TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / mgg / Gregorio Méndez, organizador

[C:186]

Cañada del Sauce. 1933. Gregorio Méndez terminaba de coordinar la decimoquinta festividad para honorar la Virgen del Pañuelo Retorcido. Quince días después nada pasaba; sólo una murga se escuchaba a pocas cuadras: eran los discípulos de la Virgen del Bastón Quebrado enzarzados en pleno jolgorio.
Cañada del Sauce. 1945. Gregorio Méndez ultima los pormenores de la Fiesta Nacional del Cardo. Tan sólo una semana después sólo se pensaba en la Fiesta Nacional del Abrojo, donde se elegiría su Reina Nacional del Abrojo, en la cual se exigía cierta persistencia para con los hombres.
Don Gregorio Bonifacio del Ocre y Agüero Méndez, más conocido por su primer nombre y su último apellido, había dedicado toda su existencia a organizar reuniones de diversos fines. Así, se contaba entre los primeros que trajo la navidad a su pueblo, él mismo generó la costumbre de las pascuas y el hanuka e importo de la gran ciudad el carnaval. Empero nada que pudiese programar se llevaba a cabo.
Rosario. 1958. Cuarenta y nueve llamadas a amigos de Miguel Iñaqui. Quince a sus parientes. Dos a un vecino. Sin embargo nadie se acordó de las bodas de granito de el Sr. Iñaqui y su señora. El teléfono sonó solo equivocado apenas antes del amanecer.
Don Gregorio nunca pudo festejar un cumpleaños bajo su diagramación, ni siquiera una graduación o un mitin. Las malas lenguas comentaban que el Sr. Méndez estaba bautizado simplemente por el hecho de que su imposibilidad mental de ese entonces de emprender tremenda reunión cristiana.
Solamente con el paso del tiempo, Méndez aprendió a hacer buen uso de sus malos dotes. Así, todos los días del año llamaba a sus pares para su propio cumpleaños, menos el día de su verdadero aniversario en el cual mudo quedaba en su casa esperando a los amigos que siempre llegaban.
Concertar una cita el jueves significaba que todo estaba dispuesto para el viernes. Si la fiesta de la pallada caía un 22, el muy desdichado intentaba que todos estén libres el 21, o, el menos, el 23.
Hoy en día, el Sr. Gregorio Bonifacio del Ocre y Agüero Méndez debe estar llamando a sus amigos por su nonagésimo primer cumpleaños. Otras malas lenguas lo juzgan eterno, y dicen que su inmortalidad radica en que rutinariamente organiza su velorio.

Texto agregado el 13-06-2002, y leído por 1426 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]