vuelves a mi, entre aguas turbulentas que te empujan
tengo miedo de acercarme y sin embargo lo hago
esto no es valentía...es rabia.

de repente te vuelves y caminas con pasos cansados
te encuentras abatido y caes sobre mi
me abrazas, esta vez contraria a las demás no lo permito

te odio, pero también te quiero
insistes en abrazarme ¡Maldito!
Realmente la buscas a ella

al mirar mis manos, mis uñas no son puñales suficientes
para clavarlas hasta tu corazón, agito mi cabeza...
negándome a mis pensamientos

recuerdo a mis hijos, los mismos hijos tuyos
con tus cabellos, con tus ojos, con tus recuerdos tristes
y tu afán por pintar con azul.

Continuas llorando en mi hombro por otra, por una muy mala
y por fin comprendo que no ha sido por mi culpa
y por fin entiendo el mensaje escrito sobre mi espejo

soy joven, soy bella, soy mujer, soy una gran mujer.