Arturo, camino a casa luego de una ardua jornada en la oficina, desencajaba su cuello de la corbata y la camisa, mientras conducía en la vía rápida, pues en las noches de Octubre Linarense, la lluvia hace todavía más torpe el ya lento trafico. Atrapado en la pertinaz llovizna alcanzo a notar ese aroma tan cálido de la pastelería; pensó en su sofá favorito, la pantufla, el noticiero un volcan y una buena taza de chocolate caliente.
La casa oscura, hizo recordar al entrecano gerente de compras, que esa noche su esposa tenia canasta con las amigas del club, Arturito, estaria en casa del gemelo Duarte; resultado, estara solo para el festín antes imaginado; sin embargo recordo que Mariana, estaría en casa seguramente estudiando para sus examenes, esos que últimamente le han hecho perder apetito y bajar de peso. Seguramente este manjar de azúcar le hará pensar mejor, se dijo el buen hombre.
Mientras, colocaba los ingredientes para su bebida, dio dos gritos acostumbrados en el ámbito familiar para la llamada a la mesa:
-¡Bombón ya llegue!- seguido de -¡Mariana, gorda, baja!-
a lo que no hubo respuesta, razón por la cual Arturo, desenfadado subió las escaleras con la idea de encontrar a su hija leyendo y escuchando sus headphones a todo volumen. Arturo, llamo a la puerta dos veces, como se acostumbraba en el ámbito familiar para dar tiempo a abrir la puerta, sin respuesta; se rascaba la cabeza mientras pensaba pero no imaginaba la razon pues en la cochera encontro el coche de su hija y las llaves en la cocina.
Empujo la puerta y la encontró atrancada por dentro, ya preocupado el padre, saco de su llavero plateado y abundante, la llave, que en el primer intento no fue la correcta; arturo ya empezaba a sentir incomodidad por la situación, su chocolate ya no era como lo esperaba.
Al fin encontró la llave después de dos intentos mas, y mientras buscaba la correcta escucho cierto ruido tras la puerta, así que apresurado empujo la puerta sin lograrlo pues parecía que algo lo impedía, dejo caer el peso de su ya enaltecida preocupación y logro pasar tras el espacio y desconcertado vio como su hija yacía en el piso letárgica, sudorosa y entre un charco de vomito sanguinolento.
II
Paciente femenina de 19 años, estudiante de la carrera de Arquitectura, sin antecedentes familiares ni personales de importancia, obesa, que ingresa esta tarde por presentar vomito sanguinolento, hipotensión, alteración en el estado de la conciencia, de 12 hrs. De evolución, el padre refiere encontrarla, inconsciente en el piso de su recamara, además menciona que en el retrete encontró evacuaciones diarreicas y sangre. La madre menciona que en los últimos 20 días ha modificado sus hábitos alimenticios, disminuyendo casi a nada su dieta y además de bajar mas de 10 kilos en este tiempo, al explorar a la paciente se encontró estuporosa, con reflejos pupilares diminuidos, taquicardia, abdomen globoso, al observar secreción de sonda naso gástrica se observa sanguinolento, así como las evacuaciones en asientos de café. se manejara por gastroenterología por probable ulcera gástrica y por psiquiatría como probable anorexia y bulimia