Tiritando de frío, vencido de amor, tendido sobre las hojas aceradas del hastío, no tengo más esperanzas de que sus muelas me abriguen, me cobijen con su pulpa enferma.
Las preguntas.
Incesantes.
Dolientes fuegos del averno.
Encerrado.
Lamentando los roces extraños.
Las pequeñas cosas que nunca se abarcan.
Los dioses remotos.
Los fríos espejos.
Los resquebrajes de la memoria.
La somnolencia de tu eterea presencia.
Por fin...
...el grito, plausible entre la infinitud de las habitaciones que colman la vaguedad del alma.
¿Mi alma?... sólo un apunte más.
un ornitorrinco esparcido sobre la plancha del quirófano.
Animosidades embargadas que con forma de mujer me dan la espalda.
Estados.
Sólo así poder ahondar en la superficie.
Mi superficie, iceberg de las ideas.
Camino.
Camina.
Caminamos. Tomados de la mano con guantes de cirujano de por medio.
El terciopelo la baña.
La sangre me brota cual compañera inseparable en esta vida de ocasión.