cariño: no me extraña que vayan a ser quienes hasta el sol de hoy más han utilizado dicho término.

Bueno, pero principalmente es el trato preparatorio que le hacemos a los niños “Oh, ¡pero los niños necesitan la fantasía!” dirán algunos. Diré: Sí, la suya propia, que la tienen, no la nuestra, La nuestra, que es mentirosa y estúpida, corta de un solo tajo la suya propia; creando niños títeres, inseguros y estúpidos. Se comprende: es la manera que tenemos de esperar que nos igualen.

Por supuesto: todas las demás vergüenzas ocurren por consecuencia: Llegamos a crear destructores por botones y a respetar a tales potencialidades. Llegamos a crear monstruos ante los cuales hincarnos de rodillas, como si fueran nuestros estúpidos chamos inflados hasta la máxima potencia.

Nuestros hijos.