-¿De dónde sacas los personajes de tus cuentos? - pregunta a Larqui el joven poeta Walter. ¿Los inventas, o narras facetas de tu existencia?
-A veces, cuando no tengo nada que contar, me expongo a situaciones difíciles; por ejemplo, busco gente que actúa en forma inadecuada con otros. Me pongo en su situación y experimento lo que ellos podrían sentir ante tal persona.
-Pero eso es difícil, ¡Hasta te pueden agredir!
-Es cierto, pero vale la pena - dice Larqui- Mi manera de pagarles es creando un personaje que los retrate; ellos son todos los monstruos de mis cuentos.
-¿Puedes darme un ejemplo?
-Una señora que conozco, es muy grosera con la gente, demasiado insultante con sus empleados; continuamente está de mal humor y criticando toda llena de prejuicios; tiene una voz aguda que chilla cuando habla y cuando susurra suena como si pasaran la uña sobre el pizarrón. Un día, criticando a la gente que da sus diezmos a las iglesias donde se congregan dijo en mi presencia, ante otras personas:
-"En vez de darle plata a un pastor que se la hecha de vivo y que vive mejor que todos; yo prefiero ayudar a otros pobretones dándoles limosnas como por ejemplo pagarle a esta escritora loca un cursito de redacción para que pare ese exceso de imaginación, o darle una bolsa de comida a la infeliz de mi mejor amiga que viene todos los días a comer a mi casa" - continúa Larqui- Su amiga, de inmediato le dijo:
-Pobretona tu, que no tienes sino basura en el cerebro- y me preguntó:-¿No le dirás nada por ese insulto de llamarte loca e ignorante?
-No acostumbro minimizar a nadie, no es mi estilo - cuenta Larqui sobre el asunto- Todo lo contrario, la inmortalizaré creando un personaje que la dibuje tal como ella es: con su pelo chicharrón negro pintado de rojo, estirado y alborotado, con sus rollos alrededor de la cintura y en su barriga y que ningún gimnasio le va a eliminar, con las bolsas bajo sus ojos y las cicatrices de las diferentes cirugías plasticas para estirarse la cara. pero haré que otras personas como yo la vean diferente y puedan aceptarla.
- ¿Y cual personaje crearás, una bruja, un monstruo?
- No, la pondré en uno de mis cuentos como un hada madrina.
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! - soltó la carcajada la mejor amiga del personaje en cuestión y me dijo - "Larqui, verdaderamente tienes una gran imaginación ¡Un hada madrina! ¡hay que ver lo que vas a tener que imaginar para convertir a ese esperpento en un hada madrina! ¡ja! ¡ja! ¡Ja! ¡qué imaginación! ¡Ella tiene razón! ¿también tiene razón en lo de loca?"
- Para tratarla, tengo que hacerme la loca. sino ella me volvería.
-¡Ja,ja,ja! ¡Te la comiste, lo que pasa es que con esa cara de pendeja tan bien administrada que tienes cualquiera cree que puede hacer la carga contigo, ¡ja ja ja!
- A veces conviene hacerte la muerta para ver como te hacen el entierro, porque hay tontos que creen en muertos que andan.
-Oye, que interesante- Dice Walter- Con razón me preguntaba de donde sacas tantos personajes extraños en tus cuentos. ¡Hay que tener imaginación para escribir!